CUENTO
“¡Esperen, esperen!”, dijo el líder de los ciclones a sus demás compañeros. “Este año atacaremos a la Tierra, separados por un metro y medio de distancia”. “Un ciclón a la vez…”
“¡No se vale!”, enseguida protestaron los ciclones, quienes siempre habían amado y disfrutado atacar a la Tierra entre varios.
“Si Katrina viviese, ¡se moriría de tristeza!”, expresó un tifón, de mediana edad.
“Y si Gilberto escuchase todas estas patrañas del distanciamiento social, ¡seguramente que se desternillaría de la risa!”. “Por suerte que ya no vive. Hace tiempo que pasó a la historia como uno de los ciclones más malvados”, otro más añadió.
“¡Atención!”, se escuchó decir al líder, quien, parado frente a todos, esperaba a que un ciclón regresase con refrescos y botanas.
Media hora después, luego que ya todos habían comido y bebido, el líder continuó con su discurso: “También quiero informarles que, a partir de ahora, el uso del gel antibacterial será obligatorio. El uso del cubrebocas también será necesario. Esto es para que ninguno de nosotros pueda traer a su regreso algún virus o enfermedad de los humanos”.
“¡Faltaba más!”, enseguida protestaron todos al unísono. “¡Todo esto es absurdo!”
“Si es así, ¡entonces yo ya no quiero ir a destruir!”, dejó saber un ciclón joven. “¡Este año prefiero quedarme encerrado en mi casa!”
“¡Quédate en tu casa, Ciclón! ¡No salgas! Recuerda que no estamos en vacaciones…”, se escuchaba decir por todas partes, en un anuncio que alertaba a los ciclones. En la radio, en la tele y el internet; la campaña de concientización era muy exhaustiva.
“¡Yo no voy!”, dijo uno.
“¡Ni yo tampoco!”, añadió otro.
Molestos por las nuevas medidas de prevención, ese año ningún ciclón quiso acudir a la tierra. Porque para ellos, destruir en soledad no tenía ningún sentido. Siempre lo habían hecho entre dos, tres, y a veces hasta cuatro. ¡Siempre juntos! Cada uno en un país distinto.
Era el año 2020. Esa vez, ¡ningún ciclón quiso venir solo a la Tierra. Ese año, ¡todos decidieron que lo mejor que podían hacer era quedarse encerrados en sus casas. Y así lo hicieron.
FIN
Anthony Smart
Junio/01/2020