Foto: Notimex
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de agosto (AlMomentoMX).- En México, cada 26 días es asesinado un periodista, reveló un informe de la organización Artículo 19, el cual también destacó que en los primeros siete meses del presente año se rebasó el total de asesinatos de periodistas ocurridos en 2015.
“La impunidad que penetra a México, particularmente en lo que respecta a las agresiones contra la libertad de expresión, convierte al país en uno de los más letales para la prensa.
“Un aumento de tal magnitud en el número de agresiones sólo se explica por la falta de una política de protección y de acceso a la justicia efectiva, así como a la carente rendición de cuentas del Estado respecto a los responsables de estas agresiones”, aseguró Ana Ruelas, directora de Artículo 19 Oficina para México y Centroamérica.
De acuerdo con la organización, la libertad de prensa en México sufre “paulatinos y constantes retrocesos que transgreden los derechos a la información y a la libertad de expresión. Las agresiones contra la libertad de expresión son cada vez violentas y derivan en situaciones donde se requieren más instrumentos para la defensa”.
En su informe, la organización defensora de la libertad de expresión incluyó el caso reciente de Pedro Tamayo, periodista de El Piñero de la Cuenca asesinado en Veracruz el pasado 20 de julio.
También incluyó a los comunicadores: Marcos Hernández, de Noticias en la Costa (Oaxaca); Moisés Lutzow, de Radio XEVX (Tabasco); Manuel Torres, de Noticias MT (Veracruz); Salvador Olmos, de Radio Tu Un Ñuu Savi (Oaxaca); Anabel Flores, de El Sol de Orizaba (Veracruz); Francisco Pacheco, de El Sol de Acapulco (Guerrero); y Eligio Ramos, de El Sur (Oaxaca).
CDMX, primer lugar en agresiones
Artículo 19 documentó que sólo en tres meses, de abril a junio, tuvieron lugar 149 agresiones contra la prensa, 115 por ciento más que en el primer trimestre, cuando se registraron 69 eventos.
En total, hasta junio de este año suman 218 agresiones: es decir, que en los primeros seis meses del año se documentó, en promedio, al menos una agresión al día contra periodistas y comunicadores.
De acuerdo con el documento, la agresión más frecuente es el ataque físico contra el periodista o contra su equipo de trabajo (46 casos). Le siguen las intimidaciones (37) y las amenazas (35).
Por entidades, la Ciudad de México es el primer lugar de agresiones contra la prensa con 31 casos. Le siguen Veracruz, con 28; Oaxaca, con 27; Guerrero, con 17; y Puebla, con 15.
Aunque la capital del país es la entidad con más ataques, la más mortífera es Veracruz, con tres asesinatos en siete meses. También resalta el caso de Oaxaca, entidad que ha igualado a Veracruz en este apartado, con otros tres homicidios de comunicadores.
El informe resaltó que en lo que va del presente año los asesinatos a periodistas superaron ya a cualquier otro periodo del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. Incluso, los 24 homicidios de la administración priista superan los ocurridos durante el sexenio del ex Presidente Vicente Fox Quesada, donde fueron asesinados 22 reporteros.
El número de homicidios a periodistas, ya superó al documentado durante todo 2015 “en apenas los primeros siete meses de este año”, esto debido principalmente por la falta de respuesta por parte del Estado a las agresiones, señaló la organización.
Artículo 19 apuntó que los agresores de periodistas más comunes son los servidores públicos, con 101 casos. Mientras que la delincuencia organizada perpetró siete agresiones.
“De esta cuenta, preocupa de manera especial, las dos ejecuciones extrajudiciales registradas en el primer semestre del año que vuelven a señalar al Estado mexicano como responsable de la forma más extrema de censura, los asesinatos de periodistas. Es decir, el Estado se convierte en el protagonista directo en la persecución y eliminación física de quienes pretenden ejercer su derecho a la libre comunicación de ideas e información”, subrayó el informe.
Esto en referencia a los casos de Marcos Hernández y Salvador Olmos, quienes fueron asesinados extrajudicialmente por sus críticas a sus respectivos gobiernos municipales.
“La actuación violenta de las policías municipales de Huajuapan de León y de San Andrés Huaxpaltepec, ambos municipios de Oaxaca, en los casos de Marcos Hernández y Salvador Olmos, respectivamente, obliga a las autoridades mexicanas no sólo a emprender procesos de depuración de la responsabilidad penal, sino también adoptar medidas preventivas para evitar la repetición de hechos similares, como pudiera ser la revisión de las políticas de seguridad local que se están desarrollando, la supervisión de su funcionamiento y efectividad, así como el monitoreo permanente de las capacidades y aptitudes del personal que integra los cuerpos policiales locales”, estableció el informe.
La organización mencionó que la violencia contra periodistas y comunicadores aparece nuevamente focalizada en aquellas entidades federativas tradicionalmente más peligrosas para el trabajo informativo.
“Los tres asesinatos en Veracruz (Anabel Torres Salazar, Manuel Torres González y Pedro Tamayo Rosas), por su parte, ocurrieron en el habitual clima de violencia generalizada de aquel Estado, que en una dialéctica permanente de luchas y alianzas con el crimen organizado ampara un creciente número de agresiones, desapariciones y asesinatos de periodistas con casi total impunidad. Es necesario recordar que el sistema de ‘Alerta temprana para protección de periodistas en Veracruz’, impulsado por la Segob [Secretaría de Gobernación] y por el Gobernador [Javier] Duarte, sigue siendo un mecanismo que dista mucho de ser eficaz en la prevención y punición de ataques a periodistas”, indicó.
El informe enfatizó la actuación “pasiva” de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, debido a que sólo en dos investigaciones –la de Elidio Ramos Zárate y de Anabel Torres Salazar– se manejó la línea de la libertad de expresión como móvil del asesinato.
Artículo 19 alertó sobre el patrón de encubrimiento de la autoridades y la justificación de la violencia ejercida contra los periodistas, al ligarlos a “categorías sociales consideradas peligrosas”.
Amenazas
Durante el primer semestre de 2016, la organización defensora de la libertad de expresión documentó 35 amenazas de distinta índole. Once de ellas de muerte, como el caso contra Jorge Sánchez, director del periódico La Unión de Medellín del municipio de Medellín de Bravo, Veracruz, e hijo del periodista asesinado Moisés Sánchez Cerezo.
“Sin embargo, el contexto y particularidad de cada una de las amenazas reflejan la complejidad y situación de riesgo con la que conviven periodistas, reporteros y trabajadores de los medios de comunicación a lo largo de todo el país. La Ciudad de México es la entidad federativa que suma el mayor número de amenazas con siete, le sigue Guerrero con seis y posteriormente Veracruz con cinco”, precisó Artículo 19.
De las amenazas, 11 fueron amenazas de muerte, de las cuales seis se dieron a través de las redes sociales, dificultando el rastreo de los agresores. 42 por ciento del total de las agresiones ocurrieron, presuntamente, por parte de funcionarios públicos (11) o miembros de partidos políticos (cuatro). Las amenazas provenientes de particulares fueron 11.
La organización también documentó durante el primer semestre del año 43 agresiones contra la prensa en contextos de protesta social: 18 en Oaxaca, 10 en Tabasco, cuatro en Ciudad de México, tres en Veracruz, dos en Chiapas, dos en Michoacán, una en Yucatán,Puebla, Guanajuato y Guerrero.
“Los ataques van desde el robo de material de trabajo hasta el peligro de la integridad física y la vida; así, de las 43 agresiones, 16 fueron privación de la libertad, 15 fueron ataque físico o material, cinco intimidaciones, cuatro amenazas, dos homicidios y un acoso y hostigamiento”, puntualizó.
Artículo 19 concluyó que existe en México un “imparable” patrón de violencia contra la prensa, a pesar de que existen mecanismos estatales y federales para la defensa de los periodistas.
AM.MX/dsc
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