Por Arturo Sandoval
“Cuando adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajo y que las leyes no te protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti ; cuando descubras que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto -sacrificio, entonces podrás afirmar, sin temor a equivocarte, que tu sociedad está condenada”. Alissa Zinovievna nació en Rusia, más conocida en el mundo de las letras como Ayn Rand, fallecida en marzo de 1982 en New York.
El texto de Alissa Zinovievna, pinta fielmente a la Suprema Corte de Justicia mexicana, con excepción de una minoría de integrantes, quienes cumplen honesta y cabalmente con la aplicación de la justicia. Se puede decir que la Corte presidida por la ministra Piña no entiende que no entiende; pero la verdad, entiende totalmente y por ello sabe el tipo de chicanadas para usar para conservar los privilegios millonarios. Sabe de sobra, como buena representante de gente poderosa arriba de ella y de su séquito que debe cumplirles y encontrar agua en las piedras para detener lo plasmado en la Reforma judicial convertido en ley y mandato constitucional para elegir a nuevos ministros, magistrados y jueces en todo el país. Piensa en la tolerancia de AMLO como continuidad para permitir sus actos leguleyos sin contar que ya no será igual con Claudia Sheinbaum; quién con base en la Constitución, advierte al SCJN no invadir al Poder legislativo ni al Ejecutivo en funciones que sólo corresponden a estos poderes como votar reformas constitucionales o emitir decretos presidenciales.
De cualquier forma, en todos los escenarios, esto ministros saldrán con ganancias. Si les va mal, se irán hinchados de dinero, tanto como para cubrir con lujos 10 vidas seguidas. Si les va bien, a seguir con la explotación del erario con dinero del pueblo para continuar con sus lujos y sus multimillonarios fideicomisos. Aunque nada es eterno; muchos de estos privilegios pueden desaparecer si esos dos poderes mencionados lo deciden; tiene el mandato del pueblo en las boletas electorales de este 2 de julio.
¿Quién vigila a los vigilantes?
Décimo Junio Juvenal, poeta romano nacido en el Siglo I y fallecido en el Siglo II pone en sus escrito esta cuestión, hoy tan vigente en el caso de los ministros mexicanos encargados de vigilar y aplicar la justicia y a todos los jueces y magistrados. Claro que hay un organismo que vigila a estos vigilantes para el cumplimiento cabal de sus funciones y, en caso de no hacerlo, sancionarlos:
El Consejo de la Judicatura Federal es el organismo que vigila a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). El Consejo de la Judicatura Federal tiene funciones administrativas, de disciplina y vigilancia.
¿Quién preside la SCJN?:
Ministra presidenta Norma Piña Hernández.
¿Quién preside el Consejo de la Judicatura Federal?:
Norma Piña Hernández es la presidenta del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) desde el 2 de enero de 2023.
No es broma querido lector, quien vigila al vigilante es la misma persona, así hay la posibilidad para sólo castigar a gente de la SCJN que no se someta a su voluntad y da manga ancha a ella misma y a sus ministros compinches, para trasladar esta forma de actuar a jueces, juezas, magistrados y magistradas de todo el País.
La doble presidencia la convierte en jueza y parte de probables asuntos obscuros de ella y allegados. No se verá un mea culpa si hay actos de corrupción, de mala práctica, de errores y se ponga las esposas para entregarse a un ministerio público o a una fiscalía. Por ello es urgente la elección de integrantes de cúpulas en el sistema judicial en todo el País; es el derecho ganado y demandado por el pueblo en las urnas del 2 de junio.
NOTA: ahora con estos cambios en la Constitución, quien vigila al vigilante no será la misma persona y, muy deseable la llegada de justicia a justicieros.
Nota 2: muchos dicen: “después de ver esto, ya puedo morir tranquilo o tranquila”; Ifigenia Martínez lo logra y, ve a una mujer como Presidenta de México, a la cual puso la banda presidencial. Donde esté, ilustre Ifigenia, la recibirán con fanfarrias.