Hace años el ahora Ex Presidente Biden lanzó su primera campaña a presidente de EUA. Tardó más de 20 años con 4 intentos, pero llegó a la Casa Blanca. Biden no enfrentó un juicio, pero pudo haber pasado por los actos de su hijo Hunter y de él mismo, pero no fue así. De cualquier manera, podemos ver que en algunos puntos EUA, Francia y México pueden ser un ejemplo de lo que pasa cuando se enjuicia a un político en activo.
En muchas ocasiones los juicios pueden ser exagerados por razones políticas, pero en otras de hecho pueden ser disminuidos por las mismas razones. Solo para poner en contexto el asunto es que Macron en Francia estaba por perder las elecciones presidenciales y Marine Le Pen es la candidata puntera.
Pero veamos con más detalle el caso de Francia. En años recientes, Europa se ha visto sacudida por temas de corrupción y presunta corrupción y en casi todos los casos las penas han sido menores. Ejemplos hay varios incluso llegando hasta la vicepresidencia del Parlamento Europeo en el 2022 a quien se le condenó por recibir sobornos de Qatar. Bueno Qatar parece que ya tiene tradición en eso del soborno porque como usted recordará se les acusó de comprar el mundial de fútbol y otros eventos similares. Pero la legisladora que supuestamente cometió el soborno no ha sido sentenciada ni nadie por ese caso. Lo mismo sucede con otro escándalo de presunta corrupción en el 2023 cuando supuestamente la empresa Huawei sobornó a políticos del mismo parlamento. De ese asunto nada se sabe después de 2 años de iniciado.
Marine Le Pen y varios de sus colegas fueron acusados de utilizar de forma indebida fondos del Parlamento Europeo que tiene sede en Bruselas, Bélgica. Se le acusa de haber pagado a asesores quienes trabajaban en cosas ajenas o contrarias a la política de dicho parlamento. Es decir que pagó salarios y sus empleados no hacían lo que debían hacer. El caso obvio tiene muchas aristas legales, pero de esas se encargarán sus abogados y los jueces de apelación. Lo que me llama la atención es que esos trabajos fueron pagados del 2004 al 2016 y que el juicio duró 9 semanas y se realizó a finales del año pasado. Uno se preguntaría si este asunto nunca fue visto durante los últimos 20 años.
Esas peculiaridades hacen que muchos piensen que esto fue un ajuste de cuentas político y no una aplicación de la justicia. El Partido de ella es el favorito para ganar las elecciones de Francia y ella la líder de las preferencias. En ese sentido, un juicio, sumario a casi una década de los hechos es de llamar la atención. De hecho, llama aún más la atención que la sentencia aplicó el castigo de suspender derechos políticos para ser candidata de inmediato. En muchos casos la pena se suspende hasta después de la apelación. Digamos que la pena puede causar daño irreparable y por eso por lo general se suspenden hasta que el caso está firme. Pero eso no sucedió en esta sentencia, la Jueza de la causa ordenó que La Pen no pudiera inscribirse a las campañas en el 2026 sin importar que su sentencia y por ende castigo estén aún en apelación.
AMLO casi fue encarcelado por el entonces presidente Vicente Fox y eso le dio muchísima popularidad, tanto que eso y el pleito entre el PRIAN le dieron la presidencia 12 años después. Lo mismo le pasó a Trump al enfrentar y lograr demorar o ganar la mayoría de sus casos legales.
Emmanuel Macron podría perdonar a Le Pen y con eso ganar la elección o rogar a Dios que ella no gane la apelación porque de lo contrario será presidenta y seguro le cobrará el regalo. Sea o no obra de Macron, ella se asegurará de que así se vea y la verdad la sentencia y los propios cargos en el momento oportuno parecen ser muy buenos para formar una narrativa sobre una persecución política. Yo he visto decenas de juicios penales en contra de ex políticos y en ninguno vi que le quitaran los derechos políticos al acusado antes de que la sentencia fuera firme e inapelable.
Veremos si La Pen se baja de la contienda y con eso evita arriesgar a su partido quien podría perder por falta de un candidato o tal vez ella haga esto su mensaje central de campaña. Ya veremos en qué acaba este caso, pero por ahora la justicia francesa no parece estar muy ciega. La sanción puede ser revocada por apelación que normalmente dura 18 meses pero que por ser de este caso ha sido acelerada a menos de 12 meses de ahí ella puede ir al máximo tribunal de Francia y aun así llegar a la elección, pero el tener suspendidos sus derechos políticos y estar sin posibilidad de registro ha hecho que esto se vea como un caso político y no de justicia ya que cualquier demora en los procesos de apelación y revisión la dejaría sin poder ser candidata.
La Jueza que presidía el proceso contra Le Pen hizo declaraciones públicas posteriores a la sentencia lo que no ayudó a su imagen de imparcialidad lo que aumentó los ánimos de los ya molestos seguidores de Le Pen. Esto ha generado que le asignen seguridad especial a la juzgadora quien públicamente desde antes del juicio ha sido partidaria de políticas contrarias a las de La Pen, lo que le suma más dudas a su imparcialidad.
La ley debe ser pareja, pero eso también implica la oportunidad. Ser juzgado para beneficiar a otros no es nada nuevo en la historia de la humanidad. La Pen puede ser responsable de ese delito que en casi todo el mundo sería falta administrativa y por tanto debe pagar su culpa, pero el tiempo de su juicio, la fecha de los sucesos, la velocidad de la sentencia y el alcance de la misma son cuando menos cuestionables, en especial porque el supuesto delito se cometió en Bélgica y aunque la ley de la UE establece que esas faltas serán perseguidas por los países natales de los parlamentarios. El caso es inédito ya que a nadie se le ha juzgado con esa severidad, celeridad y por faltas tan antiguas que para terminar no le dieron a ella ningún beneficio económico.
Algunos dicen que esta es la tumba de la política de Derecha que sería la primera mujer presidenta de Francia y que esto dará oportunidad para que el partido de centro Izquierda de Macron se levante porque no dará tiempo a la oposición para encontrar un candidato popular que suceda a Le Pen y todo esto puede ser muy cierto, pero también puede que sea la gota que derrame el vaso en la ya disminuida popularidad de Macron. En estos días se realizarán marchas de protesta mismas que esperemos no terminen en violencia que solo afectará a inocentes de ambos bandos.