Redacción Noticias MX.- El mensaje fue único, no hay presión, participa quien quiere en favor de México, coincidieron empresarios entrevistados que acudieron este miércoles a Palacio Nacional con el presidente Andrés Manuel López Obrador, a la cena donde se solidarizaron con el ejecutivo y con el país..
Incluso, académicos consideraron que el encuentro permitió un acercamiento del mandatario con los empresarios de México, lo cual es positivo para el país.
Tomás Milton Muñoz Bravo, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que la reunión que tuvo anoche López Obrador con empresarios, a quienes invitó a participar en el sorteo de septiembre próximo, tiene una doble lectura.
Destacó que hubo un acercamiento con empresarios, “aunque no fue la mejor forma” y se trató de resarcir un error de comunicación que hubo entre su gobierno y la iniciativa privada.
A su parecer, en este contexto, el dinero que entregó recientemente la Fiscalía General de la República (FGR) al gobierno debería destinarse primero al afectado directamente que fue el Infonavit.
Por separado, el académico Javier Santiago Castillo consideró que lo más adecuado por parte de los empresarios es que estén de acuerdo con la recuperación salarial y paguen sus impuestos.
Dijo que los empresarios deberían apoyar que exista una regulación para terminar con el outsourcing ilegal, que sería más positivo para el desarrollo del país.
La noche de este miércoles se dieron cita con el Presidente Andrés Manuel López Obrador unos 100 empresarios, entre ellos Carlos Slim Helú, presidente honorario y vitalicio de Grupo Carso, considerado como el hombre más rico de México, así como María Asunción Aramburuzabala, directora general de Tresalia Capital.
El marco fue la invitación que hizo el Ejecutivo federal para participar en una rifa especial con la Lotería Nacional para que le compren “cachitos” y con ello juntar aproximadamente tres mil millones de pesos, en lo que está valuado el polémico avión presidencial que adquirió el entonces presidente panista Felipe Calderón para el hoy expresidente priista Enrique Peña Nieto.
A su llegada por la calle Corregidora, Slim Helú, junto a su hijo Carlos Slim Domit, llegó entre empujones de representantes de los medios de comunicación y declaró que ayudaría al sistema de salud en México y que a su salida daría su opinión al respecto.
Sin embargo, el ingeniero salió por otro acceso de Palacio Nacional y ya no dio ninguna declaración a los representantes de los medios de comunicación que se dieron cita en el lugar.
Ni “charola” ni “sablazo”
Contrario a lo que un medio nacional de comunicación divulgó en el sentido de que la presidencia le dio “sablazos” a los empresarios, el consenso de éstos fue que la invitación a apoyar con la adquisición de números para la rifa del sorteo especial fue voluntaria.
Carlos Bremer, presidente del Grupo Value, expresó que el mandatario federal les dijo que nadie se sintiera comprometido, que apoyara quien lo pudiera hacer.
El empresario, quien compró la casa del ciudadano mexicano de origen chino Zhenlin Ye Go, comentó que apoyan la rifa y al país en materia de salud.
“Son montos importantes, según cada quien; todos hacemos nuestro máximo esfuerzo… para apoyar al país de alguna manera u otra”, dijo al salir del encuentro.
En entrevista con Notimex, agregó: “Voy a apoyar con lo que yo pueda, estoy analizando, no creas que soy de los montos máximos, no tengo esa posibilidad, y trataría de convocar a otros empresarios”.
Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), dijo que todo fue voluntario y que cada quien dará el apoyo que crea pertinente, incluso dijo que luego de que el presidente criticó los gastos en lujos de los pasados gobernantes y la impunidad lo ovacionaron durante un minuto.
“En el sector empresarial siempre criticamos eso, que nuestros impuestos se usaran en esos excesos y por eso le aplaudieron”, declaró a su salida del encuentro Cervantes.
Bosco de la Vega, quien es el presidente de la Confederación Nacional Agropecuaria (CNA), dijo que acudió como empresario y no como representante del gremio y que él, junto con su socio, analizarían la propuesta del Ejecutivo.
Y esto porque, aclaró, “nosotros tenemos un presupuesto destinado para apoyar a fundaciones”, por lo que se analizará la propuesta.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar, dijo por su parte en tono de broma que “venía a comer tamalitos”.
Empresarios como Humberto Garza, director de Grupo Famsa, dijo que él no firmó ningún compromiso, debido a que se quedó con muchas dudas, y como en la reunión no se permitieron preguntas, se regresó con más dudas, tales como si el pago es de manera inmediata y si será deducible de impuestos, entre otras.
Entre los asistentes estuvieron también Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa, quien llegó y se fue sin dar declaración alguna; así como Olegario Vázquez Aldir, director general de Grupo Ángeles.
Otras de las personalidades que acudieron son Daniel Servitje, Carlos Peralta, Miguel Alemán, Antonio del Valle y Javier Reyes. Eduardo Ozuna, vicepresidente y director de BBVA México, se retiró del encuentro sin dar declaración alguna.
Benjamín Hernández, empresario oaxaqueño, confirmó que aportaría 300 mil pesos; y Antonio Suárez, fundador de Grupo Mar, dijo que compraría cachitos y los repartiría entre sus empleados.
Será hasta el 15 de septiembre próximo cuando se lleve a cabo este sorteo para financiar programas de salud del gobierno federal y se emitirán seis millones de cachitos y habrá 100 premios de 20 millones de pesos cada uno.
JAM