Si algo representa un auténtico veneno para las aspiraciones del PRI de conservar la presidencia en el 2018, es la debacle económica que nos dejó como herencia el soberbio tecnócrata, Luis Videgaray Caso.
Por más que se diga que gozamos de estabilidad económica, los hechos demuestran lo contrario, un peso débil, recortes presupuestales que impactan en sectores básicos de la economía y la deuda externa que se fue hasta las nubes en esta administración, no son cualquier cosa.
¿Habían ustedes escuchado, alguna vez, que el futuro inmediato de la moneda mexicana depende de un debate entre los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos? Si el del próximo lunes entre Hillary Clinton y Donald Trump? Yo nunca. Si gana Trump pobre peso dicen.
La situación es por factores externos, pero no se preocupen no impacta en los precios nos dice la Secretaría de Hacienda, mientras el poder adquisitivo está más deteriorado que nunca. ¿A quién quieren verle la cara? Vamos eso ya no se los creen ni los niños que van en primaria.
José Antonio Meade, comparece ante los diputados y festeja que la economía mexicana ya no está petrolizada, lo que no dice es que esos recursos que venían de Petróleos Mexicanos, no han sido sustituidos por otros que se capten en renglones diferentes, o sea se dejó de percibir una buena cantidad de billetes del petróleo y no se sacan de otra parte.
Es tan grave la situación que si Meade la logra revertir en el caso del déficit fiscal, el superávit que se logre no alcanzaría ni para pagar los intereses de la deuda externa que nos dejó el señor Videgaray que para desgracia sigue metiendo sus narices en la Secretaría de Hacienda.
Con estos resultados en la materia, los priístas que presumían de que ellos si sabían gobernar, no tienen nada que hacer en el 2018, sólo los ilusos votarán por el candidato de ese partido para la grande.
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¿Pacho Grande o Perote? Javier Duarte puede escoger donde pasará muchos días una vez que deje el Palacio de Gobierno de Xalapa, en el primero hace mucho calor, en el segundo hace frío, ¿qué le gusta señor gobernador? Lo cierto es que se acercan las horas para que se conozca el futuro del mandatario que no entendió que debía haberse ido hace algunos meses y tampoco parece estar dispuesto a irse ahora, por lo que en San Lázaro hay quienes creen que tendrán que instalar la sección instructora para desaforarlo. Por lo pronto el lunes dejará de ser priísta. Le siguen Roberto Borge y César Duarte… ¿De qué informará Eruviel Ávila la próxima semana?, porque la autocrítica no se le da ni a él ni a muchos políticos. El Estado de México se encuentra entre las entidades más violentas del país y la administración del oriundo de Ecatepec ha mostrado total incapacidad para frenar la inseguridad. Y en la Ciudad de México, Mancerita no se queda atrás. ¿Con esas cartas creen estos vecinos poder aspirar a una candidatura para el 2018? Dios nos libre.
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