La semana pasada intenté explicar que la situación de los “huachicoleros” era el resultado de la corrupción institucionalizada en el estado, pero además una distracción medíatica muy conveniente y convincente, que las soluciones reales de la ordeña de los ductos aunque viables y factibles no se han logrado poner en marcha integralmente debido a la intervención y mezquindad del crimen organizado legal, es decir el estado mismo.
Este asunto particular ha sido colocado en la palestra de la “opinión pública” por la indignación de muchos ante la evidente ejecución extrajudicial de un civil por parte de un militar, mientras otros lo han celebrado bajo el argumento neoporfirista de “mátenlos en caliente”, pero lo que se busca evadir, entre el escándalo mediático inducido, es algo mucho más profundo, más siniestro y peligroso.
Se omite convenientemente señalar que soldados rasos, malandrines novatos e inexpertos, pobladores de escasos recursos y obreros de PEMEX, arriesgan la vida mientras que los altos mandos militares, de gobierno, capos del narco, altos ejecutivos de la paraestatal y grandes consorcios empresariales en alianza, realizan pantagruélicos negocios con esta actividad ilegal sacrificando cobardemente a los más “jodidos”… los más necesitados, los desesperados.
Es el caso particular de los obreros de PEMEX que trabajan en cuadrillas a lo largo del trayecto de los ductos en una labor diaria e interminable, identificando los sitios en donde regularmente se hace la ordeña y ubicando nuevos lugares, arriesgándose no sólo a ser atacados por el crimen organizado sino a resultar muertos por las explosiones al descubrir y cancelar tomas clandestinas, este sin duda es uno de los trabajos de más alto riesgo existentes en el mundo.
Pocas personas entienden el peligro que la combustión de gasolina significa, y si a esto agregamos que los ductos que transportan el combustible tienen una presión interior muy alta, el resultado es francamente una bomba, aún así los muy aventurados técnicos improvisados de la delincuencia, conocidos hoy por la generalización de “huachicoleros”, se enfrentan a una muerte casi segura al perforar los ductos, siendo el resultado de un ínfimo mal cálculo la muerte instantánea de todo quien se encuentre en un radio de un par de decenas de metros.
Por esta ocasión es útil apoyarme en unas cuantas imágenes (Fotografía 1 y Fotografía 2) para describir el grado de peligro que lo anterior conlleva:
Las fotografías son francamente impactantes, cientos de “barrenadores habilitados” de ductos han muerto así, a eso se arriesgan los pobres diablos “carne de cañón” de los cárteles del narco quienes con tal sacrificio obtienen ganancias de miles de millones de pesos al año por está actividad. Según la consultora de riesgos Etellekt tan sólo en el 2016 el cartel de los Zetas obtuvo más de $7,000 millones de pesos por ordeña de ductos y el cartel Jalisco nueva generación obtuvo más de $4,000 millones de pesos, teniendo participación otros conocidos carteles del narcotráfico como; el cartel del golfo con un 16.34% del mercado negro, el cartel de los Beltrán Leyva con un 7.57%, el cartel de Sinaloa con un 6.29%, la familia michoacana con 2.52%, los caballeros templarios con 2.52%, y el cartel de Juarez con 0.70%. Igualmente la consultora de riesgos y daños Etellekt considera en un 95% la participación total de carteles del narcotráfico en el robo de combustibles, es decir, el protagonismo de “supuestas” células independientes como los “huachicoleros” significarían menos del 5% de perdidas por ordeña de ductos.
Curiosa es entonces la verdadera imagen que arroja esta realidad sobre los resultados de la guerra contra el narcotráfico iniciada por un borracho megalómano y una gringa psicópata genocida muy bien motejada como “Killary” Clinton.
Pero la ambición de unos pocos como siempre se traduce en el riesgo que alcanza lamentablemente a inocentes, y no hablo ni de derechos humanos, ni de ejecutados por el gatillo fácil de un patriota obnubilado, hablo de los siempre simples “daños colaterales”, personas que se encontraban en el lugar equivocado, para su desgracia. (Fotografía 3 y Fotografía 4)
Ha sido tal la cantidad de dinero que genera este ilícito, que el crimen organizado ya había extendido sus redes hace años, desde el 2010 ya se comenzaban a presentar casos frecuentes de ordeña en ductos de propano, utilizando inyección de agua para engañar a los detectores de presión, incluso los ductos de crudo son perforados generando en 2010 una pérdida aproximada de 10,000 barriles de crudo con un valor, en ese entonces, de $700,000 dólares ¡por día!.. el rumor es que se traficaba con USA para su venta ilegal a grandes empresas de productos químicos, e igualmente exportando ilegalmente el crudo robado mezclado entre los miles de barriles de venta legal, obviamente con ayuda de altos funcionarios del gobierno.
En 2005, según PEMEX, se denunciaron cerca de 140 tomas clandestinas, para 2009 fueron alrededor de 350, en 2010 alcanzaron la 700, teniendo en 2016 un record de 19,400 denuncias.
La realidad puede muy bien superar estas cifras, existen no menos de 100 tomas diarias descubiertas en toda la red nacional de ductos por las cuadrillas de obreros en la paraestatal, ¡de hecho existen tres o cuatro tomas realizadas en el mismo sitio, a tan sólo centímetros de donde se descubren la primera vez! ¡la red de transporte de combustibles por ductos en México es prácticamente una coladera remendada!.. (Fotografía 5 y Fotografía 6)
Y a esto es a lo que se enfrentan diariamente las cuadrillas de obreros de PEMEX que cancelan las tomas clandestinas, muchos de ellos han muerto al hacer su trabajo en condiciones de seguridad francamente deplorables auspiciadas por ejecutivos “muy bien trajeaditos” que ganan el quíntuple de salario de un obrero de PEMEX, burócratas de relumbrón cobijados por un dirigente sindical que se dispensan una vida de lujos a cambio de calentar un cómodo sillón ergonómico en horario de 5 horas en alguna oficina administrativa con clima artificial de la aún todavía sangrada y moribunda paraestatal. No mencionaré el papel del sindicato puesto que es ya ampliamente conocido su protagonismo en toda esta trama.
Como en el caso de la estrategia de aditivos a las gasolinas transportadas que quedó en el olvido en el 2010, existen otras propuestas como la de marcación de gasolinas, desarrollada por una empresa llamada Authentix, consistente en agregar un identificador, a la gasolina y diesel transportadas para así dar seguimiento, los resultados fueron muy reveladores pues un programa piloto se puso en marcha a inicios de 2016 corroborando lo que algunos sospechamos, la mayor parte del combustible robado es vendido al consumidor en las franquicias expendedoras de PEMEX, las gasolineras… por lógica, sin dilación o explicación el programa piloto se canceló, de igual manera que se canceló en su momento el programa de aditivos.
Y podríamos seguir escarbando y hallando información, iniciativas, estudios, técnicas y desarrollos de ingenieros mexicanos y/o empresas extranjeras para disminuir el robo de combustibles, pero la verdadera estrategia siempre ha sido una justificación para militarizar un país, generar un estado fascista y fuertemente armado en contra de cualquier disidencia, mantener los privilegios de una oligarquía, y expandir más el poder del crimen organizado infiltrado totalmente en el gobierno.
Porqué en el colmo de la impunidad que el contubernio de autoridades, criminales y empresarios representan es casi imposible imaginar que miles de millones de dólares usados en la “lucha” en contra del robo de combustibles no haya rendido el fruto prometido, el inconcebible gasto en detectores de presión, de vibración, drones, armamento, vehículos, asesores militares y demás estrategias de reacción, más no de verdadera prevención, y se continúen dispensado fortunas sin el menor rubor, todo bajo la bandera de la batalla en contra del crimen organizado.
Y a nadie parece interesar que entre los muchos intereses de estas mafias en el poder el recurso de la financiación de campañas, candidatos y elecciones termina significando la pantalla perfecta para seguir medrando al amparo de la “ley”.
Se considera, con cierta estulticia, que el gasto en la elección 2017 alcanzará la friolera de $4,000 millones de pesos lo cual parece mucho pero en realidad es sólo lo que se conoce como la “punta de la madeja”, por todos reconocidos son los gastos “extra” o “por debajo de la mesa”, entrega de $900 millones de pesos a una candidata desinflada, recursos de infraestructura carretera por $3,700 millones de pesos al primo en campaña, sean en fajos de billetes agarrados con ligas, envueltos en bolsas de papel, en maletas transportados en camionetas blindadas por avenida Reforma o en avión desde Veracruz hasta Toluca, invertidos en “misceláneas” electorales que cubren desde una torta hasta una televisión plana, desviados de presupuestos de asistencia social, por aportes “voluntarios” de la base burocrática o desde luego entregados sin ningún desparpajo por el narcotráfico, miles de millones de pesos son invertidos en las campañas, todo este cúmulo de dinero hace palidecer cualquier cifra imaginada. ¡Y aún así se sigue creyendo en la voluntad popular, las elecciones, el voto, el sistema electoral, y la democracia a la mexicana!
Provoca nausea como los más vulnerables, los obreros, los oficinistas, los soldados rasos, los periodistas de a pie, los desorientados adolescentes captados por el crimen organizado, los niños, ancianos, mujeres y hombres desesperados por el hambre, el desempleo y la injusticia terminan por ser la carne de cañón para que un grupo de inmorales descastados sigan viviendo en un sultanato disfrazado de democracia, que sigan engañando a millones con una zanahoria podrida, con discursos emanados desde un aliento pútrido y desvergonzado que dispensan como la última esperanza mientras siguen haciendo tratos con los mismos arquitectos de la inmundicia, la pobreza, la inequidad y la corrupción que han devastado al país por siglos.
Porque se siguen valiendo del jodido como carne de cañón, individuos dispensables, ignorantes, indolentes, inconscientes, adiestrados en la fe, que siguen esperando el renacer o llegada del líder… otro más emanado de la cantera de la inmundicia electorera, vale recordar a Fiedrich Nietszche declarando; “Todo lo grande ocurre lejos de la plaza y la fama, y lejos de estas han residido los inventores de valores nuevos”… y me atrevería a añadir; “y de verdaderos cambios”.
-Victor Roccas.