Foto: EFE
RÍO DE JANEIRO, 29 de agosto (AlMomentoMX).- En un emotivo discurso de defensa pronunciado en el Senado, a 48 horas de que vote por su manutención o deposición definitiva, la presidenta suspendida, Dilma Rousseff, advirtió que Brasil está “a un paso de un verdadero golpe de Estado” y si ella es juzgada también lo será la democracia.
“Ante las acusaciones de este proceso no puedo no tener un gusto áspero y amargo de la injusticia y lo arbitrario. Como en el pasado, resisto. No esperen de mí el obsequioso silencio de los cobardes”, dijo Rousseff, realizando un paralelismo entre el proceso “impeachment” y su pasado como víctima de la dictadura militar.
“En la lucha contra la dictadura sufrí en mi cuerpo las marcas de la dictadura. Vi a compañeros ser violentados e incluso asesinados. En la época tenía miedo de la muerte y de la tortura. Pero no cedí, resistí a la tempestad de terror que comenzaba a consumirme”, aseveró.
Agregó: “Quien cree, lucha. A los casi 70 años de edad no será ahora, tras ser madre y abuela, que voy a abdicar de los principios que siempre me guiaron”.
El juicio político, agregó, es una tentativa de la “élite económica y política” de tomar el poder sin el aval de las urnas y, sin mencionarlo, se refirió a su rival en el segundo turno de las elecciones, Aécio Neves, así como al presidente en ejercicio Michel Temer.
“Las acusaciones contra mí son meros pretextos. Apenas pretextos para derrumbar por medio de un ‘impeachment’ sin haber cometido crimen de responsabilidad un gobierno legítimo elegido con participación de 110 millones brasileños.
“Suspender mi mandato es como someterme a una pena de muerte política”, agregó Rousseff.
Al final de su discurso, la presidenta suspendida pidió a los senadores que voten a favor de su mantenimiento.
“Voten contra el impeachment, voten a favor de la democracia”, dijo, poco antes de que la sesión fuera suspendida por los aplausos de parte de los senadores.
En tanto, a las afueras del Congreso brasileño, manifestantes a favor de Rousseff protestaban y pedían la salida del presidente en ejercicio, Michel Temer, considerado por una parte de la población, políticos y la propia mandataria como un “usurpador”.
El juicio político a Dilma Rousseff debe terminar esta semana –probablemente el miércoles- en una votación en la que más de dos tercios de los 81 senadores deben votar a favor o en contra de la destitución de la mandataria.
AM.MX/dsc
Powered by WPeMatico