– Se dirá si fue atentado o accidente
– Explosión tras una serie de sucesos
Exactamente a dos meses del inicio de su administración, Enrique Peña Nieto, enfrenta la más dura prueba de su gobierno, la explosión en un edificio del Centro Administrativo de Marina Nacional de Petróleos Mexicanos.
La administración del mexiquense tendrá que dar una respuesta rápida ante la serie de especulaciones que se han desatado por los sucesos del jueves. Este mismo fin de semana tiene que haber resultados de las investigaciones en torno al siniestro o sino llevarán la carga todo el sexenio.
Según el director de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, toda apunta hacia un accidente, desafortunada declaración del funcionario, quien ni siquiera estuvo en el país en el momento de la explosión. No especular dicen, pero es desde la dirección de la paraestatal especulan.
Dejar en claro cuáles fueron las causas de la explosión, pero además convencer, no será cosa fácil. El evento se presenta después de una serie de sucesos que hacen suponer la posibilidad de un atentado, una afrenta para la naciente administración.
Es cierto, la industria petrolera nacional es una empresa de riesgos, pero los riesgos están en la operación no en la administración. En 1982, hubo un incendio en el edificio “A”, y no se habló de eso. Por cierto, es ocioso declarar que está garantizado el suministro de combustibles.
Si Jesús Murillo Karam asegura que se dirá la verdad, que habrá transparencia en las investigaciones, es un gran compromiso que de no cumplirse, sepultará la credibilidad en el gobierno de Peña Nieto.
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Que le picó al Calderilla, que desde su cubículo en Harvard, twitea, que debe decirse la verdad sobre los acontecimientos en las oficinas administrativas de Pemex, en su sexenio hubo muchos hechos de los que nunca supimos nada. Qué cinismo…. Quienes anden en la fiesta por los rumbos de Tlalnepantla, deben tener cuidado, porque no pasar el alcoholímetro les puede costar 10 mil pesos, o pasar 24 horas tras las rejas…Herencia de la administración de Daniel Káram, el doctor Rodolfo A. de Mucha Macías, quien ostenta el grado de decano de los servicios médicos del IMSS, palomea y da el visto bueno sobre los medicamentos que debe adquirir la institución, en operaciones en las que lo que menos prevalece es la transparencia. Obviamente se inclina por sus amigos o consentidos. En ese oscuro proceso el doctor de Mucha no está sólo, cuenta con un grupo de operadoras que coordina Ma. Esperanza Vargas, la jefa de Medicamentos, su brazo derecho quien realiza las pruebas analíticas y según el sapo es la pedrada. Todas estas irregularidades fueron solapadas por Karam, habrá que ver si el nuevo titular del IMSS seguirá solapando este tiradero. Ahí está un asunto para el estreno de la Comisión Nacional Anticorrupción que se creará en esta administración…Desde el mismo PAN le dicen a Josefina Vázquez Mota que la lana se le dio, ¿entonces dónde quedaron los 100 millones de pesos?