La compañía espacial de Jeff Bezos, Blue Origin, dijo el viernes que espera reanudar los vuelos de cohetes «pronto» luego de la conclusión de una investigación sobre un accidente el año pasado, pero debe esperar a que los reguladores estadounidenses acepten los hallazgos.
Los cohetes suborbitales New Shepard de la compañía, que están destinados al turismo espacial, entre otros fines, se han puesto en tierra luego del accidente de septiembre de 2022 que ocurrió poco después del despegue de Texas.
El incidente marcó un revés para la compañía del fundador de Amazon, aunque los observadores se sintieron alentados por el hecho de que si hubiera habido personas a bordo, probablemente habrían sobrevivido.
El cohete del vuelo constaba de un solo propulsor, con la cápsula NS-23 de Blue Origin en la parte superior que transportaba una carga útil científica.
Durante la misión, ocurrió una anomalía mientras el cohete ascendía y pareció detenerse debido a un problema técnico.
Luego, la cápsula inició su secuencia de escape y superó al propulsor, cayendo de regreso a la Tierra, frenada por paracaídas.
Blue Origin notó en ese momento que el propulsor «chocó contra el suelo» en lugar de aterrizar en posición vertical como lo hace normalmente.
Posteriormente se llevó a cabo una investigación con la supervisión de la Administración Federal de Aviación (FAA) reguladora.
La FAA dijo el viernes que su investigación sigue abierta y que «actualmente estaba revisando la presentación de la compañía de su informe de percance».
«Se requiere la aprobación de la FAA para cerrar la investigación y para que el Sistema New Shepard vuelva a volar», dijo en un comunicado.
‘Desalineación de empuje’
Blue Origin dijo que la anomalía fue causada por una «falla termoestructural de la boquilla del motor», refiriéndose al conducto a través del cual se expulsan los gases de combustión.
Esto, a su vez, resultó en una «desalineación del empuje» que activó el sistema de escape de la cápsula.
La falla de la boquilla fue causada por temperaturas más altas de lo esperado, concluyó la investigación, indicando que los «cambios de diseño» deberían evitar el problema en el futuro.
También reiteró que la cápsula y su carga útil «aterrizaron de manera segura» gracias a un sistema de escape que «funcionó según lo diseñado».
Blue Origin dijo que «espera volver a volar pronto» con las mismas cargas útiles NS-23.
En total, Blue Origin ha llevado a 32 personas, algunas como clientes que pagan y otras como invitados, desde julio de 2021, cuando el propio Bezos participó en el primer vuelo.
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