Miguel Valera

Relatos dominicales Miguel Valera   ¡Mátenla, mátenla!, grita una mujer. Un hombre le pega con puño cerrado en la cara;...

Relatos dominicales Miguel Valera Tú no sabes nada del abandono, me dijo un día Julián, serio, con esa mirada de...

Relatos dominicales Miguel Valera   Los domingos, antes de salir a misa, Sebastián se afeitaba escuchando el Minuet en Re...

Relatos dominicales Miguel Valera   La compasión, me dijo un día la maestra Lidia Ábrego, debajo de un almendro en...

Relatos dominicales Miguel Valera   Cuando vi al chofer de ese autobús de pasajeros bajar con papel higiénico en mano...

Relatos dominicales Miguel Valera   Me hubiera gustado conocer al empleado del Hotel Imperial en Tokio, que recibió de propina,...

Relatos dominicales Miguel Valera   La vi por primera vez en el Parque Masayoshi Ōhira de la colonia Country Club,...

Relatos dominicales Miguel Valera   Lo conocí en el Champdôtre, un restaurante ubicado en la avenida Ribera del Río, en...

Relatos dominicales Miguel Valera   Arnoldo dejó un día de ir al café. Le gustaba el lechero espumoso, con leche...

Relatos dominicales Miguel Valera   Conocí a Rolando en el corazón de Tuxpan, la ciudad de los bellos atardeceres. A...