Aquí en el Congreso
Por José Antonio Chávez
El llamado que insiste el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno “Alito” a la oposición y la propia sociedad civil de cerrar filas por el país, para construir la auténtica Unidad Nacional, tiene mucho de sentido si tomamos en cuenta que hoy México, desde 2018 vive un narco-gobierno y no porque lo digan los opositores, sino porque es Estados Unidos el que acusa con todas sus letras en mayúscula.
Para nadie es secreto que hay una presión del gobierno de Donald Trump para que México entregue a los narco-políticos de Morena que se han encargado de proteger a los cárteles de la droga. Hay señalamientos claros de candidatos que hoy son gobierno que recibieron financiamiento de dinero del crimen organizado para sus campañas.
Por eso las campañas de aplicar a México aranceles muy altos, son la amenaza de cada día del vecino país cuyo reclamo ha sido la falta de combatir a los carteles de las drogas, principalmente el de Sinaloa, epicentro de la producción de fentanilo. Hoy las declaraciones, como testigo protegido de Iván Archivaldo Guzmán “El Chapito” desnudaron la complicidad del gobierno de López Obrador.
Si bien no hay una lista oficial, anote que Estados Unidos tiene bajo lupa a los gobiernos de Sinaloa, Rubén Rocha, de Tamaulipas, Américo Villarreal, de Sonora, Alfonso Durazo, al propio Mario Delgado de la SEP, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar y de Quintana Roo, Mara Hermelinda Lezama.
Que decir del caso más reciente que salió a la luz pública del coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto por el secretario de Seguridad que designó cuando fue gobernador de Tabasco y que resultó ser el cabecilla del Cártel La Barredora, Hernán Bermúdez “El Comandante H”, hoy prófugo de la justicia y con ficha roja de la Interpol.
En este sentido, Alito denunció que Adán López ha sido señalado de manera directa y reiterada, tanto en el plano nacional como internacional, por sus presuntos vínculos con diversos grupos delictivos del crimen organizado, que operaban impunemente durante su gestión como gobernador de Tabasco, acusaciones que se extendieron a su paso como secretario d Gobernación, tolerado por López Obrador.
También señaló que ese manto protector de Morena, con López Obrador como Presidente, llegó a Nuevo León para cobijar al gobernador de Movimiento Ciudadano, Samuel García, su gran aliado, acusado de lavado de dinero, triangulación de recursos públicos, delitos electorales y nexos con el crimen organizado y no pasa nada.
Alito, si bien señaló que los priistas han sido perseguidos, calumniados y espiados, por este narco-gobierno, respondió con firmeza que no los doblarán y que, al contrario, el PRI seguirá denunciando ante las instancias internacionales, porqué, está más que claro que en México simple y sencillamente no procede nada.
Bueno, si al final del día el 65 por ciento de los mexicanos no votaron por Morena y no están de acuerdo con este gobierno porque ha agudizado la crisis por la inseguridad y los vínculos con el crimen organizado que mantiene a México en una situación de confrontación con estados Unidos, solo restaría preguntarles si están de acuerdo en la construcción de un solo frente, como llamó Alito para defender y recuperar el México de paz.
El llamado a las fuerzas políticas, es clave para los panistas de Jorge Romero que también, igual que Ricardo Anaya, son perseguidos por el gobierno de López Obrador y hoy de Claudia Sheinbaum, el argumento El Cártel Inmobiliario.
Marko Cortés y Lilly Téllez, enfrentan acoso de los legisladores de Morena bajo amenazas y más. Se han convertido, también en un dolor de cabeza para esta administración.
Sin embargo, la gran duda está en Movimiento Ciudadano donde su propietario, Dante Delgado tendrá que definirse si se integra al bloque de este Frente Unico Opositor, porque hay evidencias de forma cínica de apoyar a Morena, un partido de su amigo López Obrador.
No se pueden lavar las manos los del partido Naranja con Jorge Alvarez Máynez, de gritar que son la alternativa que México necesita cuando entregan sus votos al partido oficial para las reformas que el PRI y el PAN han reprobado.
Naturalmente que los que dan la cara son sus coordinadores de la Cámara de Diputados, Ivonne Ortega y del Senado, Clemente Castañeda, y el argumento es que la línea fue del que manda. La pregunta es, entonces ¿el partido naranja y el PAN, quieren jugar a perder o a ganar?, porque Ir solos o ellos dos juntos, simplemente pavimentará el camino a Morena y será un fracaso más que anunciado.
GOBERNADORA INSENSIBLE
La forma insensible de la gobernadora de Veracruz, Roció Nahle, de dirigirse al escenario de violencia que azota en su entidad, no es novedad. El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez vivió un infierno del fuego amigo cuando intentaba competir por la candidatura al gobierno del estado. Tanto la entonces secretaria de Energía, como el entonces gobernador, Cuitláhuac García, simplemente le jugaron chueco para atizarle con todo el peso del estado.
Por eso no hay buenas relaciones con el líder de San Lázaro, Ricardo Monreal, amigo de Gutiérrez, o al menos, no hay cara para visitarlos al igual que la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, pues parece que hay pena en su interior, porque todo mundo sabe que han sido protagonistas de aventar la piedra y esconder la mano.
Jachavez77@yahoo.com