Claudia Rodríguez
De la realidad a la imputación de lo cosmético
La defensa mediática de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum a los señalamientos del aumento en los delitos de homicidio, secuestro, extorsión y robo de vehículos en el primer trimestre de 2019 en la demarcación que administra, fue la de señalar a su antecesor de maquillar cifras.
No obstante, la organización Semáforo Delictivo –que manifiesta se alimenta de denuncias ciudadanas y esfuerzos de transparencia de autoridades–, informó que de enero a marzo de este año el secuestro se disparó 550%, mientras que la extorsión aumentó 127%, robo a negocio 62%, homicidios 48%, robo de vehículo 46% y narcomenudeo 31%, en donde había una clara manifestación del crimen organizado.
No quedaron fuera de estos aumentos descomunales, los delitos sociofamiliares: violación 454% y violencia familiar 17%. No obstante, el feminicidio bajó 10% y las lesiones dolosas o riñas 5%, mientras que el robo a casa habitación también decreció.
Centro de los tentáculos de la delincuencia organizada
El hecho es que la Ciudad de México (CDMX), capital del país, se ubica como una de las regiones en donde a diario se suceden crímenes de alto impacto en el que ya no sólo participan perpetradores en forma aislada, sino la misma delincuencia organizada y desde donde extiende sus tentáculos hacia otras zonas del centro del territorio nacional.
Vivimos ya no sólo con el temor de circular por distintas carreteras del país y ser víctimas de un delito, sino con sólo vivir en la CDMX se está altamente expuesto.
El hecho del alto porcentaje en secuestros y extorsiones es que más del 70% de los mismos, culmina con un pago. Más que la prevención o la no incidencia del delito, la regla a estos crímenes es que se termine con cumplir con las exigencias de los delincuentes.
El crimen paga
Se trata pues, de obtener un bien económico o patrimonial de la víctima u ofendido, e incluso el sustraer uno o más objetos con los que se puedan realizar los actos delictivos.
No sólo se están perpetrando transgresiones o violaciones en contra de las féminas de la ciudad y tampoco en un solo segmento etario, todos estamos ya expuestos incluso al interior de nuestros domicilios que cada vez acostumbramos a resguardar con más de una cerradura, una cerca, una alarma y hasta un sistema de video vigilancia. Más eso no detiene a los infractores, que en primera intención van detrás de quienes perciben tienen ellos o sus familiares, solvencia económica.
Lo más crítico es que igual que arrebatan la dignidad, el patrimonio los criminales, también despojan de la vida en números crecientes.
Sentarse a platicar cómo la ciudadanía percibe la delincuencia en la capital del país, está ya rebasado. La realidad del crimen inserto en nuestras vidas es agotadora.
Acta Divina… “No nos estamos haciendo patos en materia de seguridad”; Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la CDMX.
Para advertir… Todo indica pues, que se está rebasado.
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