Por Aurelio Contreras Moreno
La asonada pan-yunista para acomodarse a sus intereses el nuevo andamiaje institucional del estado de Veracruz escribió un nuevo capítulo este jueves en el Congreso local.
Por mayoría de la aplanadora panista, y con el voto en contra de las diputadas Daniela Griego Ceballos (Morena) y Cinthya Lobato Calderón (PAN), presidenta y secretaria respectivamente de la Comisión Permanente de Transparencia, Acceso a la Información y Parlamento Abierto, la LXIV Legislatura de Veracruz nombró como comisionado interino del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (IVAI) a Arturo Mariscal Rodríguez.
Desde hace más de año y medio, el IVAI funcionaba con solamente dos de los tres comisionados que por ley deben integrarlo, debido a que a finales del sexenio de Javier Duarte, en junio de 2016, uno de ellos renunció al cargo para integrarse efímeramente al gabinete. El entonces gobernador intentó maniobrar para colocar en su lugar a un incondicional, pero para ese momento su fuerza política iba en descenso acelerado y ya no le dio para esa imposición.
Desde entonces, el IVAI trabajaba con solamente dos comisionados. Y si bien hizo un trabajo aceptable en ese tiempo, su situación no dejaba de ser irregular, por lo que desde principios de 2017 el Congreso del Estado lanzó la convocatoria a los aspirantes a ocupar el espacio vacante en el organismo.
La Comisión Permanente de Transparencia, Acceso a la Información y Parlamento Abierto de la LXIV Legislatura encabezó el proceso de selección, en el cual se entrevistó a más de 40 aspirantes, y del que presentó un informe el 14 de junio de 2017.
Sin embargo, el proceso fue suspendido luego de que uno de los aspirantes, que había sido eliminado por no cumplir con el requisito de la edad mínima marcada por la Constitución para ocupar el puesto, obtuvo un amparo al alegar que dicho requerimiento violaba su derecho a participar. Hasta ahí, no habría nada que objetar.
Pero los nuevos dueños del poder en Veracruz y sus aliados encontraron en este impasse la oportunidad para colar a uno de los suyos al IVAI. Sin tomar en cuenta a la Comisión legislativa responsable del procedimiento de selección, la Junta de Coordinación Política del Congreso local, que preside el panista Sergio Hernández Hernández, emitió un punto de acuerdo para nombrar como comisionado interino a Arturo Mariscal Rodríguez, quien fue uno más de los 40 participantes en el proceso que está sin concluir.
Empero, no sería esa la razón por la que fue elegido, sino por sus vínculos políticos. Resulta que hasta este jueves, Mariscal Rodríguez se desempeñaba como asesor del Grupo Legislativo “Juntos por Veracruz”, a donde había llegado de la mano del diputado Rodrigo García Escalante, quien empezó la LXIV Legislatura como integrante del Partido Verde y de dicha bancada mixta, y que hace unos meses, tras concretarse la alianza de su padre, el contralor duartista Ricardo García Guzmán, con el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, se pasó sin pudor al PAN.
La relación de Arturo Mariscal Rodríguez con los García Escalante no es nueva. Entre 2014 y 2017, fue comisionado público en la Contraloría General del Estado. Precisamente en el mismo periodo que estuvo al frente de esa dependencia Ricardo García Guzmán.
En el IVAI fue nombrado como comisionado un personero de una de las alianzas políticas más nefastas que se han trabado en el presente gobierno. Y el hecho de que se le haya colocado en el organismo garante del derecho a la información de los veracruzanos es gravísimo, toda vez que ha quedado más que de manifiesta la opacidad con la que se conduce el régimen del “cambio”.
El IVAI ya tiene su “comisionado carnal”. Y por lo que se ve, por ese mismo camino transitará todo el Sistema Estatal Anticorrupción. La simulación goza de cabal salud en Veracruz.
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