No Pasa Nada
Por: Jesús Solano Lira
A siete años de que Morena llego al poder, no cambia la retórica de que todo va bien y nos va a ir mejor, y a pesar del compromiso de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, de alcanzar la autosuficiencia en maíz blanco, incrementar la producción de frijol, arroz y leche, persiste la vulnerabilidad en el campo mexicano.
De acuerdo con el informe de la Secretaría de Agricultura, la presente administración le apuesta a la transición agroecológica, a través de las Escuelas de Campo, hay 4, 500 planteles en el país. Su función: crear comunidades de aprendizaje y de intercambio de conocimientos. Sólo hay capacitación técnica, sin planeación ni sustento científico.
Lo planteado por el gobierno federal, contrasta en mucho con lo expuesto por el docente e investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo, José Reyes Altamirano, quien advirtió que persiste la vulnerabilidad del campo mexicano y la pobreza rural.
Durante el foro “Pasado, presente y futuro de la Universidad Autónoma Chapingo”, impulsado por el Sindicato de Trabajadores Académicos de esa casa de estudios, el investigador echa por borda el discurso triunfalista de la 4T, al sostener que el campo presenta una paradoja, porque no ha sabido aprovechar su presencia en los mercados globales, y es vulnerable a riesgos climáticos y estructurales.
Las cifras de reducción de la pobreza en el sector rural también son desmentidas, con los datos proporcionados por el académico, los otros datos que revelan que persista la pobreza rural, con 15.5 millones de personas en esta condición, de las cuales 7.6 millones presentan carencia alimentaria, cuyas desigualdades se amplían en mujeres y comunidades indígenas.
Y las cifras que no da a conocer el gobierno, las encontramos en el Programa Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural 2025-2030, que revela que el 88.8 % de las unidades productivas reportan altos costos de insumos; solo el 6.1 % tiene acceso a financiamiento y apenas el 1.9 % cuenta con seguros.
Ya entrados en el tema, el investigador Reyes Altaminaro, reveló en una ponencia magistral que a pesar del liderazgo de México en el mundo, el país mantiene un déficit en productos clave para la alimentación, como: maíz, trigo, soya, carne y leche.
Ante la negativa del gobierno federal de reconocer que tenemos un campo vulnerable, el docente aseguró que el sector enfrenta desafíos fundamentales que amenazan su sostenibilidad y su capacidad de respuesta ante crisis. Además de la limitación de financiamiento, los productores tienen una alta dependencia al cultivo de temporal, en muchas ocasiones con severas pérdidas por sequías recurrentes.
Sin duda, la vulnerabilidad del campo se hace más evidente por las preocupantes cifras que dio a conocer el investigador. Alertó sobre la grave degradación ambiental que se registra en el país, en la que se pierden anualmente 207 mil hectáreas de bosque, lo que demuestra que la pasada administración nunca tuvo entre sus prioridades el tema ecológico, prueba de ello, es la devastación de la selva Maya.
Y por si esto no fuera suficiente, el 54 % de las unidades productivas utiliza plaguicidas sintéticos; el 90.7 % del territorio presenta algún grado de degradación, y el 76 % del agua dulce disponible se destina a la agricultura, con un 57 % de desperdicio y el 42 % de los acuíferos se encuentra en estado de no disponibilidad.
Ante esa triste y penosa realidad, el investigador urge al gobierno federal a emprender una transformación hacia la gestión integral de riesgos, para enfrentar los desafíos del campo mexicano, con una inversión masiva en infraestructura y tecnificación hídrica, priorizando la eficiencia y sostenibilidad del recurso más crítico para el sector, así como promover el cultivo de especies resistentes a la sequía, como: sorgo, garbanzo, girasol, nopal y amaranto,como alternativas viables.
Las soluciones ahí están, y surgen en una de las más prestigiadas universidades en agronomía del mundo. Ojalá el gobierno federal dejará de lado su soberbia y tomará en cuenta los resolutivos generados en el Foro “Pasado, presente y futuro de la Universidad Autónoma Chapingo”, que planteó el grave problema del campo mexicano, así como soluciones para revertir su deterioro.