Documental Político
- Claudia Sheinbaum; Dos caminos
- Víctor Castro y Marina del Pilar, de mal en peor
- Armenta, al más puro estilo de Mario Marín
Emilio Trinidad Zaldívar
O rompe y se adueña de lo que hoy le pertenece, o Claudia Sheinbaum Pardo será triturada y hecha trizas por las ambiciones de poder de su jefe y por la desatada guerra que hay entre las huestes de Morena -como consecuencia de no tener el control total del gobierno- donde las ambiciones de unos y otros pretenden ganar espacios al interior del partido, en los Poderes Legislativo y Judicial y en el propio gobierno que ella encabeza.
Si no se atreve a hacer los ajustes que requiere para caminar sola y sin ataduras, será despojada del poder por el hijo de López Obrador, Andy, que irá haciendo cuanto le plazca no sólo en Morena sino en la misma administración pública federal y en los otros dos anulados Poderes, porque no habrá nadie que se atreva a contradecirlo o negarle cuanto pida, ordene y desee.
Hasta hoy hay un gobierno bicéfalo, una da la cara y el otro que huye o se esconde, dice qué, cuándo y dónde deben hacerse las cosas.
Salvo en el tema de seguridad, donde Omar García Harfuch -que no le debe nada a López Obrador– ha dado fuertes golpes a los negocios de guachicol de los hijos y socios del tabasqueño y del narco en el que están involucrados el mismo expresidente y varios gobernadores, todo lo demás camina con quienes ha ordenado el falso profeta y ladrón de López Obrador.
Ya hubo giros, ligeros cambios en el ejercicio del poder que poco deben agradar al nacido en Macuspana.
Uno como ya vemos y que era necesario, es el del combate a las bandas criminales; otro, es el del cambio en la política de ignorar a las madres buscadoras, con quienes ya se sentó la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, para darles aliento, oídos, esperanza y certeza de que se va a actuar y se les va a apoyar para intentar encontrar a sus seres queridos.
Rosa Icela estuvo el sexenio pasado silenciada. En la Secretaría de Seguridad Pública que encabezó, López Obrador le ordenó no actuar en contra de delincuentes y narcos, pero ahora, en el cargo más importante después de la Presidencia, está asumiendo otro papel y hasta recibe -como lo hacían antes los titulares de esa dependencia- a gobernadores, la buscan otros secretarios y se reúne con algunos comunicadores.
Rosa Icela Rodríguez, periodista de formación, es leal con quien se convierte en su jefe. Lo hizo en sus inicios en la administración pública con Martí Batres, en el área de comunicación, cuando éste encabezaba la entonces Asamblea Legislativa del Distrito Federal; lo probó después con López Obrador en el gobierno capitalino, y hoy lo hace con la primera presidenta. Si la dejan trabajar da resultados, lo hace bien. Tiene sensibilidad y talento, hoy en día tan ausente en la actividad pública.
Los tiempos se agotan y las oportunidades se van, por eso Sheinbaum Pardo debe asumir el total control del gobierno federal que asumió en octubre pasado.
No le será fácil, ya sufrió presiones, deslealtades y desobediencia y probó ser muy agradecida con quien la puso ahí, pero ahora a ella le toca bailar y a López Obrador tomar asiento.
Cierto que el Partido Morena es propiedad del tabasqueño, y que de ahí saldrán candidatos, pero no puede ni debe permitirse (por el bien de ella y del curso de la nación) que desde otro lugar se decidan acciones de gobierno.
Estos días de asueto deben servirle a Claudia Sheinbaum para reflexionar, para asumir con talento otro rol, para hacer cuanto juzgue necesario y reorientar y corregir, para caminar con los suyos. Es su tiempo, es su momento, es su obligación.
Lo que le dejó López Obrador fue un estercolero; abundantes problemas, temas y errores que el tabasqueño ocultó, que de no asumir como reales para buscar con humildad afrontar y enderezar, será nuevamente un gobierno de simulación, embustes, corrupción y engaños.
La presidenta no puede seguir negando la realidad. No puede insistir en que no hubo brutales fracasos por caprichos de su antecesor.
Están a la vista de todos y solo generan rabia e indignación, los gastos excesivos y robo en la construcción del Tren Maya y el daño ecológico que éste generó, el AIFA, la mega farmacia, la Refinería Dos Bocas y Mexicana de Aviación, así como la corrupción en Segalmex, en el desabasto de medicamentos, en un sistema de salud que ofende, en la vacuna Patria que nunca llegó, y con muchos otros temas con los que de forma terca, cínica y cotidianamente mentía el mayor mafioso de México.
De no cambiar la ruta, de no hacer los ajustes necesarios, de seguir al pie de la letra con el guión que le encargaron, sólo beneficiará a un hombre que se burló de la nación y dañará a un pueblo entero que demanda a gritos justicia, desarrollo, unidad, castigo a corruptos, empleos, estabilidad económica, seguridad, prosperidad educativa, y mucho más que se le negó durante seis ominosos años.
Hasta hoy, lo único que Claudia Sheinbaum puede festejar es que le digan presidenta, porque el país sigue sumido en la tragedia, la corrupción, el saqueo, la simulación, el influyentismo, el estancamiento y se asoma aunque lo nieguen una brutal recesión.
Fue lo que le dejaron y por eso está obligada a corregir y ganarse el reconocimiento y respeto nacional.
Pero si insiste en negar la realidad para halagar a su ex jefe (¿o aún lo será?), Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal, le seguirán poniendo piedritas en el camino y continuarán burlándose de ella porque a otro amo obedecen y sus ambiciones de poder y dinero son ilimitadas.
Cierto es que puede o debe haber choque o rompimiento -aunque Sheinbaum Pardo lo niegue- porque quiera o no, el gobierno lo encabeza ella y el Partido Morena es propiedad de López Obrador y de su hijo Andy, y de ahí saldrán candidatos a todos los cargos de elección popular, pero entonces ¿quién va a palomear o decidir candidaturas? ¿Ellos? ¿Ella? ¿Lo harán juntos los tres?
Por eso vienen o se avecinan desacuerdos y confrontaciones o la obediencia y docilidad, y si ésta última se da, puede ser que López Obrador quiera seguir siendo aquel león feroz que fue y mostrar que ruge y manda, pero ahora -si Sheinbaum Pardo se decide a quitarle el poder- el tabasqueño terminará siendo un león de circo o un gatito mimado y amaestrado, que habrá de guardarse porque su tiempo de rugir, ronronear y arañar ya pasó, y no vaya a ser que termine, como felino peligroso, detrás de las rejas, en una jaula pues.
Señora presidenta: las únicas herencias que se deben guardar, aquilatar, aprovechar y agradecer, son las de los bienes inmuebles, de joyas, vehículos, dineros, y obras de arte, pero no las herencias de personajes desacreditados, corruptos, cínicos, embusteros y abusivos, que lejos de beneficiar, dañan. Piense y actúe en consecuencia.
Apuntes Finales….
La presidenta ya está probando las mieles del poder y poco a poco parece que le va tomando gusto. Ya dio buenas señales de que a partir de mayo será ella la única que tome decisiones. Anunció que por fin, saldrá del Instituto Nacional de Migración Francisco Garduño, que se llevará a cuestas la muerte de 40 extranjeros, en su mayoría latinoamericanos, que terminaron sus vidas quemados en Ciudad Juárez por la torpeza, omisión y negligencia de este impune funcionario. Llega a esa dependencia el ex gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien sin duda hará mucho mejor papel. Tiene talento, experiencia administrativa y compromiso con la presidenta… Sigue habiendo voces -incluso dentro de Morena y el gobierno- que dicen que quien la puso la controla, pero todo indica que Sheinbaum Pardo se está quitando las ataduras y que tomará decisiones que le convienen a ella y al país… ¿Habrá también cambios en la Comisión Nacional de Derechos Humanos? ¿Dejará en el IMSS a Zoé Robledo? ¿Llegará a la dirección del Metro, Adrián Rubalcaba?… Que pena, los gobernadores (una dama) de las dos Bajas Californias, siguen siendo noticia por sus tropiezos, frivolidades, abusos, inexperiencias y corruptelas, y parece que así seguirán. Marina del Pilar Ávila Olmedo y Víctor Castro no dan pie con bola. Están dedicados a hacer negocios, a saquear las finanzas estatales y a jugarle las contras a la presidenta. Por cierto, ¿serán ellos los que decidan quién los va a suceder? ¿Pondrán ellos al candidato o candidata a gobernador, gobernadora? Porque en Baja California Sur, el profesor gustoso mueve y promueve a los alcaldes de La Paz, Milena Paola Quiroga Romero, y de Los Cabos, Christian Agúndez, pero se le puede cruzar la decisión de Sheinbaum Pardo y aparecer por ahí Rubén Muñoz Álvarez, a quien aborrece el torpe, disminuido, corrupto y narcohuachicolero gobernador, que gusta de invadir predios y propiedades privadas… En la otra Baja California, en la sucesión estatal, hasta hoy camina solo el diputado federal Fernando Castro Trenti, para suceder a la actriz, vedette y animadora Marina del Pilar Ávila Olmedo, pero habrá que ver qué decide la presidenta ¿o López Obrador y Andy? Castro a Trenti es muy cercano a Ricardo Monreal, pero debe reconocerse su experiencia parlamentaria, política y diplomática para ser considerado con seriedad. Ya ganó una vez la gubernatura, pero en las negociaciones e intercambio de favores, Enrique Peña Nieto lo sacrificó para entregar el gobierno estatal al corrupto de Francisco Kiko Vega, del PAN… Por cierto y hablando de las entidades, ¿dejará la presidenta que siga como gobernador de Sinaloa el narco político de Rubén Rocha Moya?… Y en Puebla, apenas comenzó su gobierno y Alejandro Armenta ya dio muestras de arrogancia, prepotencia, autoritarismo y torpeza política, al querer extorsionar a empresarios del estado. Su escuela fue la del “gober precioso” y fue uno de sus alumnos más destacados. Armenta Mier es de uñas muy largas y sabe amenazar, como lo hiciera Mario Marín, hoy habitante de un penal, que quería someter y encarcelar a periodistas, ¿verdad Lidia Cacho? Ahora Alejandro Armenta quiere hacer lo propio con el reconocido y valiente columnista Rodolfo Ruiz, dueño del acreditado medio digital e-consulta… ¿Presidenta Sheinbaum, qué hará con Pemex?… Dos figuras de la oposición que pueden crecer y confrontarse para beneficio de Morena: Ricardo Anaya y Luis Donaldo Colosio Riojas.
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