Joel Hernández Santiago
Al ex presidente panista de México, Felipe Calderón Hinojosa, le fallan el reloj y la brújula de su disco duro mental. Ya se le olvidó que este país es México y que él ya dejó de ser presidente desde diciembre de 2012, cuando entregó a una nación casi devorada por la violencia y ensangrentado.
Sí, Felipe Calderón está en derecho a ejercer su libertad de expresión; pero él confunde esta libertad con mandato extra-témpora: manda señales que son órdenes y hace uso de su mal sentido del humor para influir en el proceso político y denostar a candidatos de partidos ajenos al PAN, el mismo partido al que él arruinó con la pérdida de la presidencia.
En su dañada brújula cree que lo que él hizo durante su gestión merece el aplauso unánime de los mexicanos sin grito y sin guerra; lo que tendría que analizarse con mucho cuidado porque en una de esas querrá aparecer como el héroe nacional panista que nos dio patria y libertad, tranquilidad y trabajo, salud y educación, paz social y justicia sin impunidad y el todo cumplido para todos…
Él está en ‘fingir que es feliz’ creyendo esto aunque la mayoría mexicana sabemos lo contrario…
Para empezar, en sus desvaríos, al presidente que un día por quedar bien con las fuerzas armadas de México se disfrazó del ‘recluta Chiricuto’, le ha dado por participar en la campaña para hacer candidata presidencial por el Partido Acción Nacional a su esposa, señora Margarita Zavala. Está bien que ella quiera ser presidenta pero el problema es, por ahora, el marido incómodo.
Los mexicanos no podemos olvidar que durante su gobierno comenzó su famosa “guerra” contra del crimen organizado, pero que en esa su “guerra” ocurrieron sus famosos “daños colaterales” que costaron la vida a cientos de mexicanos y que destruyeron familias y que no hubo ni reparo ni reparación de daños a gente que ni la debía ni la temía, nada más por la traición de un gobernante enloquecido.
Desde el principio los presagios eran funestos. El 1 de diciembre de 2006 Calderón llegó a la presidencia extremadamente cuestionado y para tomar posesión tuvo que entrar por la puerta trasera de la Cámara de Diputados y en cinco agitados minutos fue investido como Presidente.
Apenas diez días después de tomar posesión inició su ‘estrategia’ para combatir el crimen organizado, precisamente en su estado, Michoacán. Y para esto involucró a las Fuerzas Armadas. (En la celebración de la independencia, el 15 de septiembre de 2008 dos granadas de fragmentación detonaron en Morelia. La guerra estaba declarada. Inocentes pagaban por ella.)
Fracasó en su Proyecto Chicontepec para la producción de crudo en 2007, que ha generado pérdidas millonarias aun incalculables; la inseguridad en las plataformas de Pemex costó la vida en octubre de ese 2007 a 22 trabajadores en la plancha Usumacinta.
En 2008 se le murió Juan Camilo Mouriño, su secretario de Gobernación y amigo personal en una tragedia aérea; en 2008 ocurrió el incendio en la Guardería ABC y cuyos responsables aún siguen sin castigo legal; en 2010 un comando armado asesinó a 17 muchachos que celebraban una fiesta en Villas de Sálvarcar, Ciudad Juárez, Chihuahua y sin averiguación alguna Calderón acusó a los jóvenes de ser pandilleros: sus madres lo increparon y le exigieron públicamente que se retractara.
Se empeñó en hacer la inútil Estela de Luz para el Bicentenario de la Independencia y Centenario del a Revolución, el costo archimillonario aun duele a la economía mexicana. Por mal proceso la francesa Florence Casses salió de prisión en México luego de las exigencias del presidente francés Nicolás Sarkozy… ¿Y qué tal del hallazgo de 72 cadáveres de migrantes centroamericanos en una fosa clandestina en San Fernando Tamaulipas, el 21 de agosto de 2011?..
¿Y qué tal aquella guerra interminable que empezó en 2006 y que hasta noviembre de 2012 costó miles de muertos mexicanos? ¿90 mil? ¿Cien mil? ¿Muchos más? Lo sabremos un día. “Daños colaterales irremediables”, dice. Más, mucho más ocurrió en el sexenio salado de 2006-2012.
¿Ya se aclaró el tema de la deuda de 200 millones para la construcción de ocho penales gestionada por Calderón y para pagar mensualmente en 22 años? ¿Por qué no lo dejaron entrar a Cuba hace unas semanas en el único caso de un ex mandatario mexicano al que se le cierran las puertas ahí?
Pues ese presidente cruel, sigue ahora empeñado en participar en política. Pero estorba, porque lo hace de la forma rupestre, primitiva y sin cepillar: manda tweets, como el que envió para burlarse de la candidata del partido Morena por su nombre: Delfina Gómez, y luego de borrarlo envió otro con sorna: “Ya serénense pejechairos, están leyendo muchas encuestas. Están nerviosos y agresivos, más que de costumbre”.
Pues ese tweet es la media exacta de quien fue presidente panista de México. Un ex presidente ‘chairo’ que se entiende en la vulgaridad, en la ofensa, en la burla y la venganza. Esa es su mínima expresión y es la advertencia de que la democracia de partido es de engañoso colorido. Felipe Calderón Hinojosa es el ejemplo.