Por: Héctor Calderón Hallal
Los nuevos paradigmas que sustituyeron a los viejos modelos o protocolos de actuación de la sociedad, han permeado ya en casi todos los poros de su cavernoso tejido: en la educación, los negocios, las relaciones interpersonales, la guerra….. en la política.
La historia le ha dado la razón a quienes privilegiaron el uso de la inteligencia por sobre el uso de la fuerza; a todo aquel que creyó en la humildad y no en la soberbia; que antepuso el valor del diálogo por sobre la confrontación; a todo aquel que venció en la confrontación evitando el desgaste de la batalla o causar el daño; aprovechando la fuerza del oponente y las condiciones de su propia circunstancia.
El tiempo y el destino reivindicaron a quienes usaron la táctica más simple por sobre la estrategia más elaborada, aprovechando los tiempos y sus propias ventajas comparativas; a aquellos que escucharon con paciencia la voluntad de la mayoría y no solo al capricho de unos cuantos.
Y se confirman y hasta se reivindican en su funcionalidad, -por ejemplo-, la filosofía contenida en un pergamino escrito en China que data del siglo II a. C. y que fue encontrado en Japón en el siglo VIII de nuestra era: El Arte de la Guerra, atribuido a Sun Tzu, de fundamento Taoísta; sintética obra literaria que muestra con escenarios de combate de la antigüedad, la manera de entender la naturaleza de todo conflicto, así como el camino a la victoria. Destaca el documento la importancia de saber ajustarse a las condicionantes propias de la vida: Conocerse a sí mismo y conocer al oponente; practicar el arte del engaño para confundir al enemigo valiéndose de información útil, de una táctica, así como el mantener la disciplina, la flexibilidad y hasta la resiliencia en la batalla (sea cual fuere), adaptándose a toda clase de circunstancia, son los más sobresalientes conocimientos que se desprenden de esta obra.
Se han impuesto también, por su propia utilidad y funcionalidad, los principios filosóficos de las artes marciales orientales también, como el Judo, donde la estrategia de combate es aprovechar la fuerza inercial del oponente para defenderse y hasta para infringir un daño. Por encima de las tácticas de combate donde se usa ataque de la fuerza bruta o el impacto frontal.
Del mismo modo en esta lógica, se advierte que triunfa el Go por sobre el Ajedrez.
En el Go, juego de origen chino, atribuido a la filosofía Confucianista, los jugadores deben rodear o capturar al mayor número de piezas contrarias y esto puede lograrse indistintamente en mucho o en poco tablero (territorio o espacio); y todo en base a una estrategia “envolvente”, donde el ganador es quien acapara un mayor territorio, a diferencia del sometimiento o exterminio provocado en el ajedrez entre sus piezas que tienen diferentes potencialidades o valores; el ajedrez escenifica una conflagración cuerpo a cuerpo entre dos ejércitos, donde la estrategia gira en torno a la conservación del mayor número de piezas por parte del jugador, fundamentalmente las de mayor valor, lo que lleva implícita que quien gana es quien extermina más piezas del contrario, expresado en el área cuadriculada del tablero; mientras que el Go escenifica una competencia de baja intensidad, donde gana quien comete menos errores (o los errores menos nocivos) y no quien ataca o aplica mayor o más fulminante fuerza en el contrario como el ajedrez.
Esta analogía bien pudiera sintetizar también el cambio de paradigmas referido en la presente colaboración, en todos los ámbitos de la vida humana de los últimos años.
Verbigracia:
Mientras que el General estadounidense Westmoreland desplegó una batalla que privilegiaba el uso exterminante de la fuerza en la Guerra de Vietnam, de deshonrosa memoria para el país americano, donde se lanzaron cerca de 8 toneladas de explosivos sobre la antigua Indochina (más que lo lanzado sobre territorio europeo en la segunda Guerra Mundial) y donde la estrategia se centró básicamente en la lógica tradicional de la posesión y control territorial; el general Nguyen Giap, al frente de las tropas vietnamitas, desplegó una estrategia de ocupación “inteligente”, de resistencia y con menos hombres y deficiente armamento, pero dando preponderancia al uso de la información, del timing (para decirle pomposamente a la manera de los esnobistas, a la previsión del tiempo a cada tarea); privilegiando la inteligencia militar, la dosificación del esfuerzo y el parque; aprovechando el conocimiento del clima, de la geografía, de los usos y costumbres de la población. Optimizando cada acción de guerra y los puntos vulnerables del enemigo occidental. El origen de la “Guerra de guerrillas”, según se dice. El resultado sobradamente conocido: el gigante invencible, moralmente perdió ante el pequeño país emergente.
Mientras el militar americano aplicaba la estrategia tradicional basada en el ajedrez, el estratega vietnamita aplicaba la estrategia del Go. Esta última, la nueva, vendría a defenestrar a la vieja, la tradicional, aunque ya no única ni infalible.
Otro caso lo constituyen las nuevas formas de organización terrorista y de “guerra de guerrillas” que la delincuencia organizada de México y otros países muestra en los últimos, por lo menos 20 años.
Con acceso al uso de información privilegiada y armamento reservado para las fuerzas oficiales, sus acciones denotan inteligencia y planeación, pero sobre todo sentido de oportunidad y uso adecuado de la previsión del tiempo para cada fase de la estrategia; así es como por ejemplo, uno de los carteles dominantes del estado de Jalisco, (si no es que el mas), despliega en un solo día una estrategia de terror, bloqueando arterias principales de la ciudad de Guadalajara, despojando con violencia a choferes y usuarios de unidades del transporte público, para después incendiarlos y atravesarlos en avenidas neurálgicas de aquella occidental ciudad mexicana, provocando el pánico y la confusión por varias horas. Pero unos años antes, en la ciudad de Morelia, la capital de Michoacán, el cártel dominante de esa región, “La Familia Michoacana”, puso de rodillas a la sociedad mexicana y puso en evidencia lo vulnerable de nuestro sistema de seguridad, cuando hizo detonar un 15 de septiembre durante las fiestas patrias en la plaza mayor de aquella capital, un artefacto, tipo granada de fragmentación en medio de la multitud, que bienintencionada y con fervor cívico habría acudido a celebrar el día nacional de nuestro país.
Desde entonces, este país es otro; a partir de esa eventualidad en el año 2008.
Los nuevos paradigmas en el mundo y particularmente en México, urgen indiscutiblemente al cambio de estrategias y protocolos; un esfuerzo plausible es el intento gubernamental por darle un nuevo rostro, con funcionalidad y proximidad a la población, a las fuerzas policiales nacionales, a través de la creación de la Guardia Nacional; aunque entenderlo, por parte del gobierno como de los gobernados ha costado mucho esfuerzo; nos hemos enfrentado a muchas resistencias. Sin embargo, ahí se vislumbra un esfuerzo genuino e inteligente.
Y un nuevo paradigma también, observado en los primeros cien días de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo constituye la forma de ejercer la fuerza de su mayoría política contra sus opositores y como forma de su propia dinámica política:
A la manera de un luchador oriental de judo, aprovechando la fuerza y la inercia del oponente, en este caso de la menguada oposición a su administración, la estrategia del actual gobierno no concede un ápice de salvación a sus contrarios y aprovecha el propio pasado de estos y sus más álgidos errores o fracasos, para exhibirlos ante la opinión pública a partir del novedoso órgano de administración de justicia y deliberación más acabado y contundente: la conferencia mañanera.
El juego del presidente López Obrador es el del go, privilegiando el ataque a las partes débiles del contrario, a contrario sensu del juego del ajedrez, sin hacer uso excesivo de la fuerza y con menos fichas en el tablero, dar golpes quirúrgicos para probar ante la opinión pública, que él y su plan de gobierno han sido los poseedores de la razón desde siempre. Aprovechando el fracaso o el estruendo de la política errática de sus antecesores a quienes se propone defenestrar.
El anuncio de los golpes a sus oponentes políticos en estos cien días formales, -aunque deberían ser contabilizados como 250 si se considera que empezó a ejercer el poder desde julio de 2018- incluye por lo menos cinco que son los más destacados, por ejemplo:
El reiterado reproche a los gobiernos anteriores del auspicio y surgimiento del penoso delito del Huachicoleo (Robo masivo de combustible de ductos y depósitos propiedad de PEMEX), precisamente durante el momento más álgido de la crisis, durante la explosión en el estado de Hidalgo.
Si bien es cierto que se atendió en tiempo y forma la emergencia, que no hubo una capitalización deliberada ni mezquina de la tragedia, hay que decirlo con todas sus letras, pues si algo tiene el Presidente es un alto sentido de fraternidad y respeto a su pueblo, sí se aprovechó el momento para hacer notar la gravedad de esa tragedia o delito preterintencional, que nos abrió los ojos a los mexicanos del grave daño causado por la omisión y muy seguramente por el auspicio de los anteriores administraciones federales y estatales, que desangró las finanzas de la paraestatal mexicana. El reproche o señalamiento fue pertinaz y quirúrgico; aprovechando la inercia del error de los presidentes que le antecedieron y sus gabinetes ….A la manera del combatiente de judo, ….. Atacando como dice Sun Tzu, lo que es débil en el contrario político, sus errores, sus omisiones:…”la corrupción y la impunidad son del pasado, no de mi gobierno”.
La propia estrategia para cabildear y obtener el consenso suficiente para reformar la Constitución, fue una carambola de tres bandas, que mostró el talante político del presidente de la república. Dijo primero y desde tiempos de su campaña, ‘que no concebía el hecho de que las fuerzas armadas del país anduvieran en las calles patrullando y no en sus cuarteles”…. Y consecuentemente que no estaba de acuerdo en que la nueva Guardia Nacional estuviera integrada por militares y marinos en activo, por su condición de pacifista, de no auspiciar ni por asomo el posible uso de la fuerza excesiva de los militares al pueblo, etcétera…. lo que al final fue en sentido contrario, pues su decisión de impulsar la referida ley (tal y como quedó) para conformar el cuerpo armado, no pudo prescindir de los elementos castrenses, dadas las condiciones de inseguridad del país y también, hay que decirlo con todas sus letras y sin falsos prejuicios, dada la garantía de lealtad y de eficiencia de los soldados mexicanos, que son la única salida para integrar una corporación que inicie la estrategia de seguridad en sus diferentes vertientes….. A la manera del libro de Sun Tzu, el arte de la guerra es el arte de la confusión o el engaño del enemigo.
Asimismo, durante el multicitado asunto de las rechiflas inducidas a los gobernadores, durante sus actos públicos, independientemente del deslinde de esas acciones de su persona, al aclarar que ni él ni sus colaboradores cercanos habrían ordenado esa acción, el titular del Ejecutivo Federal inmediata y oportunamente propuso que “ya no lo acompañasen más los mandatarios estatales si así lo deseaban,…que él se quería quedar solo en cada acto en los estados,….porque no podía el prescindir del acto en la plaza pública, en contacto con el pueblo”…. Sin embargo, que iría a visitar a cada uno de los mandatarios en sus oficinas….pero el acto con el pueblo es para él sólo, para no hacer sentir mal a los gobernadores ante el deshonroso espectáculo de humillación de parte del pueblo. …. (El Arte de la Guerra de Sun Tzu, establece que en una guerra, hay que procurar ganar la batalla moral en la población del oponente, antes del desgaste físico de la guerra frontal contra su ejército, eso facilita la victoria total).
La revelación dentro de la Conferencia Mañanera, de un megafraude cometido con la responsabilidad o la omisión del entonces secretario de salud José Narro, en el anterior sexenio encabezado por Enrique Peña Nieto, donde se detectó que el Gobierno de la República favoreció ilegalmente a 10 grandes empresas del ramo farmacéutico, cuyas compras ascendieron a los 4 mil 500 millones de dólares durante su gestión. Cabe señalar que Narro Robles es en este momento aspirante a dirigir el PRI, partido opositor al del presidente y ex rector de la UNAM. Se advierte que no era necesario que el mismo jefe de las instituciones nacionales se encargara de salir a señalar esto, en la propia instancia desde donde se toman al parecer las decisiones de trascendencia nacional la Conferencia, haciendo que cobrara importancia uno de decenas de asuntos de ese calibre, que sin duda tendrán que ser ventilados en tribunales jurisdiccionales; dándoles piedritas para sus resorteras a los oponentes….Uno de los pergaminos que conforman la obra de Sun Tzu, el primero por cierto, señala que nada es más importante y más serio que la guerra; a la que se atiende en todo momento sin distracciones.
Y el último caso, el más significativo quizá, la cerebral jugada fraguada por su aparato de inteligencia o por sus asesores, de liberar parcialmente y hacer pública la información generado por el desaparecido CISEN, antiguo órgano de espionaje político del gobierno mexicano. Y se señala como parcial esa liberación de la información, porque ni son todos los que están, ni están todos los que son, en esa primera lista puesta a la vista del público en el Archivo General de la Nación.
Se publicaron nombres que convinieron a los intereses del equipo político que actualmente es gobierno. Hay mucha gente que fue espiada y que no aparece en los listados. La estrategia de por si es un éxito rotundo, un golpe espectacular que genero un impacto curioso, que raya en lo anecdótico y hasta humorístico: Hay muchos protagonistas de la política nacional y local, que se sienten hasta agraviados porque no aparecen en el listado de los espiados por el sistema, lo que los ofende y degrada de algún modo, en la lógica de que si no se fue investigado no generaba consecuencia ni interés al régimen, por lo que no fue importante como político, activista, académico, artista ….o delincuente.
Un patético resultado de esta acción de gobierno, pero no por eso errática. Por el contrario, es exitosa.
Dibuja a las autoridades antecesoras a López Obrador como siniestras, cuando en realidad es exactamente lo mismo que hizo, hace y probablemente hará cualquier gobierno del mundo, sea de la orientación ideológica que sea. El ciclo de la inteligencia con base en la información clasificada es una función sustantiva de todo gobierno.
Lo que es innegable, es que López Obrador es un presidente dinámico, obligado, responsable y comprometido con el cambio para mejorar a este país, para sentar las bases de un gobierno integrado por personas honestas, humanas y que rindan resultados a la población que lo eligió.
En buena hora, esta sacudida moral que se impulsa desde el gobierno y desde buena parte de la sociedad mexicana…. Lo único que me atrevo a comentar, es que una política de comunicación que no abona a la unidad de los mexicanos, que no evita la polarización y que no viste al titular del Poder Ejecutivo como el Presidente de todos los mexicanos, no solo de “chairos” o “fifís”, no solo de “machuchos” o “iletrados”…..sino –se insiste- de todos los mexicanos,… si no cumple este objetivo dicha estrategia de difusión, es una política de comunicación que debe ser revisada y corregida, precisamente a la manera de una de las consignas de “El Arte de la Guerra” de Sun Tzu: …..Si una orden no fue claramente dada, es culpa del General y puede (debe) ser corregida o repetida…..pero si la orden ha sido suficientemente clara, la culpa es del soldado o subordinado y debe hacérsele obedecer”.
Porque tiempos traen tiempos….. y paradigma suple paradigma.
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