Día Hábil
Consentir y abrazar a los criminales, a los narcotraficantes, a los asesinos y sumar 200 mil ejecuciones en seis años no puede volver a suceder.
Y esa es la continuidad que Claudia Sheinbaum Pardo ofrece cuando asegura que se mantendrá la estrategia de atacar las causas y los orígenes de la violencia y no a los delincuentes.
Los mexicanos están hartos de las ridículas frases “los voy a acusar con su mamá”, “en México ya no hay masacres”, los delincuentes también son humanos”, “violencia no se combate con violencia” y “Calderón dio un garrotazo al avispero a lo tonto con su guerra al narcotráfico”.
Este sexenio que termina es ya el más sangriento en la historia de México y lo sabe el señor que presume austeridad y pobreza franciscana, pero vive en un palacio.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) alertó que el crimen organizado es uno de los riesgos para la democracia y el ambiente para celebrar en paz la elección del 2 de junio y propuso a los candidatos presidenciales que el 11 de marzo firmen un Compromiso Nacional por la Paz.
Monseñor Ramón Castro, obispo de Cuernavaca y secretario general de la CEM, asegura que el crimen organizado ya se ha metido al proceso electoral con amenazas a los votantes.
Y no está lejos de la verdad.
Basta señalar que han sido asesinados desde diciembre de 2023 dieciocho precandidatos o candidatos de los diversos partidos políticos que buscan presupuesto público y poder en las elecciones.
TAMBIÉN LA ONU
El alto comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los derechos humanos, Volker Türk, coincide totalmente con el riesgo que representa el crimen para la democracia y ayer llamó al gobierno mexicano a garantizar la seguridad de todos para que se lleven a cabo las elecciones en paz.
El funcionario pidió garantizar la seguridad y protección de los candidatos en las elecciones de ese junio, que consideró será histórico para México y para el resto del mundo.
La elección debe salvaguardarse de la violencia, fue la coincidencia generalizda.
La reacción en el gabinete de seguridad y que tú después del asesinato a tiros de Alfredo González Díaz, candidato del Partido del Trabajo (PT) a la presidencia municipal de Atoyac, en la Costa Grande de Guerrero.
¿Y qué cree que contestó el sujeto que vive en Palacio Nacional?
Que “el alto comisionado es muy, con todo respeto, tendencioso. Está en contra de nosotros y hace comparsa con los que quieren demostrar de que México es un país muy violento”.
Y yo le pregunto:
Andrés Manuel, ¿cuándo llegará el día que reconozcas toda la violencia y sangre que has derramado de inocentes mexicanos que se juntaron con el amigo equivocado?
Deja a un lado la soberbia y por única vez aplícate en favor de los 130 millones de personas que viven en este país y que no quieren un problema legal ni que sus empleados corran peligro.
La inseguridad, el crimen y el narcotráfico son los enemigos a vencer en las elecciones de junio próximo y en el próximo gobierno.
¡¿QUIÉN DA MÁS A LA UNA?!, ¡¿QUIÉN DA MÁS A LAS DOS?!
Como si se tratara de una subasta, las candidatas presidenciales se disputan los votos de los electores ¡regalando dinero!
Sí, en lugar de hacer ofertas de gobierno, de políticas públicas que mejoren la vida de la población, que pide seguridad y poder salir a las calles sin miedo como ha sido en este gobierno que ya suma 180 mil ejecutados en apenas cinco años, centran sus promesas en asuntos banales.
Vámonos:
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) acusó de clasista y racista a la marcha del 18 de febrero a favor del Instituto Nacional Electoral (INE), que López Obrador quiere desaparecer.
La CNDH, que no sirve para nada con Rosario Piedra, la hija de Rosario Ibarra de Piedra, más que para alabar a Andrés Manuel, lo volvió a hacer.
Indebidamente toma partido al criticar ese mitin en el Zócalo, pero no señalar a Sheinbaum.