Durante recientes semanas hemos sabido que China literalmente ha encerrado con candado, puertas de hierro y todo a más de 280 millones de ciudadanos en sus casas o departamentos con el fin de aplicar su política de cero contagios del Covid19, eso que el Primer Ministro de Canadá llamó una política exitosa en el 2020, o que al menos dijo admirar, para el manejo del virus. Habría que preguntar a Trudeau ¿qué tanto admira a China en este 2022?
El punto es que en China están racionalizando los alimentos con las herramientas para el Covid19, pero podría haber más que una política de salud detrás de estas medidas, porque nadie puede salir de su casa sin el permiso del gobierno, de hecho los alimentos y todo lo necesario se entrega a domicilio por grupos de empleados designados para ello. No debe pasar inadvertida esta coincidencia que podría también estar tratando de disminuir el consumo y bajar la inflación que se ha disparado en ese país como en todo el mundo en este 2022.
Pero esta coincidencia se va de la mano con otra medida que inició en el verano del 2021, cuando China decidió decirle al mundo que sí contaban con sus fertilizantes pues dejarán de contar con los de ese país.
Por supuesto que tampoco pasó desapercibido el hecho de que China se ha convertido en el principal comprador de alimentos rusos quien es uno de los principales graneros del mundo. ¡Que casualidad!
QUIÉN ES QUIÉN EN LOS FERTILIZANTES
Más allá del consumo interno de cada país, en conjunto Rusia, China, EUA y Canadá son (o eran) los cuatro principales exportadores de estos productos indispensables para la alimentación del mundo, representan más del 50% de lo que en el 2020 compraba el mundo. México está en la posición 21 del ranking de producción mundial y claro que somos un país importador y no exportador de estos nutrientes para la tierra.
La medida de China en el 2021 pasó poco advertida por la mayoría de los especialistas del mundo quienes estaban muy ocupados peleando con sus líderes locales o analizando los resultados de la elección en EUA o peleando por la distribución de vacunas del Covid19 o tal vez simplemente no se dieron cuenta del efecto que tendría a mediano plazo la falta de fertilizantes en los precios de los alimentos que se siembran casi un año antes de que lleguen a nuestra mesa como productos terminados ya sea en supermercados, conservas o indirectamente como cárnicos alimentados con las cosechas.
El mundo de los fertilizantes industrializados se concentra principalmente en tres categorías, los llamados nitrogenados que representan el 75% del mercado mundial, los potasios que representan un 21% y los sulfatados que representan un 2.2%. Los fertilizantes animales o vegetales no procesados son muy pocos y modestos por debajo del 2.0%
Los principales productores de fertilizante son China, EUA, India y Rusia, pero son Rusia, China, Canadá y EUA los exportadores como lo mencionamos con anterioridad.
LA SEGURIDAD NACIONAL PASA POR LA SEGURIDAD ALIMENTARIA
Para no ponernos dramáticos y señalar a los actuales líderes del mundo, recordemos que la revolución francesa inició por la falta de alimentos o al menos eso dicen los que recuerdan la frase de la Reina Antonieta al decir que le dieran pasteles a los protestantes afuera de su palacio.
Nuevamente me permito criticar a los líderes de los gobiernos del mundo, en especial a los encargados de las políticas alimentarias de cada país, quienes no pusieron atención en el 2020-2021 y los efectos de las políticas anti Covid19 en lo que sería el futuro próximo de la alimentación. Hace 2 años me pregunté cómo yo con un modesto acceso a internet pude ver que la infección de China era algo serio desde enero y como los líderes mundiales estaban en la baba.
Lo mismo me pregunto hoy, cómo es posible que varios particulares columnistas del mundo hayamos advertido desde el 2020 y 2021, de los posibles efectos de las medidas Covid19 y que los gobiernos, la OMS y la ONU no las hayan valorado.
En fin, la seguridad alimentaria es un tema de seguridad nacional y tal vez por eso China, muy a su modo está tratando de adelantar el juego de control global, ahora que ella y Rusia son los dueños del 40% del fertilizante del mundo y como lo dije antes, que casualidad que china esté comprando los alimentos del mundo por adelantado y que Jeff Bezos y Bill Gates estén comprando tierras con agua.
LA RECETA DEL HAMBRE
El fertilizante sirve para reducir el consumo de agua que sabemos es escasa, mejorar la cantidad que sabemos baja precios y la calidad de la cosecha que sabemos ayuda a ser más competitivos en los mercados exigentes. Como ve el uso de estos nutrientes aumentó de precio y su escasez no es un tema menor, pero pasa desapercibido por las sociedades predominantemente urbanas que han dejado de entender que los básicos son elementales para su propia subsistencia.
Por ejemplo los precios del potasio en el 2020 eran de unos $400 dólares por tonelada, en el 2021 después de la medida de china y el inicio de los aumentos en el precio del petróleo subió a $700 dólares por tonelada y en este 2022 después de lo de Ucrania-Rusia subió a $900 dólares por tonelada y podría no parar ahí.
Los fertilizantes también llevan ingredientes y por ejemplo la urea y el amonio han pasado de los $300 Dólares la tonelada hace un año a más de $900 para este mes de mayo del 2022.
Así las cosas, los baja de producción por los encierros generales del 2020-2021, el aumento de precios en casi todo, pero especialmente en los energéticos en el 2021-2022 mismos que se utilizan no solo para transporte, sino que también son parte de los insumos en la fabricación de fertilizantes, la suspensión de exportaciones Chinas en el 2021, los desperdicios en el 2020 por los encierros en los que la gente compró mucho más de los que necesitaba y claro la guerra en Ucrania son los ingredientes de una sopa muy amarga que tendremos que tragar, en la que para variar las clases media y popular serán las que más padezcan por su menor capacidad de compra.
La escasez y los aumentos apenas inician, ya que los golpes a los precios de los productores del campo se verán más claramente en las mesas del mundo por allá del otoño del 2022 y el inicio del 2023.