CIUDAD DE MÉXICO, 27 de diciembre (AlMomentoMX).- Ante la tradición de comer las doce uvas para dar la bienvenida al Año Nuevo, la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) advertió que comer uvas enteras -con piel y pepitas- es la tercera causa de asfixia en menores de cinco años.
“Esta fruta, por sus cualidades en cuanto a su forma y textura, puede provocar una obstrucción en las vías respiratorias y, si no se actúa de forma rápida, puede llegar a provocar la muerte”, asegurço el doctor Raimundo Gutiérrez Fonseca, vicesecretario general de la SEORL-CCC.
Reiteró que esta frutas “puede deslizarse en la boca del niño de forma involuntaria, sin ser masticada, y actuar como tapón en las vías aéreas, impidiendo la respiración”.
Por ello, recomendó no darles a los niños, sobre todo a los menores de cinco años, las tradicionales doce uvas para dar la bienvenida al nuevo año o, en su defecto, modificar su forma, cortándolas en varios trozos, quitándole la piel y las pepitas para evitar un episodio de aspiración.
La mayor parte de los atragantamientos infantiles se producen en niños menores de dos años. “Es en esta franja de edad cuando aún no tienen los dientes desarrollados, el sistema deglutorio del niño es inmaduro y la posibilidad de que una parte de un alimento o cuerpo extraño pase a la vía respiratoria es más alta”, apuntó.
Los especialistas alertaron de que las uvas no son las única responsables de los atragantamientos. “Entre los alimentos, destacan los frutos secos y, entre los objetos inanimados, los juguetes o piezas pequeñas de estos, así como los globos, todos ellos muy presentes en estas fechas”, resaltó Gutiérrez Fonseca.
Es más, los expertos prohíben dar a los niños menores de tres años cualquier tipo de fruto seco sin moler y recomiendan no hacerlo hasta los cinco o seis años, por el alto riesgo que existe de atragantamiento y asfixia. En cualquier caso, lo más importante es prevenir que ocurran estos episodios de aspiración.
¿QUÉ HAY QUE HACER ANTE UN ATRAGANTAMIENTO?
Si ocurre un atragantamiento, en un primer momento puede que se solucione solo gracias a la tos originada por la aspiración, en muchas ocasiones es efectiva y consigue expulsar lo que la provoca la obstrucción. “Puede ser efectiva, ya que se trata de un mecanismo de defensa para expulsar un objeto extraño”, señaló Gutiérrez Fonseca.
Sin embargo, destacó, “no siempre sucede así y puede producirse un deterioro del estado respiratorio que, en ocasiones, puede desencadenar en neumonía, enfisema pulmonar, algunas infecciones o, incluso, la muerte”. Por lo tanto, es importante conocer lo que hay que hacer en el caso de que una persona, y en especial los niños, se atraganten. Entre los síntomas más característicos, está la dificultad para respirar o la tos.
Si se sospecha que el menor puede estar atragantándose con algo, “lo primero es acudir de forma inmediata a un servicio de urgencias, para que un especialista en otorrinolaringología pueda valorar este riesgo, o llamar a los servicios de emergencias para que vengan a la mayor brevedad posible”, apuntó.
Una vez en urgencias, el médico le realizará algunas pruebas, como una fibrolaringoscopia, para valorar la vía aérea superior; una auscultación pulmonar, que pueda evidenciar datos acústicos como sibilancias u otras alteraciones; o una radiología de tórax que, en ocasiones, permite visualizar la localización del cuerpo extraño o sus consecuencias pulmonares.
“En el caso de la broncoscopia, se trata de una prueba que requiere anestesia general y no está exenta de riesgos, por lo que la decisión de realizarla o no se basa en los elementos de sospecha sobre la existencia de un cuerpo extraño”, expresó Gutiérrez Fonseca.
La mejor medida contra los ahogamientos es la prevención o evitación, de este modo lo principal es dejar fuera de su alcance todos aquellos juguetes o alimentos que, de ser llevados a la boca, puedan ocasionar un atragantamiento.
“Una curiosa pero efectiva forma de determinarlo es que cualquier objeto que pueda entrar por el interior de un rollo de papel higiénico no debe estar expuesto al niño, sobre todo entre los menores de tres años”, sugirió el doctor Gutiérrez Fonseca.
AM.MX/dsc
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