Chino Zelaya en la lona
Round 3
Comienza el tercer round y en el cuadrilátero los peleadores ya mostraron sus armas, sus fuerzas, sus técnicas, muchas obsoletas para esta moderna pelea, otras con puras fintas, no traen nada, son costales; hay quien se pone a reparar baches con una pala que no sabe ni agarrar, hay quien no es reconocido ni por su propio partido, y en el colmo de la repetición de los viejos vicios, hay quien vota en el congreso estatal una ley de movilidad, traicionando a uno de los gremios que lo apoyó para llegar donde está y que apoyaba hasta hace unas horas en su candidatura local, porque, cada quien podrá tener distintas opiniones acerca del tema de los taxistas, pero como candidato, Zelaya les prometió a los taxistas que dicha ley no se aprobaría sin ellos, que se les tomaría en cuenta junto con la población antes de cualquier aprobación; pues bien, que como acostumbran, mediante un albazo, en una sesión fast track aprobaron una ley sin tomar en cuenta las necesidades y costumbres de la zona sur.
A casi 30 días de las elecciones un candidato por la presidencia de Othon P.Blanco se quita la careta y muestra que es un político más de aquellos que pasa por encima de los ciudadanos para la toma de decisiones, hoy el Chino Zelaya tenía una oportunidad de oro para demostrar que era distinto, que era un candidato preocupado por Chetumal y su gente, hoy el chino Zelaya mostró lo que en menos de 3 años como diputado ya aprendió, las mañas, los golpes bajos, el desprecio a la ciudadanía, las falsas promesas.
Tal vez en el norte del estado, para Playa del Carmen y Cancún donde los taxistas han hecho del servicio una patente de corzo, una ley como esa pueda dar beneficio y certidumbre al usuario, pero a la zona sur son otras sus necesidades, pero que les va a importar eso a los diputados locales y más a los chapulines.
En Chetumal, a diferencia de otras ciudades, debido al bajo poder adquisitivo de la población, las tarifas de los taxistas oscilan entre los 20 y 30 pesos, si, leyó usted bien, 20 a 30 pesos, la más alta puede llegar a los 50 y es de madrugada a la distancia más lejana, imagínese lo que sería para el chetumaleño que llegara una plataforma como Uber a querer aplicar tarifas que en un inicio parezcan atractivas (¿10 pesos quizás? Lo dudo) tronar al sistema local de taxis y luego poner ellos tarifas inaccesibles al pueblo, pues no hay que olvidar que Chetumal como toda la zona sur del estado de Quintana Roo, es la parte más olvidada por las administraciones estatales, una zona con un equilibrio muy endeble que depende del poco dinero del escaso turismo de paso, del personal de oficinas de gobierno y de una casi inexistente industria; de sueldos bajos, en su mayoría personal que trabaja en las oficinas gubernamentales porque como parte del desdén que ha vivido está zona fronteriza del hermoso Caribe mexicano, ha quedado orillada a parecer una ciudad meramente de trámites de gobierno o de paso para la fayuca. Durante años, los inversionistas interesados en la zona han sido ahuyentados por gobernadores y presidente municipales corruptos que antes que el beneficio de la comunidad piden enormes tajadas de dinero antes de otorgar cualquier permiso.
Hasta ahora que personajes como Julio taquito comienzan a hablar de las bellezas y tesoros geográficos de los que goza la zona sur, es que se acuerdan y hablan de comenzar a explotar la zona de manera turística como lo han hecho con el norte del estado, ya ahora se dan cuenta que vale la pena invertir en la zona sur, cuando casi la han asfixiado por la falta de apoyos e inversiones para llevárselos al norte de donde son las mayoría de los gobernadores, eso sin hablar de la corrupción de las administraciones municipales. De no ser por la gente trabajadora y orgullosa de su tierra que sigue luchando, esto ya sería un pueblo fantasma para beneplácito de los últimos gobernadores, pues más de uno soñó incluso con llevarse el título de capital del estado a alguna ciudad del norte.
De que se necesita mejorar el servicio no hay duda, de que hay fallas se sabe, pero a diferencia de los albazos y madruguetes, Julio Taquito habla de apoyar para que los usuarios y prestadores de servicios chetumaleños sean beneficiados para tener un transporte público de calidad, sin necesidad de traer plataformas extranjeras que se lleven el dinero circulante, que tanta falta hace en Chetumal, empoderando al ciudadano con programas e inversiones locales para que sea generador tanto de riqueza como de empleo.
Esa gente trabajadora y orgullosa es la que quiere ahora rescatar su zona sur y demostrar que si los gobiernos estatales, o federales, quieren ayudar serán bienvenidos pero si no, ya han sobrevivido a pesar de ellos y sus embustes, es hora de empoderar al ciudadano.
Ahora, que el servicio de taxi chetumaleño ponga de su parte y mejore, de lo contrario, que ponga las barbas a remojar.
Termina tercer round
Que suene fuerte.
Jorge A. Barrientos