Joel Hernández Santiago
Digamos que Javier Corral Jurado, el gobernador de Chihuahua, es un respondón histórico. Siempre tiene la contra y siempre quiere salirse con la suya. Es berrinchudo y malhumorado. Dice que sabe de medios de comunicación y le gusta hacerse amigos de los directivos más importantes de éstos, por aquello de ‘cuando se necesite’.
De todos modos a los periodistas no les cae bien que les atosigue con que si no le gusta lo que publican los acusará con sus jefes. De hecho ha tenido problemas con periodistas de Chihuahua que no lo ven con buenos ojos, aunque ahora sea gobernador…
Pero, bueno, así es él. Muchos de quienes le conocen de cerca lo decían desde que asumió la gubernatura de su estado el 4 de octubre del 2016: “Seguro buscará con quien pelearse. Él es así.”
Pero digamos que por estos días se ha trepado a la palestra nacional al presentar su inconformidad porque el gobierno federal (ergo, Enrique Peña Nieto, presidente de México) le ha detenido parte importante de las asignaciones presupuestales para su entidad por razones políticas…
… Esto, luego del anuncio del presunto desvío de recursos a través del ex gobernador César Duarte para el Partido Revolucionario Institucional (PRI). De paso da un rayón a Manlio Fabio Beltrones y a Luis Videgaray. El primero ya se amparó para no ser detenido y para conocer en qué punto del asunto legal se encuentra.
Y lo hizo de una manera fastuosa el lunes 8 de enero. En primer lugar convocó a una conferencia de prensa en un lugar de excelencia, como es el Hotel Geneve, en la Zona Rosa de la Ciudad de México.
En seguida, acompañado y arropado por miembros de su partido el Partido Acción Nacional, así como de los partidos que integran el “Por México al Frente”, como el PAN, el Partido de la Revolución Mexicana (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC). (Ahí Ricardo Anaya les comió el mandado a los otros y ganó la candidatura presidencial.)
Así que acusando injusticia, informó que ‘la transferencia de 700 millones, firmada en un convenio para sanear las finanzas de ese estado, fue puesta en entredicho por la investigación sobre el desvío de 250 millones de pesos de la SHCP al PRI en 2016.’ Esto es: por represalias del gobierno de Peña Nieto ‘en su lucha contra la corrupción’ en su entidad: “Quieren estrangular a Chihuahua”, dijo ese día.
Y para mostrar músculo político se hizo rodear de sus amigos y solidarios: Martha Tagle, Jacqueline Peschard, Santiago Creel, Denise Dresser, Santiago Nieto, Agustín Basave, Jorge Castañeda, Juan Carlos Romero Hicks, Ernesto Ruffo Appel, Guadalupe Acosta Naranjo, Fernando Belaunzarán, Alfredo Figueroa… Ni más ni menos.
Digamos que esta monumental conferencia de prensa en la que sólo contestó preguntas que le permitían ampliar su discurso, hizo una operación política de dos bandas:
Uno: El argumento de origen es la recuperación de los 700 millones convenidos con el gobierno federal para sanear las finanzas de Chihuahua. A lo que ya respondieron las autoridades de la SHCP diciendo que los recursos que corresponden a Chihuahua fueron entregados en tiempo y forma; que estos 700 no se entregaron porque el gobierno de Chihuahua “dio mal el número de su cuenta bancaria” –sic-.
Y, por supuesto, está ahí el evidente apoyo del gobernador panista a Ricardo Anaya como candidato presidencial de Por México al Frente. Con lo cual rompe lanzas con el Calderonismo panista y prefigura su participación en la contienda electoral de 2018.
El presidente Enrique Peña Nieto acusó recibo de esto último y lo calificó de “un acto político”. En todo caso lo que resta es saber si en efecto la Federación no ha entregado los recursos comprometidos, por qué… y si es así ¿cuándo?
Lo otro es el estado de la situación en Chihuahua que apenas el mismo lunes 8 de enero fue nota porque en tan solo unas horas fueron asesinadas 19 personas, además de que la violencia ahí parece no tener fin, lo que genera un estado de crisis social y, naturalmente, política.
Así que desde Chihuahua, para México, la confrontación entre Javier Corral y Enrique Peña Nieto, con fondo de quites y desquites. Y parece que la cosa no termina ahí. Ya veremos.