SENTIDO COMÚN
Gabriel García-Márquez
Aun cuando las autoridades municipales de los municipios veracruzanos se empeñan en negar que hay desperfectos que atender en la red de drenajes y alcantarillado de las zonas urbanas, la naturaleza se encarga de poner al descubierto las malas condiciones en que se encuentran miles de colonias de las cabeceras municipales.
Las recientes lluvias han ocasionado daños en cuando menos 14 municipios de la entidad, entre los que destacan de la zona sur Minatitlán, Ixhuatlán del Sureste, Nanchital, Moloacán, Pajapan, Acayucan, Cosoleacaque y Coatzacoalcos, donde han resultado afectadas cientos de familias y ha quedado al descubierto la falta de mantenimiento de la red de alcantarillado.
Específicamente en Minatitlán ha sido un problema de nunca acabar, que no ha sido atendido por la alcaldesa Carmen Medel, aun cuando la población la ha estado presionando para que se hagan los desazolves de manera urgente, puesto que hay muchas familias que viven en zonas bajas propensas a inundaciones.
Cientos de viviendas se inundaron y varios automóviles quedaron cubiertos por el agua estacionados en las calles.
Las calles y avenidas que recientemente fueron reparadas están de nuevo en mal estado, toda vez que no se ha resuelto de fondo el problema, sino que nada más se han parchado los baches, por lo que ahora se han comenzado a formar socavones que son un peligro para los automovilistas.
En el caso de Coatzacoalcos las afectaciones más fuertes ocasionadas por las recientes lluvias y tormentas ha sido a la red de energía eléctrica, que ha dejado sin luz a varias colonias del puerto, donde a pesar de que se han presentado los reportes correspondientes, a más de 10 horas de que se registró el apagón aún siguen sin energía y para poner un reporte se tienen que hacer a veces hasta cinco llamadas para ser atendidos en el 071, donde la respuesta es la de siempre “su reporte ha sido recibido y será atendido en menos de 4 horas”.
La realidad es que cada año se espera la llegada de las lluvias, sobre todo después de una larga e intensa sequía, que en esta ocasión se empalmó con la afamada canícula; sin embargo, aunque las autoridades responsables tuvieron tiempo suficiente para realizar los trabajos de desazolve y todo lo necesario para proteger a la población, no lo hicieron y ahora se concretan a justificarse y a realizar trabajos de remediación, los cuales nunca son suficientes para resolver el problema de fondo, toda vez que las familias que viven en las zonas bajas pierden sus pertenencias a causa de las aguas lodosas que se meten a sus viviendas.
Y esto es todos los años, pero como siempre las lluvias tienen la culpa y eso que todavía falta lo peor cuando en verdad se plante la temporada de huracanes en septiembre, el mes de la Patria.