Redacción MX Político.- Una escalada sin precedentes de violencia entre Israel y el grupo islamista Hamás ha dejado a cientos de personas muertas y decenas de rehenes en medio del caos que ha envuelto a la región.
El ataque sorpresa de Hamás en la mañana de una festividad judía ha sacudido a Israel y los territorios palestinos ocupados, generando temores de una escalada regional y sumiendo a las comunidades en el miedo y la incertidumbre.
Vídeos no verificados publicados por Hamás han mostrado a jóvenes israelíes cautivos, con las manos atadas y el rostro cubierto de sangre, mientras las fuerzas de seguridad israelíes y Hamás se enfrentaban en un violento enfrentamiento en el sur de Israel y en la Franja de Gaza.
Funcionarios israelíes han reportado al menos 250 personas muertas y más de 1.800 heridas en Israel, mientras que la Media Luna Roja ha informado de 92 heridos en Cisjordania. Familias israelíes han relatado en la televisión local cómo sus hogares fueron atacados mientras dormían, y desgarradores testimonios de personas en busca de sus seres queridos han inundado las líneas telefónicas.
En la Franja de Gaza, los ataques aéreos israelíes en represalia han dejado al menos 232 personas muertas y 1.650 heridas, agravando aún más la ya precaria situación médica en la zona.
La «Operación Al-Diluvio de Aqsa», como la ha llamado Hamás, ha desatado una ofensiva sin precedentes en términos de alcance y ferocidad. La seguridad en Gaza, Jerusalén y Cisjordania, ya volátil en el pasado, se ha deteriorado constantemente en los últimos meses, pero nadie anticipó la magnitud de este ataque.
Testigos tanto en Israel como en Gaza han expresado su horror por la situación. Aún hay cadáveres en las calles y la violencia no da señales de disminuir.
Daniel Rahamim, residente de Nahal Oz en la periferia de Gaza, describió cómo su familia estuvo atrapada en su casa durante horas, rodeada de peligro y disparos. En Gaza, Abdul Rahman Ab Lihya, un trabajador de la construcción, comparó la situación con el «día del juicio final» y afirmó que nadie puede salir de sus hogares.
El ataque comenzó con un sorprendente asalto de Hamás en la última jornada de las festividades judías, donde agentes del grupo lograron derribar partes de la valla de separación de alta tecnología de Israel en la frontera con Gaza. Se estima que entre 200 y 300 militantes de Hamás permanecen en territorio israelí, mientras que civiles están atrincherados en sus hogares o son rehenes de la facción.
La situación ha llevado a Israel a declarar el estado de guerra, desplegar fuerzas reservistas y lanzar ataques aéreos en Gaza. También se han reportado enfrentamientos entre palestinos y las Fuerzas de Defensa de Israel en Cisjordania y Jerusalén Este, con al menos un palestino muerto, según informes iniciales.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha ofrecido la formación de un gobierno de unidad durante la emergencia nacional, buscando unir fuerzas con el líder de la oposición, Yair Lapid, de Yesh Atid.
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