La verdad es una era de emoción científica. Yo soy fan de todo esto, desde las inyecciones para recuperar nervios atrofiados como ya lo ha publicado el MIT hasta la elaboración de medicamentos a la medida genética de cada quien. Pero ¿cuál es el límite? En una era en la que la AI va a suplir a muchos de los empleos de profesionistas y los robots a muchos de los que no lo son surge la idea de clonar a seres queridos para que haya unos nuevos o de editar a los embriones para que no tengan enfermedades (defectos).
Digamos que la humanidad sigue avanzando en la ciencia, pero cada avance tiene sus consecuencias y su responsabilidad. Esta mañana daremos algunos ejemplos del ingeniero Sam Altman fundador de Open AI de su esposo el también ingeniero Oliver Mulherin quien fue el que sugirió invertir en la empresa “Preventive” que editará embriones para tratar de prevenir enfermedades crónicas lo que es muy interesante. Claro que ya que estamos en edición de genes puede uno pensar en optar por otros aspectos como aspectos físicos. Por el momento en EUA y UK la edición genética está prohibida, pero quien la va a frenar en otros países y en los propios antes mencionados cuando se usa la idea de prevenir enfermedades.
Sumemos lo anterior a la idea del super deportista Tom Brady quien decidió clonar a su amado perro con la idea de tenerlo de nuevo. Un gemelo genético. La clonación se dio dos años después de la muerte de su Pit Bull. La empresa Colossal Bioscience en la que Brady es también inversionista trajo a la vida a un cachorro que fue creado de la sangre almacenada. A esto sumemos a la empresa 2wai fundada por Calum Worthy, que ofrece filmar a familiares durante algún periodo o tomar videos si es que ya fallecieron y de ahí crear un Avatar a través de inteligencia artificial quien podrá darnos consejos e interactuar con nosotros como si fuera nuestro padre, madre o familiar preferido años después de que esta persona ha fallecido.
Todo esto en un momento en el que los lideres de Rusia, China y otros platicaban en la cumbre de Asia en septiembre sobre la inmortalidad a través de la clonación de órganos para seguir viviendo. Así las cosas si uno muere podrá consolarse con una imagen de AI que fingirá por siempre ser nuestro ser querido o tal vez uno prefiera hacer una copia genética para volver a tener ese hijo o hermano fallecido. Más aun qué tal si uno desea clonar partes para vivir unos cien o doscientos años extras. Cuál es el límite. Realmente solo Dios lo sabe.
Pero hablando de Dios, muchos de los que apuestan a esto están convencidos que Dios no existe. Por otro lado, los jóvenes de occidente pierden las ganas de tener hijos y esto puede ser un camino para tener clones o para que nunca dejen de preguntar a papa o a mamá qué hacer mientras viven en su casa por décadas sin fin a pesar de que los padres ya hayan fallecido.
Que tiempos tan raros. El socialismo regresa con fuerza, la AI ofrece suplantar a humanos y los humanos más ricos de todos lados se quieren hacer eternos de manera directa o indirecta. Solo algo se olvida. Si hay una crisis de energía todo esto se lo carga la fregada porque nadie sabrá ni como calentar agua o cortar un árbol o pescar.
La contra parte de esto es el crecimiento de las plazas laborales en empleos de servicios o técnicos ya que los más sofisticados serán dados a la AI y claro como lo dije los robots de un par de miles de dólares, pronto también harán labores del hogar. Además, porque adoptar cuando es mejor clonar. Menos riesgos uno tendrá lo que pide… ¿o no? Por qué tener duelo cuando uno puede tener un avatar con la imagen de mama o papa y por qué morir cuando uno puede clonar órganos y vivir por siempre ¿Será? Uno podría pedir que se clone a un santo o a un visionario o a un héroe o pedir un avatar de todos ellos. Total, seguro serán igual que los verdaderos ya que comparten sus aspectos físicos externos, y sus genes…Eso es lo que somos, solo los genes y la imagen. ¿O no?
Esto ya es una realidad, solo que no es muy pública. Pero pronto la veremos por todos lados. Dios les bendiga y feliz semana.
