La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Entre histórico, histérico e histriónico…la línea es muy sutil
Es de dominio público que, la doctora Claudia Sheinbaum, es la primera presidenta de México, así pues, todo lo que haga, de inicio, a lo largo de su administración, será la pionera en el tema: rendir protesta, dar el ‘Grito’, ir a Hermosillo o Tuxtla, presidir el desfile del 16 de septiembre, estornudar en el despacho presidencial y un largo etcétera.
Así pues, resulta exagerado, desde nuestra perspectiva que, de cualquier evento significativo, en lugar de destacarse el resultado del mismo, se recalque:
¡Histórico! es la primera vez que una mujer habla con el mandatario de EU como presidenta de México.
En este sentido, la noche del pasado 15 de septiembre no fue la excepción, pero, las preguntas son: ¿cambió algo al día siguiente? ¿hubo menos contaminación? ¿disminuyó el analfabetismo? ¿el ‘Tri’ se perfila como favorito para ganar la Copa FIFA 2026?
La verdad sea dicha, no cambió nada, por lo tanto, al señalar el hecho como ‘histórico’, en realidad se está ensalzando lo anecdótico sobre los asuntos de fondo, esto nos lleva a plantear: ¿por ser la primera presidenta se transformó la forma de ejercer el poder?
Entendemos que la señora Sheinbaum tiene su propio estilo, sin embargo, los fundamentos de la presidencia imperial están incólumes, incluso, reforzados.
Valdría la pena reflexionar, antes de chotear el multicitado adjetivo, no sea que el próximo año la de ocho sea: ¡Histórico! Sheinbaum la primera presidenta en dar su segundo ‘Grito’.