ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
La señora Claudia Sheinbaum Pardo se presenta en la Wikipedia como “una política, científica y académica mexicana”. Lamentablemente, no ha dado muestras de emplear sus estudios científicos en los gobiernos delegacional, capitalino y ahora federal. En sus “mentiñeras”, en cambio, ha dado pruebas fehacientes sobre su versión de cómo ahorrar en el pago del recibo de electricidad –no encendiendo las luces– o, entre otras varias, su explicación sobre las pendientes ascendentes –para arriba— y las descendentes –para abajo. Eso para no comentar el gran avance tecnológico que implementó con la repartición de estufas de leña, tema que abordó en su tesis de licenciatura, entre el campesinado.
Anécdotas chuscas aparte, su presunción científica está a prueba.
Y para no variar son las políticas comerciales de Donald Trump las que la colocan en la incómoda posición de confirmar su apego a la ciencia o, en el peor de los casos, al fanatismo y a la superchería.
Porque ahora que ella recibió en Palacio Nacional al canciller estadounidense Marco Rubio, uno de los temas tratados fue la reiterada queja de que el gobiernito mexicano mantiene obstáculos al intercambio comercial entre los dos países.
Al día siguiente, también en su “mentiñera”, y tras la publicación al respecto desplegada en el diario Reforma –único medio que no destacó el tema de la seguridad pública– doña Claudia se vio obligada a informar que, en efecto, desde hace meses existe la queja de EU sobre medio centenar de barreras comerciales no arancelarias.
Y ahí está el detalle, como dijera el universalmente conocido Mario Moreno, Cantinflas.
Porque entre esas barreras se encuentran prohibiciones basadas en creencias y no en evidencias científicas, que el régimen de Cuarta… Transformación mantiene desde el primer sexenio de López Obrador por caprichos de este nocivo personaje del que no nos hemos podido librar.
Acudo a quien sabe, porque sabe
De entre medio centenar de esas barreras, son 14 las que el periodista Mario Maldonado identificó el viernes pasado en su columna Historias de NegoCEOs y que, él dice, “tocan nervios sensibles de la política económica de Morena. Estados Unidos acusa interpretaciones diferenciadas de las regulaciones, límites arbitrarios al número de puertos donde pueden operar agentes aduanales, retrasos de 18 a 24 meses en registros sanitarios para medicamentos y la negativa a otorgar permisos de importación para productos con glifosato, prohibido por López Obrador. En el sector agrícola señala la tardanza en registros de pesticidas y químicos, así como la aplicación de criterios ‘no científicos’ a productos de biotecnología alimentaria.
“En telecomunicaciones, la USTR señala que el debilitado IFT impone barreras a la venta de tecnología avanzada. En propiedad intelectual, advierte que los niveles de piratería siguen siendo de los más altos de la región. Y en servicios financieros, critica la decisión del SAT de exigir a aseguradoras el pago retroactivo de IVA, una medida que genera incertidumbre y desincentiva inversiones.
“El informe también apunta contra pilares de la llamada ‘soberanía económica’, es decir la eliminación de órganos autónomos y los cambios constitucionales para blindar a Pemex y a la CFE frente a la competencia privada, además de la reforma minera que devuelve mayor control al Estado y los sectores de infraestructura cerrados a la inversión extranjera.” Hasta aquí Maldonado.
Maíz transgénico y glifosato
Un par de esas supercherías de AMLO que Sheinbaum respaldó sin reserva alguna fue el decretazo de 2023 mediante el que se prohibía la importación de maíz genéticamente modificado, utilizado para el consumo humano.
Empero, tras una resolución emitida en el Panel de Solución de Controversias del T-MEC, la Secretaría de Economía se vio obligada a retirar el reciente febrero la prohibición en los sectores de consumo animal, industrial y humano.
Cayó un tabú de López Obrador porque la 4T no pudo demostrar que fundamentaba sus impedimentos en hechos científicos, sino en creencias, en añagazas.
Con el glifosato no se ha podido todavía.
El año pasado AMLO decidió posponer la prohibición del glifosato ante la falta de una alternativa viable que garantizara el buen desarrollo del sector agrícola en el país. Así que los agricultores pudieron seguir importando el polémico pesticida, utilizado para eliminar las malas hierbas en los terrenos de cultivo.
El gobiernito señaló entonces que no era posible la entrada en vigor del decreto de 2023 en el que se prohibía la compra, venta e importación del glifosato a partir del 1 de abril de 2024. El glifosato fue creado en 1974 por Monsanto y vendido bajo la marca Roundup hasta 2000, año en el que expiró la patente. En la actualidad decenas de empresas lo comercializan y lo exportan a nuestro país, donde pese a todo se sigue empleando.
Ideología Vs. Evidencias
La administración actual promovió la idea –original de AMLO– de que Pemex y CFE deben regresar a ser “empresas del pueblo” como parte de la soberanía energética, bajo la argucia de que la ley secundaria permitirá un “espacio ordenado y cierto” para la inversión privada, sin que esta tenga prevalencia sobre las empresas estatales.
La realidad es otra y es la prueba más difícil que enfrentará la “política, científica y académica mexicana” Claudia Sheinbaum ante estas otras presiones de Donald Trump:
Pemex y CFE son señaladas por corrupción, exceso de empleo y prácticas productivas atrasadas, lo que dificulta su eficiencia y crecimiento. Ambas empresas enfrentan un alto costo financiero por su deuda, lo que absorbe una gran parte de sus ingresos y requiere subsidios públicos, según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
La visión ideológica del régimen de Cuarta… y las leyes secundarias promulgadas han dado prioridad a las empresas del estado, limitando la participación privada en el sector energético, sobre todo a las que emplean tecnologías más avanzadas y un buen cuidado del ambiente, como en la CFE, considerada una de las empresas más riesgosas del mundo por su impacto ambiental y por el uso de combustóleo para generar electricidad, en contraste con la energía limpia.
Lo peor es que la ineficiencia de ambas empresas, ahora “del Estado” necesitan subsidios que restan recursos a las verdaderas políticas sociales –seguridad, salud, educación, alimentación, infraestructura–, por lo que la posible falta de inversión privada ha llevado a mayores costos de electricidad y combustibles, así como a la escasez que genera apagones y menoscabo de gasolinas en los expendios en vastas regiones de nuestro territorio.
¿De verdad es científica?
Una científica se distingue por su uso sistemático de la evidencia, pero Sheinbaum trata con desprecio y desinterés aquello que es claro, obvio o fácil de entender, considerándolo indigno de atención o sin valor. Su actitud de indiferencia o superioridad hacia algo que, por su obviedad, no debería ser ignorado es notable.
Una científica aplicaría la ciencia a la gobernanza al proporcionar conocimiento científico para informar la toma de decisiones, guiar la creación de políticas públicas y evaluar el impacto de las mismas.
Una científica crearía estructuras y procesos que permitieran gestionar y dirigir la actividad política de manera ética y efectiva, financiando la investigación y promoviendo su integración en la sociedad.
No es el caso de la Presidente formal, por lo que debiéramos preguntarnos si ¿de verdad es científica o sólo una irreflexiva fanática de López Obrador?
Indicios
“Durante meses, Sheinbaum ha intentado gestionar dos relaciones complejas al mismo tiempo: la de México con Estados Unidos y la suya propia con su poderoso partido político. En esencia, ha dicho en repetidas ocasiones que quiere colaborar con el presidente Donald Trump, pero no recibir órdenes de él.”: The New York Times, previo a la visita de Marco Rubio. * * * Por hoy es todo. Mi reconocimiento para usted que leyó este texto. Y como siempre, también mis sinceros deseos de que tenga ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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