Cicuta
Jaime Flores Martínez
Viernes 7 de marzo del 2025.- Irrebatiblemente incumplida ante las exigencias de su homólogo norteamericano Donald Trump, la presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo ordenó a su grupo de “actuarios matemáticos” calcular los efectos de ese incumplimiento.
¡Quién sabe si revelará algo en la concentración del domingo en el zócalo?
Ese grupo de científicos calcularon los daños que provocará la aplicación del 25 por ciento de arancel a los productos mexicanos.
Además de figurarle las repercusiones que tendrá la aplicación del 25 por ciento de arancel a los productos que envía nuestro país a Estados Unidos, su equipo de actuarios “calcularon” la posibilidad de la eventual irrupción de “grupos gringos de élite” para desintegrar a los cárteles de las drogas.
Al observar detenidamente a Trump, difícilmente se decidirá a hacerlo.
Y es que la mayoría de los mexicanos se imaginan que un grupo de soldados estadunidenses armados hasta los dientes penetran a nuestro país y lanzan ráfagas de metralleta a inmuebles ocupados por narcos.
En ese escenario está claro que —efectivamente— Estados Unidos atentaría contra la soberanía mexicana.
Sin embargo, el grupo de actuarios que arropan a Sheinbaum le precisan que el gobierno de Trump no recurrirá a esa medida.
El gobierno de Estados Unidos redoblará estrategias de espionaje y aplicarán medidas restrictivas sobre aquellos personajes que utilizan los servicios financieros del vecino país para blanquear los recursos que generan.
En otras palabras, Estados Unidos echará mano de estrategias de inteligencia para pegarle a los narcotraficantes mexicanos precisamente donde les duele, es decir, en el dinero.
Paralelamente los servicios de inteligencia gringos apuntarán sus reflectores sobre los movimientos físicos que realicen personajes considerados clave en el mundo del narcotráfico en México.
Los gringos tendrán información importantísima y vigilarán a su contraparte mexicana luego de darles “santo y seña” de las maniobras de los capos.
Esos personajes gringos interesados en el desmantelamiento de los grupos delictivos, tienen clarísimo quien (o quienes) podrían darle “el pitazo” a tal o cual capo.
Aunque medianamente saben en quien confiar, los responsables de realizar operaciones encubiertas de Estados Unidos están conscientes que deben desconfiar de todo y de todos.
Desde hace un par de semanas se filtró que autoridades estadounidenses infiltraron agentes encubiertos en el círculo cercano a la facción de “los chapitos” del Cártel de Sinaloa.
Mientras esa filtración se diluyó con el paso de los días, resulta lógico suponer que los jefes del narcotráfico en México de inmediato “depuraron” al ejército de las personas de su confianza.
En resumen, la expectativa radical extremada por Trump no se realizará como lo anuncia.
Los actuarios le dicen a Sheinbaum que su homólogo no actuará precisamente como lo advierte y eso le ofrece mayor amplitud en su maniobra.
Para que quede más claro, la presidenta Sheinbaum puede continuar con su discurso retador, aunque deberá cuidar no caer en desafío extremo.
En resumen, el escenario para Claudia Sheinbaum es altamente complicado, aunque sensatamente controlable.
Su equipo, encabezado por su marido Jesús María Tarriba Unger, le ha dicho que tiene perfectamente calculados los movimientos y las acciones espontáneas de un personaje ciertamente impredecible y abiertamente desquiciado como Donald Trump.
Cese
“La pausa” que dio Trump el miércoles a la aplicación de aranceles a los productos automotrices es tanto como aplicar la mitad de la dosis de anestesia antes de una intervención quirúrgica.
Esa “pausa” es para darle a México otra oportunidad para que combata a los cárteles del narcotráfico.
Si alguien quiere ser insolente y graficar ese anuncio, sería tanto como agarrar a nalgadas a México.
El señor Trump hace lo que quiere, en el momento que quiere y el gobierno mexicano parece darle las gracias.
Ayer por la mañana Trump acordó que “ningún” producto mexicano integrado al TEMEC pagará aranceles, bueno, hasta el 2 de abril. Es jugar a México “el dedo en la boca”.
Lo bueno es que no hay sumisión.
Positivo
Qué bueno que el actual gobierno federal retomó el tema de la prohibición de comida chatarra en los planteles escolares de todo el país.
El futuro inmediato de México depende de la salud de los niños y jóvenes.
Es del conocimiento público que esta prohibición se ha tomado por gobiernos anteriores, aunque es obligado que estas medidas estén sujetas a la continuidad y no solo sean argumento político.
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