Cicuta
Jaime Flores Martínez
Viernes 25 de julio del 2025.- Agazapado en la oscuridad de las sombras, el promotor de Box Fernando Beltrán Rendón debe sentirse aliviado al fracasar su intento de convertir al ex boxeador Erik “el Terrible” Morales en el candidato morenista la alcaldía de Tijuana.
¡Beltrán era el principal promotor de Erik “el Terrible” cachondo.
Y aunque la memoria no es una virtud de la mayoría (incluido Cicuta), alguien debe recordar que Fernando Beltrán (propietario de la empresa Promociones Zanfer) insistió hasta el cansancio para colocar como candidato a presidente municipal de Tijuana al ex campeón mundial de boxeo Erik “el Terrible” Morales.
Apenas el año pasado, Beltrán Rendón inyectó cientos de miles de dólares en la campaña anticipada de Morales, además de establecer acuerdos y compromisos con acaudalados personajes pues —según trascendió— Beltrán les decía que el Terrible era solo un parapeto pues él sería quien tomaría las decisiones.
Y aunque para muchos era muy riesgosa la posible llegada de Morales a la política, su reciente cese de la Secretaría del Bienestar del actual gobierno de Tijuana debió generarle un hueco en el estómago al promotor Beltrán.
El actual alcalde de Tijuana Ismael Burgueño Ruiz, confirmó la destitución de Morales al conocer que una empleada de esa dependencia lo denunció en la Fiscalía Estatal por abuso sexual.
Lo peor es que un año antes, otra mujer denunció que Morales intentó abusar de ella en las oficinas del gimnasio de box que posee en la Zona Norte de Tijuana.
Más allá de las limitaciones de el Terrible en materia política, está visto que este personaje nació para ejercer el deporte de los puñetazos, pues está claro que fracasan sus intenciones pervertidas.
A la distancia, Fernando Beltrán debe sentirse aliviado por sus frustrados intentos de convertir a Morales Elvira en presidente municipal de Tijuana.
Es capaz de imaginarse repleto de compromisos y al mismo tiempo dado a la tarea de esquivar denuncias de tipo sexual planteadas por mujeres contra el Terrible.
Dios nunca se equivoca, dirá ahora Beltrán.
Y es que el nombre de Erik “el Terrible” Morales dejó de resonar en los cuadriláteros para instalarse en los pasillos de la política.
Su incursión, sin preparación ni vocación de servicio, fue impulsada —ya lo subrayó Cicuta—por el promotor Fernando Beltrán, quien desde hace años se ha dedicado a mover piezas fuera del ring.
Ahora que Morales ha sido cesado como secretario del Bienestar en el gobierno de Tijuana por una denuncia de abuso sexual, la figura de Beltrán permanece en las sombras, como si no tuviera responsabilidad alguna en este desatino político.
Morales se convirtió en símbolo de orgullo nacional durante sus años como campeón mundial de boxeo. Sin embargo, su popularidad no ha sido suficiente para sostener un papel serio en la administración pública. Su paso por la Secretaría del Bienestar fue tan gris como polémico.
Lejos de articular políticas o generar resultados, Morales se limitó a ocupar un cargo cuya dimensión humana y social le resultó demasiado ajena.
La denuncia por abuso sexual presentada por una empleada de la dependencia fue el detonante.
El alcalde Burgueño no tuvo más opción que cesarlo, aunque la reacción resultó tibia y tardía.
No se trata sólo de Morales, sino de quienes lo llevaron hasta ahí.
Fernando Beltrán, viejo conocido del deporte y la política, impulsó su candidatura con el aval de MORENA.
Vendió a Morales como un rostro popular, confiable y útil para las urnas.
Hoy Beltrán se esconde detrás del silencio, como si su papel fuera irrelevante. No lo es. Beltrán no solo promovió la figura del Terrible como futuro alcalde de Tijuana; tejió alianzas, negoció espacios y posicionó al ex boxeador como un proyecto electoral con respaldo oficialista.
El caso Morales refleja el fracaso de una fórmula repetida: convertir ídolos deportivos en figuras políticas sin formación.
La política exige sensibilidad, oficio y conocimiento del entorno social.
El carisma mediático no sustituye la ética pública. Tampoco la impunidad y por eso resulta preocupante el mutismo de MORENA ante el escándalo.
Ningún dirigente ha asumido responsabilidad, ni siquiera para deslindarse con claridad.
El Terrible ha quedado fuera del gobierno, pero su presencia dejó una estela de decepción y descrédito. La denuncia deberá investigarse con seriedad y sin sesgos.
La víctima merece justicia, no un silencio cómplice. La sociedad también merece explicaciones.
Fernando Beltrán, quien usó su poder y su dinero para colocar al Terrible donde nunca debió estar, no puede fingir que nada ocurrió. Su responsabilidad es directa.
Este episodio debe servir como advertencia. No todo ídolo es un servidor público. No todo voto es una justificación. Y no toda derrota termina con la campana.
Ah
La fiscal estatal María Elena Andrade dijo la semana pasada que son 2 las denuncias que tiene El Terrible por eventual abuso sexual.
Hubo quien dijo que Morales pensaba con los puños y no es cierto. Con los puños no se piensa y tampoco con la entrepierna.
Positivo
Qué bueno que las mujeres de más de 60 años recibieron con júbilo el anuncio de la Secretaría de Bienestar sobre la entrega de apoyos.
A esas mexicanas de más de 60 años el beneficio económico será una bocanada de aire fresco.
Ojalá que ese beneficio se amplíe por muchos años. Esas mujeres han pasado toda su vida sostenidas de la esperanza.
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