Don Guillermo Alejandro de los Países Bajos
Presente
Permita que recurra a usted, porque en mi desesperación estoy tratando de buscar una salida digna en medio de una circunstancia espantosa de mi vida.
Desde hace casi diez años he sufrido una persecución inhumana, por un grupo de personas malintencionadas, encabezadas por alguien que presume tener mucho poder en el mundo. El motivo: haber escrito un libro en donde muestro y describo la manera en la que se realizó un fraude a los Estados Unidos Mexicanos (México), en la venta de una línea aérea de bandera mexicana, en el año de 2007. Aunque al parecer, la verdadera razón es otra.
Después de terminar mi texto, Sin Pase de Abordar, la parte oscura en la venta de Aeroméxico, me tendieron una trampa con la firma de dos contratos aquí en Brasil.
El primero fue con el Ministerio de Cultura, del Gobierno Federal de Brasil y el segundo con la compañía aérea LAN, de Chile. Ambos los firmó en mi nombre la señora Paulina Inés Ried Cumar, mi mujer y representante.
Paulina tenía una fundación en Salvador, Bahía, Brasil, mediante la cual ganó, con mis poemas, una licitación a la que fue invitada, por parte del gobierno de este país.
El segundo contrato se lo ofrecieron cuando ya estaba lista la primera edición del libro Sin Pase de Abordar, la parte oscura en la venta de Aeroméxico, que constaba de 15,000 ejemplares y me los enviaría a México, para su lanzamiento.
La idea, es obvio, era que no saliera al público la información que contenía, por no convenir a ciertos intereses.
En todos estos años, nos han hecho de todo sin poder evitarlo. Ordenaron que nuestros ingresos, por mis trabajos ejecutados, se bloquearan. Hicieron que nuestras propiedades inmuebles, en Salvador, Bahía, Brasil y en la Ciudad de México, fueran invadidas (hasta la fecha están en otras manos) y así, no pudiéramos contar con el dinero de una posible venta de ellas. Nos han atormentado, psicológicamente, con miles de mentiras. Sembraron el terror en nuestro domicilio, varias ocasiones, con personas que nos agredieron física y mentalmente. Para esto contaron con la ayuda de gente de todos los niveles, tanto de la iniciativa privada como del ramo gubernamental.
Los que realizan estos actos, son personas de influencia y han manejado a muchas autoridades de Brasil, Chile y México, por lo cual se nos ha cerrado, hasta en las embajadas, la posible ayuda.
Tal vez se pregunte, porqué le escribo comentando todo esto. Muy simple. Se ha recibido información de que la causante de nuestro dolor es una persona muy cercana a usted, de la misma familia real de los Países Bajos.
Según le han dicho a mi mujer, se ordenó censurar mi libro y parar nuestros cobros porque no desean que el nombre de mi esposa saliera a la luz pública. Si así fuera, tiene que ser una razón más que importante, pues una acusación de esta envergadura es sumamente grave.
Intenté buscar un correo electrónico para escribirle directamente. No me fue posible obtenerlo. Y aunque usted no lo crea, vivimos de lo que puedo colectar en los botes de basura, no tengo ni para comprar estampillas postales. Por tanto, no me quedó ninguna opción más.
Varias autoridades de este país, Brasil, saben de lo que estoy escribiendo.
Le pido sea tan amable de responder y ponerse en contacto conmigo a los teléfonos en Salvador, Bahía, Brasil: 55 71 982 90 42 13 y 55 71 992 18 57 27.
Estoy en la mejor disposición de acompañarle en una denuncia judicial, si no fuera exacta la información recibida, pues el daño humano que nos han causado estos bellacos es enorme. Pero, si es correcta, le pediré que haga público el nombre de la persona y la razón para ordenar tanta crueldad hacia nosotros.
Me pongo a sus órdenes,
Francisco Alberto Servin de Alba
Salvador, Bahía, Brasil, el 30 de mayo del 2018.