Héctor Calderón Hallal
C. c. p: Señora Ángela Merkel, canciller de la República Alemana.
C. c. p: Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa.
C. c. p: Jorge Bergoglio, jefe del Estado Vaticano.
Redacción MX Político.- Me dirijo a Usted, dándole la bienvenida a este noble país, con el respeto y la profunda admiración que el suscrito tiene, como todos los mexicanos, hacia el noble, trabajador y solidario pueblo de los Estados Unidos de América, cuyo nombre y cuya historia, bien pueden ser invocados a propósito de toda su sublime narrativa fundacional como nación, de lucha contra la adversidad conservadora de las metrópolis europeas, resistentes al surgimiento de nuevas formas de vida democrática en el nuevo mundo, la cual se asemeja a la de nuestro país; por lo que esas historias nos hermanan, no sólo la geografía que compartimos.
Pero lo hago, aclarando con antelación, como un grito de alerta a quien quiera y pueda escuchar en el concierto internacional de las naciones, acerca de las aberraciones que ha vivido este país en los últimos dos años, con un gobierno que ha resultado ineficiente e irresponsable para con las necesidades de la población, particularmente de ese estado del noroeste mexicano que es el estado de Sinaloa, en la costa pacífico norte de su territorio.
Un pueblo paralizado de impotencia y pánico colectivo, cosa inusual en este pero, el factor sorpresa aplicado en las acciones nocivas a la paz social y en agravio a sus derechos cívicos, justifican esa parálisis.
Me explico, Señora Harris:
El pasado domingo 06 de junio, día de la jornada electoral celebrada en nuestro país, para renovar el Congreso Federal y en el caso de Sinaloa, como en el de catorce estados mexicanos más, para renovar los poderes locales, incluído el cargo de Gobernador, se presentó una especie de estrategia bien planeada, encuadrable perfectamente en los atributos para calificar cualquier delito en la legislación mexicana, que son la premeditación, la ventaja y la traición.
Una estrategia de grupos paramilitares y de cuadrillas de gente con aspecto de expolicías o de malandrines en activo –lo cual es casi lo mismo a veces- adiestrada para la operación que desplegaron ese domingo, que consisitió en sembrar terror en la población civil para que no se presentara a las casillas a sufragar, con armas de fuego y amenazas de por medio; sustrayendo incluso con violencia física, las urnas conteniendo el voto ya emitido de cientos de sinaloenses, así como el resto de las boletas y el material respectivo para la jornada electoral; lesionando incluso a ciudadanos que se encontraban en funciones electorales en esas casillas violentadas.
Y las corporaciones policiales, las fuerzas federales (Marina, Ejército, Policía Federal), brillaron por su ausencia… como en una acción concertada.
De igual forma, privando de la libertad a numerosos dirigentes políticos y operadores de campaña de candidatos en diferentes puntos de la geografía del estado de Sinaloa. Cuyo regreso sano y salvo no se ha podido comprobar cuando han transcurrido casi 48 horas de esos hechos en algunos casos.
Cabe señalar que el caso de los ‘asaltos’ a las casillas electorales, se presentó focalizada en el municipio de Ahome, donde está asentado el casco urbano de la ciudad de Los Mochis, la tercera en población y economía de aquel noroccidental estado. Pero lo más grave y que hace pensar que fue una acción planaeada ‘quirúrgicamente’, es el hecho de que las diferentes casillas violentadas por estos grupos armados, dan o quitan la ventaja de manera exacta a los candidatos que se disputan la alcaldía municipal de Ahome (Los Mochis) y consecuentemente, el control de la Policía Municipal local.
Numerosas hipótesis y suspicacias de coyuntura se desprenden, sobre todo porque dos de los aspirantes a alcaldes ya han sido autoridades en el rubro gubernativo y de seguridad: uno de ellos fue secretario general de Gobierno (Gobernación) a nivel estatal y otro de los candidatos que también está en la contienda, fue en ese mismo período, jefe de la Policía Municipal… y ‘coincidentemente’ en ese lapso, fue cuando más se desarrollaron las ‘narcotienditas’ en la ciudad de Los Mochis, es decir la venta al menudeo de drogas sintéticas, cosa que no se había visto en esa ciudad, que era ejemplo a nivel regional de progreso material y humano. Echaron a perder a Los Mochis y a su tranquilidad, definitivamente.
Desde entonces se elevó en la ciudad la tasa de delitos del orden común, las infracciones al bando y pululan por los cruceros jóvenes adictos.
Pero el ‘cóctel’ perfecto se da con la combinación de la perversidad de los actores locales –quien o quienes hayan sido, no se sabe- y la inacción o complacencia del Gobierno Federal.
Un presidente que encabeza un gobierno irresponsable en materia de seguridad pública, como lo es Andrés Manuel López Obrador, que no es la primera vez que muestra su desprecio por la integridad del pueblo de Sinaloa: el 17 de octubre de 2019, se presentaron en Culiacán, la capital de Sinaloa, una serie de enfrentamientos y bloqueos de vialidades de esa ciudad por parte de la organización criminal Cártel de Sinaloa (CDS), contra las fuerzas de seguridad del Ejército mexicano, a raíz de la captura (y posterior liberación) de Ovidio Guzmán, uno de los hijos del líder moral de la referida organización delictiva, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, actualmente preso en carcel de su país y de los cual, muy seguramente está Usted enterada.
Esa jornada en Culiacán fue sangrienta: con 19 muertos y con muchas pérdidas materiales. El presidente AMLO no intervino y aceptó la irresponsabilidad de no autorizar la intervención de cuerpos especializados para contener la vilencia, bajo argumentos más que ‘románticos´, absurdos.
Sabedores, señora Harris, que la pobreza enfatiza el miedo; el estrés y en ocasiones hasta la depresión. Que esta trae consigo humillaciones y necesidades, los sinaloenses somos un pueblo que detestamos la pobreza; simplemente no la aceptamos como un estado determinante de vida. Y en definitiva, tenemos muy claro también los sinaloenses, que sólo un tonto idealiza el estado de pobreza de la población o la lleva incluso al terreno del romanticismo retórico.
Eso es algo de lo que nos sentimos orgullosos, porque sabemos que ningún gobierno va a venir a resolvernos el problema de forma automática o mágica… porque el gobierno que gasta todo gobierno, el que sea, de la ideología que provenga, no es dinero de él ni de sus burócratas investidos de autoridad… es dinero de los contribuyentes, de nosotros, causantes, trabajadores y consumidores.
Nos llena de orgullo genuino sabernos así, un pueblo que lucha día a día por salir de la pobreza por sus propios medios, como son el trabajo fecundo y creador, la productividad, el sacrificio generacional de familias enteras por dar a sus hijos una preparación académica acorde al mundo vertiginoso que vivimos y a base del ahorro, del sacrificio en el consumo propio… somos, en honor a la verdad, un pueblo heróico señora vicepresidenta.
Por lo que muy respetuosamente y a riesgo de ser señalado como un “Lucas Alamán” moderno, por el propio presidente de mi país, experto en poner apodos y calificativos para polarizar a la población que gobierna, me siento obligado a comentarle esta aberrante situación que se vive en ese estado de la república y que, desafortunadamente el presidente ha descuidado ‘coincidentemente’ hoy que conocemos el resultado electoral donde su partido, Morena, hizo ganar ‘contra viento y marea’ a su exsecretario de Seguridad en Sonora, que junto con Sinaloa, conforman ese virtuoso corredor a California, estado donde Usted como Procuradora de Justicia, conoció en su más profunda entraña delictuosa, por lo que debe reconocer, la importancia geoestratégica que tiene para el trasiego de drogas este famoso ‘corredor del pacífico’ mexicano.
A menos que tenga ‘algún interés’ el Gobierno de los Estados Unidos en solapar la existencia de un corredor de esa naturaleza a escasos metros de la frontera sur con California ¿verdad?, el estado más rico de la Unión Americana… Personalmente, el suscrito no lo cree, ni lo desea.
Por tal le pedimos que tenga la gentileza de leer este expediente, ya que solicitaremos en atención a que se nos restituya a los sinaloenses y a a los ahomenses en lo particular, nuestro derecho a sufragar en paz y en orden, para renovar nuestras autoridades civiles.
Solicitaremos la nulidad de la elección, con su consecuente reposición del proceso, por lo menos en el muncipio de Ahome, aunque debería ser en todo el estado de Sinaloa, por las condiciones que se verificaron, claramente orientadas para inhibir el voto por parte de esa ‘delincuencia organizada’.
Y lo haremos con fundamento en el artículo 75, incisos i), J), k), de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral (LGSMIME).
Considerando para tal efecto, que existe además una tesis jurisprudencial que refuerza la pretensión aquí planteada: Jurisprudencia 40/2002; y Tesis XXXII/2004, XXIII/97 y XXXVII/98 del TEPJF.
Porque se realizó la conducta con la intención de influir en el ánimo de los electores o de los funcionarios para favorecer a algún partido.
Porque la conducta desempeñada fue determinante para el resultado de la votación: Impedir el ejercicio del voto a quien tenía el derecho de emitirlo ny no pudo hacerlo.
Porque no hubo causa justificada para ello.
Por todas esas razones y otras más, señora Vicepresidenta, en Ahome, Sinaloa, solicitaremos la nulidad del proceso electoral pasado y su consecuente reposición.
Y si el estado mexicano no nos puede garantizar nuestro derecho a elegir a nuestras autoridades, procederemos ante el tribunal internacional que pueda y quiera escuchar esta lamentable situación que priva en Sinaloa… y en México en general.
Dios bendiga al pueblo de los Estados Unidos … y Dios bendiga también al sufrido pueblo mexicano.
Autor: Héctor Calderón Hallal
@pequenialdo