ENTRESEMANA
Solidario con Xóchitl Gálvez
MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
Sí, Xóchitl, sí. Es la maledicencia; no, no se tardó, fue en tiempo como la anunciación que urgió, índice al infinito: ¡venganza!, ¡venganza! He ahí la acción de unos carroñeros.
Porque les dijiste verdades en campaña y te dieron por derrotada cuando apenas nacía el proceso de sucesión.
¡Ah!, sin duda en tu equipo y dizque apoyadores y quienes te aplaudían hubo contradicciones y hasta Claudio X González adelantó temprano la debacle ese domingo de junio. ¡Caray!, el fracaso de una aventura que así lo fue contra el poder de la oligarquía que, en Palacio, rumiaba cómo desbarrancarte.
Y lo cumplieron y repartieron cargos. Y he ahí a priistas y panistas convertidos, convertidas al morenismo abyecto que traicionaron principios y lealtades como el senador hijo de papi que se asume morenista porque lo tratan a toda madre.
¡Pinches convicciones al carajo! El poder es el poder y más cuando lo ejercen a la diestra de la Princesa, aunque en un supuesto yerro le den la espalda.
El rencor se anida en esos personajes que se apropiaron del poder máximo. Uno atisbó temporada de cuervos porque lo criticaban y desnudaron corruptelas de sus hijos, parientes, amigos, compadres; otra, omisa frente a delitos de lesa humanidad, los califica: ¡carroñeros!
¡Válgame el señor!
Así, hoy opositores y críticos arrojados a la muchedumbre que les cobra facturas de otros tiempos y aúlla en la peana repleta su destino a las mazmorras y que los quemen con leña verde, al centro de ese que es llamado corazón de la patria.
Unos y otros instalados luchan por no desaparecer. La oposición política que, insisten Rubén Moreira y Marko Cortés y todos los etcéteras de distintas siglas y colores, incluso aquellos naranjas acusados de incurrir en esquirolaje, está viva y activa.
Pero el poder es cabrón y más cuando se nutre de las arcas públicas y ha enderezado la cacería de los no puros, incluso de quienes no militan en partido alguno, pero no inclinan la cerviz ante el autoritarismo de los nuevos jefes.
Porque habrá usted de saber cómo se comportan los dueños del poder. Y la Princesa Caramelo está enterada porque ella incurre en esa práctica de maltrato a sus subordinados cuando el carácter se le agria porque gobernar no es enchílame esta gorda y se encabrona porque en la prensa que no le es afín se publican verdades.
Habla de campañas de desprestigio y se victimiza, es la muñequita del pastel como su jefe, Su Alteza Serenísima que se asumía el presidente más atacado de la historia y era, personaje en todas las historias.
El Duce se peleaba –¿seguirá peleándose? — con sus fantasmas en esas más de mil quinientas noches que durmió en Palacio. Y cada día despertaba pensando cómo joder a México.
Luego reaccionaba, reaccionario que hizo de la protesta una industria con la que ha vivido sin dar golpe, con el cash que le recolectaban y arriman sus operadores, sí, estos que ocuparon cargos en su gabinetazo y, hoy ocupan en el equipazo de la Princesa Caramelo y en el Congreso de la Unión. Usted los y las conoce, estridentes en tribuna que se asumen dueños y dueñas de la verdad.
¡Ajajá!
Así la reacción de la ingeniera presidenta que se victimiza, pero finalmente la tragedia de Teuchitlán, Jalisco, ese campo de exterminio que ella urge no llamarlo así en esa perversa idea de ocultar crímenes bajo la alfombra, pero le sirvió para aplicar paliativos en soslayo de lo que dispone la Ley vigente.
¿Es oportunismo? Bueno, bueno, que no le salgan con que la ley es la ley, Pero, pero…
Ojalá y prosperen sus medidas, su decreto, sus iniciativas de reforma legislativa para atender y combatir a las desapariciones. ¿Por qué hasta hoy? ¿Por vergüenza frente al escándalo que se internacionalizó?
¡Ah!, pero no asume responsabilidad y sigue con el mismo rollo de su jefe: culpar a Felipe Calderón, a Genaro García Luna. Y, porfis, porfis, ya no toque al presidente López Obrador, clama con ese rictus provocado por una ofensa personal.
Pobrecito Andrés Manuel, pobrecito.
Y adelanta en el inciso c. “En el caso de Teuchitlán, Jalisco informamos que:
“Nunca ocultaremos nada. La verdad debe prevalecer siempre. En mi gobierno no habrá construcción oscura de verdades históricas, nunca; desde el gobierno no se tolerará la construcción de verdades a medias o falsedades. Siempre estaremos con la verdad y con la justicia”, advierte la ingeniera presidenta.
¡Sopas! ¿Ayotzinapa? Se cura en salud y le da un raspón a su jefe, igual a Alejandro Encinas, a Gertz Manero. A ese equipazo que metió a prisión al ex procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, porque construyó una “verdad histórica”, de la que luego se colgaron y armaron la propia.
Teuchitlán corre el riesgo de correr la misma ruta que no suerte del caso Ayotzinapa. ¡No pos sí!
Y para que no quepa duda, respecto de ese grupo embozado que quería dar portazo y se enfrentó a la fuerza pública frente a Palacio Nacional, la Princesa Caramelo encontró culpables. Lea usted:
“Y, en efecto, ahí vamos a encontrar cómo, particularmente, las personas que querían golpear la puerta de Palacio ni siquiera venían directamente en la marcha, un grupo distinto. ¿Quiénes son y todo? Pues ya corresponde hacer las revisiones. Esa es una parte.
“La otra parte es todos estos grupos de la oposición, calderonistas, muchos de ellos; que fueron parte del Gabinete de Calderón que, de manera hipócrita, ahora resulta que están dolidos por la situación de desaparición, cuando en realidad son parte de una campaña en contra del gobierno”. Sí, no se ría, lo dijo la ingeniera presidenta.
¡Felipe, Felipe! Canijo villano favorito, hijo… predilecto de Morelia.
El punto medular, señoras y señores, aplica en la máxima de que fiel a esa práctica del valemadrismo reacciona cuando el escándalo, le decía, es de tal dimensión que supera a la vergüenza. Y hasta ayer reaccionó.
“Quiero hacerles una lectura de algunas acciones que hemos decidido o que (he) decidido emprender sobre el tema de las desapariciones en el país. Quiero dividirlo en tres temas que vamos a tocar en distintos días en la Ciudad:
“Lo primero tiene que ver con las desapariciones en México: ¿qué es lo que vamos a hacer?, ¿cómo vamos a atender a los familiares?, ¿qué medidas legales o nuevas reformas jurídicas tenemos que emprender para atender este delicado problema que nos duele a todas y a todos? Eso lo vamos a tocar el día de hoy”, dijo la Princesa Caramelo. Vaya, vaya, vaya…
Y no perdió la oportunidad para adelantar que este martes, dedicará tiempo para atender a sus críticos y a la oposición. ¡Aguas!
“Mañana vamos a hablar de la campaña, de oposición, de la oposición en contra de nuestro movimiento que, como buenos carroñeros, bastante hipócritas, se suben a estas, construyen estas campañas, compran bots, le meten mucho dinero a las redes sociales y construyen este ambiente, según ellos porque, en realidad, se queda nada más prácticamente en la red X, que es de un porcentaje de este tamaño, viven de eso. Pero son campañas que tienen mucho dinero y vale la pena denunciarlas.
“Y ya el miércoles, que es el día del “Detector de Mentiras”, nos van a mostrar cómo se construye en esta campaña de “narcopresidente”, “narcopresidenta” o “narcoexpresidente”, “narcopresidenta”. Se está haciendo una investigación muy profunda (…)”, advirtió con severa actitud que su maquillista no puede ocultar.
Hasta los chinos asomaron en esa cabecita de la aprendiz de guerrillera colombiana, radical ceuísta y falaz delegada en Tlalpan. La otra tragedia del Colegio Rébsamen está viva.
Sí, la Princesa Caramelo está encabronada, se sabe obligada a gobernar. Las madres buscadoras y el escándalo de Teuchitlán la doblaron. Con la protesta no partidista en el Zócalo supo de qué lado masca la iguana. Drakko, la verdadera rebelión de las conciencias está en marcha. Digo.
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