* ¿Qué le hizo o dejó de hacer la señora Zavala Martín del Campo al señor Calderón Hinojosa? ¿Fue prudente aceptar ese cargo en este momento? ¿No será que el ex candidato de las manos limpias anticipa el futuro del país que gobernó, y prefiere poner pies en polvorosa?
Gregorio Ortega Molina
Los mexicanos debemos sentirnos orgullosos. Capacitamos tan bien a nuestros políticos y presidentes de la República, que luego de servirse de su función como administradores o en cargos de elección popular, son contratados por empresas globalizadas.
Todavía cuando Ernesto Zedillo Ponce de León decidió convertirse en yes man, el tema del conflicto de intereses no estaba reglamentado, normado y señalado como “inhabilitador” para ser contratado en el extranjero, o para convertirse en intachable servidor público.
Felipe Calderón Hinojosa decidió abrirse de capa para que lo veamos tal cual: adiós al lema de las manos limpias. Genaro García Luna contribuyó a que se las llenara de sangre, primero, luego de deshonestidad, pues correr tras un “lord protector” en Iberdrola, en el momento histórico en que su esposa, Margarita Zavala Martín del Campo, quiere ser ella misma, presidir los destinos de la República.
Hacerlo ahora es algo más que vileza y egoísmo, supera el conflicto de intereses, se presenta, en el análisis político, como la más elaborada intención de joder la precandidatura y posible candidatura panista de su mujer.
Corren varias versiones sobre el origen de la voluntad de poder en Calderón Hinojosa, pero con las modificaciones en su comportamiento en cuanto se terció la banda presidencial, puede pensarse que ninguno de esos cuentos es verídico, pues lo que muestra con su deseo de someterse a la voluntad de los patronos de Iberdrola, a pesar de convertirse en miembro del directorio, no es sino una mediocre ambición, que lo coloca como figurante, porque nunca llegó a ser figura, a pesar haber ejercido el poder y declarar una guerra abierta que no concluye, y llena al país de sangre.
Si construyeron el proyecto de Margarita Zavala como la piedra en el zapato de la izquierda representada por AMLO, como la némesis de la tercera opción, pueden olvidarse de ella, pues si el CEN de Acción Nacional es congruente, lo primero que observará en la propuesta de la candidatura de la señora Zavala Martín del Campo es un feo conflicto de intereses, pues todos podemos pensar que Iberdrola financiará las actividades proselitistas y políticas de la esposa de su recién nombrado miembro del directorio: Felipe Calderón Hinojosa.
¿Qué le hizo o dejó de hacer la señora Zavala Martín del Campo al señor Calderón Hinojosa? ¿Fue prudente aceptar ese cargo en este momento? ¿No será que el ex candidato de las manos limpias anticipa, con toda claridad, el futuro del país que gobernó, y prefiere poner pies en polvorosa?
Todo indica que AMLO cabalga en caballo de hacienda, pero un Aburto agazapado puede estarlo esperando, como un Sirhan Bishara Sirhan espera a Donald Trump a la vuelta de la esquina.