C O N T R A P O DER
JUAN ANTONIO TORRES
En memoria de Adrián Medrano Ávila.
Panista? ¿Darán la sorpresa el PRI o MC.
No son pocos los que se preguntan qué va a ocurrir en Chihuahua, en las elecciones del 6 próximo de junio, cuando se renueve el poder del Ejecutivo estatal, así como las 67 alcaldías que conforman el mapa geopolítico de la vasta entidad, sin soslayar el poder legislativo, es decir las 22 diputaciones locales de mayoría y por supuesto, las 9 curules federales, cuyo asiento se ubica en el palacio de San Lázaro.
En ese contexto de futurismo político, también otros muchos, se preguntan la suerte que le espera al huésped de palacio de gobierno, Javier Corral Jurado, el reputado, Talegas, quien tiene más que sabido que su destino y su suerte, estarán ligados, a lo que ocurra en los comicios estatales dentro de 90 días.
Chihuahua, es hoy de extracción blanquiazul, por segunda ocasión en el devenir de su historia, después de que otro panista, como fue el caso, de Francisco Javier Barrio Terrazas, se convirtiera en el primero, en sacar a los priistas del palacio de gobierno en 1992, gracias a una concerta -cesión, pactada por el expresidente, Carlos Salinas de Gortari, y Luis H. Álvarez y Diego Fernández de Cevallos, en la víspera de la firma del Tratado de Libre Comercio, que se suscribiría en 1994, sacrificando, al ex edil de Ciudad Juárez, José de Jesús Macías Delgado.
Las circunstancias políticas que imperan hoy, son totalmente diferentes a las que imperaban en el 2016.
Hoy, está un panista en el poder, como es el caso de Javier Corral Jurado, quien ha metido en un grave retroceso a la entidad en la mayoría de los rubros de la administración del Nuevo Amanecer.
Es la ineptitud rampante.
El priista, César Duarte Jáques, de facto, ya no tiene los hilos del poder, como los tuvo a manos llenas, hace casi 5 años, empero, su perversa y putrefacta imagen, sigue más que omnipresente entre el imaginario colectivo, por toda la podredumbre que dejó a su paso, y obvio, todos los damnificados que no dejan de ser balconeados y exhibidos un día sí, y otro también, por su némesis, Javier Corral, que hoy lo tiene convertido en un chivo encarcelado, después de una negociación cupular entre el ex huésped de la Casa Blanca, Donald Trump y su homólogo mexicano, AMLO, el pontífice de la 4T.
Los candidatos de hoy a la gubernatura de Chihuahua, tienen sus pros y sus contras.
Es sabido por todos, que la candidata incómoda del actual mandatario estatal, es sin duda, la alcaldesa con licencia, la virtual candidata a gobernadora, María Eugenia Campos Galván, apodada en los días que corren, por sus cada vez más evidentes trastupijes, como Maru Moches, que tejió con el ex gobernador, César Duarte.
Corral, la tiene en la mira, y por ende, la va a descarrilar de su pretensión de ser la abanderada del PAN, en los próximos comicios. Sí lograra llevarla a la cárcel, como muchos opositores lo desean y se lo festejarían, aunque socavara las probabilidades del blanquiazul de seguir en la gubernatura; más sin embargo, se consolidaría la imagen del gobernador, en el espectro nacional, más allá de que pierda o gane las elecciones, el PAN.
La vertiente de los intereses políticos de Javier Corral, es un hecho, que no convergen, con los de su acérrima rival, María Eugenia Campos, y con los del jerarca nacional del PAN, el nativo de Morelia, Michoacán, Marko Cortes Mendoza.
La abanderada del PAN, era o es junto con el senador morenista, Cruz Pérez Cuéllar, los candidatos mejor posicionados en todas las encuestas serias, pero que, tras estallar el escándalo de la nómina secreta, la solvencia moral y política de ambos personajes, se pulverizó. Se fue por el suelo, su imagen y desde luego, la credibilidad ante la lupa social, que cada vez la observa con más sospechosismos por tanto amparo que ha promovido, pretendiendo hacerse la víctima o una mártir por culpa de su adversario político, el jefe político de Chihuahua.
En lo que respecta a la candidata del PRI, Graciela Ortiz González, si hay un factor que debemos destacar, es que no tiene bola incómoda con el gobernador, todo lo contrario, han tejido una relación de amistad de muchos años atrás, porque coincidieron en la pasada legislatura, como integrantes de la Cámara Alta, es decir de la Cámara de Senadores, cuando los desencuentros entre Duarte y Corral, entraban en una dinámica de confrontación y encono, que se seguiría hasta que el panista llegó a la gubernatura, y culminara con la captura del priista en los Estados Unidos, el pasado 8 de julio en los Estados Unidos, en la única gira que ha efectuado López Obrador fuera de nuestro país.
No debemos olvidar que la hoy abanderada del tricolor al gobierno de Chihuahua y el hoy mandatario, empezaron a tejer una relación de amigos, desde que ambos, fueron diputados locales en 1992, por la vía plurinominal, justamente cuando, Francisco Barrio, se erigía como el titular de la Primera Magistratura de Chihuahua, y veía a Corralito, como su hijo putativo.
Ortiz González, no es una exageración decir, que es la candidata que reúne un perfil de experiencia administrativa y política, que no pueden presumir los demás a la luz de los hechos.
Graciela, tiene a su favor, además que en las actuales circunstancias, no se ha jaloneado con el mandatario estatal, que ha sufrido el fuego cruzado, en principio de parte de la ex alcaldesa de Chihuahua, María Eugenia Campos, y luego de parte del abanderado del partido guinda, el ex virrey de Chihuahua, Juan Carlos Loera de la Rosa, quien cuando fungía como responsable de los programas sociales para Chihuahua, de la Cuarta Decepción, aparecía como un perrito faldero de Corral Jurado, en muchos de los eventos públicos que tuvieron que compartir.
La candidata tricolor, cuenta además, con una estructura partidaria, que no tienen los otros partidos políticos. Ese es un plus, que desde luego va a pesar y mucho a la hora de cuidar y vigilar el voto ciudadano.
Si, Graciela se pone las pilas, y lleva a cabo una convocatoria de muchos de los cuadros políticos que se habían replegado o retirado de la otrora maquinaria electoral, porque no confiaban en las promesas del ex líder del PRI estatal, Omar Bazán Flores, porqué siempre desconfiaron de su forma de hacer política, solo con los de su grupo. Ojalá, la candidata no vaya a caer en las actitudes arrogantes y soberbias de las cuales hacía gala, el frustrado aspirante a gobernador del PRI, Enrique Serrano Escobar, quien cuando llegaba a algún restaurante o un centro de eventos no saludaba a nadie. Quería que todos se tendieran a sus pies, porque creía que el poder de su mecenas, César Duarte, le alcanzaría no solo para ungirlo candidato, sino incluso para instalarlo en el palacio de gobierno, y cuidarle las espaldas al hampón de Parral, cuando ya se hubiera ido.
Graciela, debe seguir el ejemplo de otros abanderados que fracasaron en sus intentonas de ser diputados o senadores o gobernadores en una primera vez. Pero que lo lograron una segunda ocasión, como el caso del otro priista de Nuevo León, José Natividad González Parás, o el del panista, Felipe del Sagrado Corazón de Jesús, Calderón Hinojosa, quien en 1995, pretendió ser gobernador de Michoacán de Ocampo, pero fue derrotado por el priista, Víctor Tinoco Rubí, condenándolo aparentemente a la ignominia, más sin embargo, en el 2006, se postularía para la Presidencia de México, dejando en la orilla al tabasqueño, el ex jefe de gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador.
La circunstancia electoral que pueda darse después del previsible descarrilamiento de Maru Moches, cambiaría el escenario político y por ende, la correlación de fuerzas, y a esta coyuntura, no sería ajena, por supuesto, la candidata del PRI..
Quien podría ser una beneficiaría, y no, una damnificada, del encontronazo entre Javier Corral- quien lleva todas las de ganar-y Campos Galván, quien tiene todas las de perder, en este conflicto, en esta lucha de poder por el poder..
En lo que respecta al candidato de Movimiento Ciudadano, a la gubernatura, el ex edil de Parral, Jorge Alfredo Lozoya Santillán, de todos es sabido, es que un alfil del gobernador, quien lo manipula a su antojo; ya sea para alabar “a su amigo el gobernador Corral,” o para fustigar a los adversarios del inquilino del palacio, caso concreto, la alcaldesa de Chihuahua, con licencia, María Eugenia Campos Galván.
Lozoya, alias El caballo, desde hace un buen rato, que compró la franquicia del Movimiento Ciudadano, al dueño de esta, el veracruzano, Dante Delgado Rannauro, con miras de competir como candidato a gobernador, teniendo el aval, no solo de Delgado Rannauro, sino también del propio, Corral Jurado, quien gustoso le cedería la estafeta en septiembre, en la confianza de que no recibiría una puñalada trapera, cuando ya se hubiera extinguido su mandato constitucional.
El penco, Lozoya, trae unos antecedentes que no le piden nada a cualquier malandro. Trae mucho poder económico, por ello, se hizo de la candidatura. Su palmarés político, es demasiado pobre. Solo puede presumir de haber sido alcalde de Hidalgo del Parral, por dos ocasiones. Y nada más.
Su historial no convence a nadie, pero lo más grave, es que no genera confianza entre los ciudadanos de bien, aunque el piense y crea todo lo contrario.
En la alcaldía de Hidalgo de Parral, se sabe de un cochinero, que van a dejar a quien llegue a relevar a este candidato, que no trae nada, ni como funcionario, del cual se puedan presumir sus cualidades de solvencia o probidad.
Es un secreto a voces, sus turbios nexos con el hampa organizada de la región sur de la entidad, pero el gobernador y el fiscal del estado, César Peniche Espejel, fingen una demencia que no se la explican los parralenses de bien.
Porqué, todos saben de qué pata cojea, el “empresario exitoso” Alfredo Lozoya…
El Penco, sabe que no tiene la mínima posibilidad de ganar la elección, pero quiere blindarse. Es muy probable, que decline y se sume a otro candidato llegado el momento. Estaba más que hablada esa posibilidad de que se sumaría al proyecto de Gustavo Madero, pero como perdió la contienda interna con Campos Galván, ya no se dio esa jugada, que estaba más que pactada no solo con su amigo, Corral, sino también con Dante Delgado.
No solo urdieron la candidatura a gobernador de Lozoya, sino también la de Miguel Riggs Baeza y Rodolfo Martínez, como candidatos a alcalde de Chihuahua y Ciudad Juárez, respectivamente. Los gurús son, Dante, Javier y desde luego, El Penco, Lozoya, dizque que para darle cuerpo al proyecto político del ex edil de Parral, quien sueña con imitar a su paisano, César Duarte, pero no el lado bueno, sino por los atracos que cometió al amparo del poder, que hoy por su voracidad sin límites lo tienen en la cárcel.
Dicen las lenguas viperinas, que a Lozoya, se le traban muy seguido las quijadas, cuando está disertando, perdón hablando, pero no es porqué ande con la resaca de una noche de juerga, sino porqué los polvos mágicos del perico, le juegan malas pasadas cuando menos lo espera….
Lozoya, llegó a ser calificado como “el mejor alcalde México” por la agencia de consultoría, Massive Caller, que regentea el ex regidor panista de Nuevo León, José Carlos Campos, que pocos, muy pocos se creyeron, por cómo manipularon a los medios de comunicación de aquel municipio, que reciben publicidad mensual, pero también por la intimidación de otros medios que se atrevieron a censurarlo, por como tienen bocabajeada la presidencia municipal de esa localidad, los fieles testaferros de Lozoya Santillán, que se quedaron cuidándole “el negocio” mientras el candidato a gobernador de MC, prepara su campaña de “rompe y rasga”.
Todo un caso, El Caballo, Lozoya, quien dará mucho, pero mucho de que hablar, pero en sentido negativo.
Dejamos al último, el tema de Juan Carlos Loera de la Rosa, porqué más allá de fobias o filias, el hoy candidato a gobernador de Morena, es un barbaján, un pelafustán, que se rayó con la candidatura a gobernador, como también se rayó con haber sido el súper delegado de la 4T, por dos años en Chihuahua, con resultados por demás desastrosos.
Fue una burla de AMLO y Mario Delgado Carrilo, no solo para los morenistas, sino para todos los chihuahuenses, haber dicho que Loera de Rosa, había sido el candidato mejor posicionado de acuerdo a las encuestas que habían elaborado. La “consulta” fue la orden terminante que dio el pastor de Macuspana desde palacio nacional, para que fuera el ungido, falacia que nadie se tragó. Ni las mismas hordas del partido guinda.
Pero, más allá de tan grave desatino, lo cierto, es que Juan Carlos, no genera la más mínima expectativa de triunfo, por su pobre perfil, tanto en la administración pública, como en lo político, no se diga en lo académico.
Influyó en su nominación, Ariadna Montiel, la subsecretaria del Bienestar, su enésima amasia, la misma quien es muy cercana a AMLO, desde años atrás.
Loera de la Rosa y Montiel, le apuestan sin duda, a que los siervos de la Nación hagan su labor, no precisamente social, sino a todas luces, electorera, antes y durante las campañas políticas, mediante la implementación de todos los programas de la Cuarta Decepción.
La forma en la que se viste, en la que habla, Juan Carlos, revelan a un tipo sin la menor educación, sin la menor cultura, sin el menor tacto político cuando lo cuestionan sus detractores, sus críticos, que le salen a su paso muy seguido, a los cuales termina por retar a golpes, como un pandillero callejero.
Pero eso sí, dicen las lenguas de doble filo, los que le conocen de cerca, murmuran que para ingerir bebidas etílicas, y polvearse las chatas, es un as, un campeón.
Un auténtico, estuche de monerías, que sueña con relevar a Corral Jurado.
Morena, tiene un hándicap, que va a pesar mucho en su contra: no tienen estructura territorial. No cuentan con comités municipales en ninguno de los 67 municipios, que si tienen, el PRI y el PAN.
Ese detalle les va a pesar, porqué Chihuahua no es Aguascalientes o Tlaxcala, que se recorren en dos horas. Pero además sino cuentan con una red de teléfonos, que tengan internet, servicios de computación, como van a operar sus campañas los distintos candidatos por los 22 distritos locales y los 9 federales, ya cuando se arranquen a buscar el sufragio de sus conciudadanos…
AMLO, ungió por el poder de su dedo, al peor candidato, que pudo haber elegido, como aspirante al gobierno de Chihuahua. Esto lo veremos cuando se hayan llevado a cabo los comicios y Loera de la Rosa, se ubique en el tercer o cuarto lugar, y no en el segundo o primero como soñó, el tabasqueño, cuando lo palomeó y se lo hizo saber a su lugarteniente, Mario Delgado Carrillo, quienes vieron a los chihuahuenses como liebres, es decir, chiquitos y orejones, a los cuales les mandaron un candidato de la pipitilla…
POSDATA:
Murió el señor, ADRIAN MEDRANO AVILA, un hombre que se ganó el respeto de propios y extraños por su don de gente de bien.
Acababa de cumplir 80 años de vida. Era un ser humano quien con una extraordinaria sabiduría, que le había dotado su dilatada existencia, supo ganarse la amistad, la confianza, y los afectos de los que lo emplearon para que se hiciera cargo de sus jardines, de sus plantas de ornato, de sus árboles de sombra, siempre dejando impregnado su sello de responsabilidad, de eficiencia.
Tuvo cuatro hijos; Rosa, Adrián, Víctor y Alberto, que había procreado con su esposa, Montserrat Aguirre, con la cual hizo vida en común por más de 56 años. Apenas había transcurrido un año y dos meses del fallecimiento de ella.
Don Adrián, desde luego que resintió con pundonor, la pérdida de su esposa y madre de sus hijos. Hace apenas unos días, le sobrevino un derrame cerebral, que le ocasionó la parálisis de una parte de su cuerpo. Fue hospitalizado unos días. Luego de restablecerse, se regresó a su hogar. Todo parecía, que superaría dichos malestares, con terapias y tratamientos diversos. Pero no fue así, el miércoles pasado, apenas en la mañana había desayunado, cuando al poco rato le sorprendieron las convulsiones una vez más. O sea, un nuevo derrame, y por último, un infarto fulminante que terminó con su vida.
Murió en la intimidad de su modesto hogar, como también le había ocurrido un año y tres meses antes a su “Montse”. Los dos, alcanzaron la “muerte de los justos”. Yacen juntos en la misma tumba, en donde habrán de transitar por toda la eternidad.
Descanse en Paz, Adrián Medrano Ávila….