– Gasolinazo, corrupción y derroche
La tesis del gobierno federal de que si no se aumentaba el precio de las gasolinas, se dejaría de cumplir con los programas sociales, toda vez que el subsidio se chupa 200 mil millones de pesos del presupuesto nacional, es cuestionable.
Escuché ayer una declaración del subsecretario de Ingresos de la SHCP, Miguel Messmacher, en el sentido de que es “comprensible” la reacción de la población y que el gobierno debe explicar con claridad los motivos del aumento, hasta ahí, porque la verdad es que no tienen argumentos para legitimarlo.
La realidad es que se trata de una medida recaudatoria a través del Impuesto Especial sobre la Producción y Servicios, que en el caso de las gasolinas nos encajan con más del 40 por ciento sobre el costo del litro.
El gobierno necesita dinero, no tiene para cubrir sus necesidades básicas, no porque los contribuyentes mexicanos no le entremos con nuestro cuerno, sino por la gran corrupción, la ineficiencia y el derroche de los gobiernos en los últimos años.
Y es que cuando hablamos de corrupción, todos nos vamos con la finta sobre el dinero que se llevan los funcionarios en sus bolsillos en cada administración, pero no hay fugas muy importantes a través del derroche y de la ineficiencia que también es una forma de corrupción.
Se gasta en miles de cosas que en nada tienen que ver con el ejercicio de la función pública, como es el gasto en imagen en donde se derrochan miles de millones de pesos, porque los funcionarios piensan que deben seguir “sirviendo” a la patria una vez que concluyen su mandato.
Se gastan miles de millones de pesos en metidas de pata de funcionarios ineficientes que llegan a un cargo público por el sólo hecho de ser amigos del mandatario en turno, sea el nivel de gobierno que sea.
En el caso del derroche, no vayamos muy lejos el bono que se dieron los diputados, el que se otorgaron los consejeros electorales y los aguinaldos de los ministros y muchas otras instancias de gobierno significan carretadas de billetes, entonces que no nos venga Meade con cuentos, a otro perro con ese hueso.
Efectivamente no se cumple con los programas sociales porque se derrocha, un ejemplo, en el gobierno de Veracruz, Javier Duarte gastó 8 mil millones de pesos en publicidad e imagen, mientras que en salud el gasto fue de 6 mil millones de pesos. Multiplíquele y vera. En otra ocasión le hablo de más casos como el de la ineficiencia de Emilito Lozoya que quebró Pemex.
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Dice Enrique Ochoa Reza el dirigente formal del PRI, que su partido se solidariza con la población por el aumento en los precios de las gasolinas, el llamado gasolinazo, sin embargo no se vio “Clavillazo” en ninguna de las movilizaciones que en 18 estados del país se realizaron para protestar por la medida del gobierno de Enrique Peña Nieto. Solidaridad en la comodidad…Pasó un mes y el nuevo gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, ni cimbró a México con una supuesta revelación, ni metió a la cárcel a Javier Duarte ni ninguno de los colaboradores y la situación económica y de violencia en tierras jarochas sigue igual que con sus antecesores Fidel Herrera y Duarte, o sea puro bla,bla,bla…Muy completo el reportaje especial que presentó anoche Azteca Opinión, bajo el título: TLC: Entre el muro y la oportunidad a 23 años de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Hablaron en exclusiva los hombres que firmaron el acuerdo.
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