Por Aurelio Contreras Moreno
Aunque formal y legalmente el proceso electoral estatal 2017-2018 inicia hasta el 1 de noviembre próximo, en los hechos, en Veracruz ya arrancó la sucesión por la gubernatura.
Y el comienzo no pudo ser más ríspido. Luego de que el senador priista José Francisco Yunes Zorrilla criticara la falta de transparencia con la que el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares maneja las finanzas y en particular las partidas federales, al grado de afirmar que la presente administración, como lo hacía la anterior, también tiene “prendida la licuadora”, la respuesta fue al más puro estilo de quien gobierna ahora el estado.
Aunque quien “apechugó” la autoría del dicho fue el secretario de Finanzas y Planeación, Guillermo Moreno Chazzarini, la respuesta del gobierno estatal, retadora y llena de insultos contra el senador Yunes Zorrilla, tiene todo el sello del gobernador Yunes Linares. Casi se podían escuchar salir de su boca las palabras que Moreno Chazzarini tuvo que decir que dijo.
Sólo que este tipo de reacción no la había tenido Yunes Linares hacia las críticas mucho más mordaces y sarcásticas del también senador del PRI, además de su primo hermano y ex contendiente por la gubernatura el año pasado, Héctor Yunes Landa.
¿Por qué la virulencia contra José Yunes, mientras que a Héctor simplemente lo había ignorado? La respuesta habría que buscarla en las señales que desde Los Pinos se han enviado sobre la sucesión en Veracruz, donde esta vez las circunstancias se estarían alineando para que el senador oriundo de Perote sea el candidato del PRI a la gubernatura en 2018.
Eso bastaría para que Yunes Linares vea a Yunes Zorrilla como un adversario, habida cuenta de que su proyecto político personal es heredarle la gubernatura a su hijo, el presidente municipal de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez. Y por ese motivo, ante una crítica de parte del senador de la República, la respuesta ahora ya no fue el silencio, sino la virulencia verbal, muy distintiva del carácter del mandatario estatal.
Por lo demás, ante las invectivas del gobernador Yunes Linares que firmó el secretario Moreno Chazzarini, José Yunes también respondió, la misma noche de este jueves. Afirmó que el Gobierno del Estado de Veracruz no exhibe ningún soporte documental que demuestre que no se han desviado recursos federales al financiamiento del gasto corriente y reiteró que incurre en las mismas prácticas administrativas del gobierno anterior, el de Javier Duarte de Ochoa. “No hay diferencia”, sentenció.
Yunes Zorrilla agregó que ante la solicitud de transparencia sobre las finanzas públicas de Veracruz, “recibimos insultos como respuesta institucional. Ni un dato, ni una cifra, ni una explicación. Solo sitios comunes y descalificación”, ante lo cual, demandó al gobierno estatal “presentar los estados de cuenta bancarios certificados por las instituciones financieras que albergan cada una de las cuentas de los fondos federales recibidos por el estado de Veracruz, exhibiendo sus saldos del 1 de diciembre de 2016 al día 8 de septiembre del 2017, para demostrar que no incurrieron en desvíos de recursos”.
“Solicito que de manera puntual nos den la cifra exacta del déficit que vive Veracruz mensualmente y se nos aclare de qué manera se están financiando las presiones existentes por el gasto corriente. Esperamos con ello que nos demuestren que no lo han hecho con los fondos federales retenidos en bancos y que no han llegado a su destino”, puntualizó Yunes Zorrilla.
De demostrar que esos recursos efectivamente han permanecido en esas cuentas, el representante popular subrayó que el gobierno entonces debe explicar la razón por la cual, “después de meses, no han sido dispersados a su destino presupuestal”.
Y concluyó diciendo: “no me agravia la ofensa ante la falta de respuestas. Veracruz requiere información y resultados, no altanería, diatribas y pretextos”.
Bienvenidos a la sucesión en la gubernatura de Veracruz.
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