Para Contar
Arturo Zárate Vite
Ahora resulta que los militantes de la 4T ya no pueden salir más allá de las fronteras de México, porque si lo hacen, son linchados en los medios, acusados de ser incongruentes, no practicar la vida franciscana al preferir hospedarse en hoteles de primer mundo y comer en restaurantes de postín.
El tema tiene sin cuidado a la sociedad. No hay marchas ni protestas por ese motivo. Lo que a la gente le importa y quiere es que no hagan mal uso del dinero público. Si los funcionarios viajan con sus propios recursos, tienen todo el derecho de ir a Europa o a cualquier otra parte del mundo, igual comer donde les plazca.
Las frases “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, “por el bien de todos, primero los pobres”, “austeridad republicana o franciscana” y “el poder es humildad, no soberbia”, surgieron como respuesta a lo que se hacía en gobiernos del PRI y PAN cuando el dispendio se financiaba con recursos públicos.
Había derroche y con dinero del erario, no de los bolsillos de los servidores públicos. Los viajes en aviones privados y el presidente disponía de un avión con todas las comodidades.
Eso cambió y la austeridad es una obligación para los funcionarios, cuando están en sus labores o cuando contratan o compran equipo para cumplir con la tarea asignada por ley.
Si quieren pagarse servicios caros u objetos suntuosos, tienen que utilizar el dinero de su bolsillo
Por supuesto que hay quienes tienen una larga carrera en el servicio público y han ahorrado o heredado el patrimonio de sus padres, por lo que están en su derecho de darse sus gustos.
Así que nadie se espante de ver a Ricardo Monreal con su esposa en un restaurante de Madrid, tampoco de ver a Mario Delgado desayunando en Lisboa o al diputado Pedro Haces celebrando su cumpleaños en Europa. Pueden hacerlo siempre y cuando el dinero sea suyo, ganado de manera lícita.
Seguro que no son los únicos legisladores o funcionarios que comen en lugares de cinco estrellas o recorren las principales ciudades del mundo, nada más que no son tan conocidos como los citados, fotografiados tan pronto son descubiertos en lugares públicos.
Los medios saben que hay diferencia entre hacer esos gastos con dinero propio y hacerlo con cargo al erario.
Sin embargo, buscan exhibirlos, desgastar su imagen y la de su partido que pregona austeridad republicana.
El compromiso de la izquierda con los pobres es para sacarlos de la pobreza, no para que todos empiecen a comportarse como si fueran pobres, porque entonces se caería en una farsa, en una simulación.
La meta debe ser que esos pobres, tarde o temprano, superen la pobreza, también tengan la oportunidad de viajar por el mundo y puedan comer donde quieran, sin que nadie los reprenda por gastar su dinero.
Ninguno de los principios fundamentales de Morena dice que si alguien ha ganado dinero lícitamente lo tiene que guardar y no utilizarlo para viajar por el mundo o comer en un buen restaurante.
Lo que quiere ese partido y es lo que está en sus documentos básicos es construir un México más justo y equitativo, donde la justicia social, la igualdad y el bienestar sean una realidad para todos.
Tiene como objetivo erradicar la corrupción y la impunidad, promover la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión pública, y actuar con honestidad y compromiso con el pueblo.
Mientras cumpla con esa misión, a la gente los tiene sin cuidado que las figuras políticas coman en España o en Xochimilco.
De cualquier manera sería recomendable que evitaran la ostentación.
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