Alguien, –que no será Ernestina Godoy Ramos, porque tampoco lo sabe ni lo comprende-, debería de exteriorizarle a la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, que nuestra Carta Magna y el Código Penal Federal, son la fuente emisora de la certeza jurídica que se contrapone a la incertidumbre inherente a la arbitrariedad, tráfico de influencias, corrupción y narco-política que son inseparables al descredito de los gobiernos que padece y ha padecido México.
Algunos jueces, magistrados, fiscales y agentes del ministerio público del hoy y del ayer, son los únicos responsables de haber convertido en incierta la interpretación y aplicación de la ley.
Para desventura de nuestra República, las incorrectas injerencias de la política en el entorno de procuración e impartición de justicia, es, ha sido y será un problema que afecte en mucho a nuestra Justicia, contrariedad la cual se ha acentuado en el segundo piso de la Cuarta Transformación de la Nación, por la carencia de contrapesos de hecho e institucionales que impiden una investigación seria y formal que permita encarcelar a aquél funcionario público que creó la primera y única alianza con el narcotráfico.
Es muy comprensible la desconfianza y descontento de la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, con la equivocada procuración e impartición de justicia, pero el desagrado se podría tornar considerablemente peor, si la Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, mantuviera, como mantuvieron en el pasado diversos gobernantes, signos de complicidad y parcialidad para brindarle impunidad a la narco-política.
El mandato de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, se encuentra a prueba, porque hoy la narco delincuencia política es tildada por el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica; como terrorista.
Estos días, parecen haber sido dictados de propósito, para atender y combatir aquella denuncia penal formulada contra la narco-política en la época del neoliberalismo, acusación que fue despreciada y no investigada por la Procuraduría General de la República, hoy Fiscalía General de la Federación.
La abogacía independiente de la República, espera confiada, en que la incertidumbre se convierta en certidumbre jurídica.
Es cuánto.
Lic. Alberto Woolrich Ortiz.
Presidente de la Academia de Derecho Penal
del Colegio Nacional de Abogados Foro de México A.C..