Ricardo Del Muro / Austral
Claudia Sheinbaum, precandidata de Morena a la Presidencia de la República, realizó su primera gira por Chiapas, acompañada por Eduardo Ramírez Aguilar, virtual candidato morenista al gobierno estatal, participando en multitudinarias concentraciones en Palenque y Ocosingo, que hicieron recordar los tiempos de la cargada priísta.
En la jerga política mexicana, se denominada “cargada” a la avalancha de apoyos que siguen a un “destape”.
Durante los 70 años que duró la hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la llamada “cultura de la línea” o de “súbdito”, es decir, la obediencia automática a los mandatos de la cúpula, hacía que la mayoría de los políticos, grupos y organizaciones, aún aquellos no militantes del PRI, se apresuraran a expresar su apoyo “incondicional” al candidato destapado, ya sea personalmente o mediante declaraciones y desplegados de prensa para buscar su favor o evitar represalias si se habían equivocado en identificar y apoyar al “tapado”.
Uno de los últimos eventos en donde el PRI chiapaneco mostró su fuerza fue el mitin de más de 10 mil priistas, donde Patrocinio González Garrido aceptó la candidatura al gobierno de Chiapas, el 20 de enero de 1988, que fue encabezado por Jorge de la Vega Domínguez, presidente del CEN del PRI.
Las multitudinarias concentraciones en la campaña que Patrocinio realizó durante varios meses por todos los municipios de la entidad, fueron el preámbulo de un contundente triunfo en el proceso electoral, celebrado el 6 de julio de ese año – concurrente con las elecciones federales – al obtener un total de 525 mil 744 votos, que equivalieron al 89.08 por ciento del total de los sufragios, además de que ayudaron a realizar el fraude electoral para que Carlos Salinas ganara la presidencia de la República.
Tal vez las cosas cambien una vez que se inicien las campañas electorales rumbo al 2024, pero en esta precampaña morenista que se hizo en Chiapas, se siguió el mismo rito y protocolo de antaño, con la tarima, el micrófono, los altavoces y los grupos de simpatizantes, presuntamente “voluntarios”, que tras las vallas, levantan pancartas, alzan las manos y gritan consignas y porras.
En Palenque, Sheinbaum entregó a Eduardo Ramírez la constancia que lo acredita como coordinador de la Cuarta Transformación en Chiapas y levantó la mano del virtual candidato morenista al gobierno de Chiapas.
En su discurso, la precandidata única dijo: “Yo vengo aquí a comprometerme con el pueblo de Chiapas, con el pueblo de Palenque, vamos a hacer equipo con Eduardo Ramírez y vamos a seguir invirtiendo en este maravilloso estado de Chiapas”.
Al evento también asistieron Mario Delgado, presidente nacional de Morena; Valeria Santiago, dirigente estatal del PVEM en Chiapas y Abundio Peregrino, dirigente del PT en la entidad, así como Gerardo Fernández Noroña, coordinador de vocerías y vínculo con organizaciones sociales y civiles; Carlos Molina Velasco, dirigente estatal de Morena y la senadora Sasil de León, que volvió a aparecer en público desde que resultó derrotada en la encuesta morenista.
El multitudinario mitin realizado en Palenque, “donde va a vivir nuestro presidente” Andrés Manuel López Obrador, según dijo Sheinbaum, fue en términos formales un acto de unidad.
En este sentido, Claudia resaltó “cómo hemos construido la unidad en nuestro movimiento; somos el único en el que estamos varios partidos (Morena, PVEM y PT), pero lo más importante es que somos el único partido que reivindica la unidad con el pueblo de México”.
Fue claro y directo el mensaje: “No se puede hablar de unidad en las cúpulas, la unidad se establece desde abajo, con la gente, con el pueblo, con los pueblos originarios, con quienes menos tienen. Esta es la verdadera unidad para la transformación”.
Antonio Santos, delegado político de Sheinbaum en Chiapas, había anunciado que la Coordinadora Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación estaría el jueves 23 en los municipios de Palenque y Ocosingo, y el viernes 24 visitaría San Juan Chamula y Zinacantán.
Sin embargo, en la agenda definitiva se eliminaron estos dos municipios indígenas, considerados bastiones del PRI.
Es posible que Toño Santos fue enterado que el pasado fin de semana, en Chamula, casi diez mil indígenas priistas se reunieron para renovar sus comités municipales y mostrar el músculo como un reto para ganar en su distrito el año entrante, tal como lo adelanto Armando Chacón, destacado articulista chiapaneco.
Al final, se optó por realizar un mitin en Tenejapa, donde Sheinbaum se reunió con representantes de indígenas toztziles y tzeltales y, por supuesto, recibió el tradicional bastón de mando. RDM