El senador Ricardo Monreal no puede desvincularse de su actividad académica en la UNAM, por lo que manifestó su solidaridad con los científicos que son investigados por la fiscalía general de la República y para los que ha solicitado, en dos ocasiones órdenes de aprehensión y negadas por el juez.
El senador Monreal explicó que no se va a poner en el papel de juez o de ministerio público, porque no le corresponde, pero que si está en favor de mantener el principio de la presunción de inocencia.
También dijo que va a buscar dialogar con el fiscal general y con la directora del CONACYT (la parte acusadora) para evitar que este asunto se sigua polarizando.
El presidente de la unta de Coordinación Política señaló que si la fiscalía presenta los mismos argumentos obtendrá el mismo resultado, no se le darán las órdenes de aprehensión como en las dos ocasiones anteriores.
El legislador insistió en que, en lo personal, como senador y como académico se solidariza totalmente con la comunidad científica, por lo que no puede estar de acuerdo con el senador Armando Guadiana, de Morena, quien pidió que la Unidad de Inteligencia financiera investigue a todas las universidades del país.
Monreal Ávila explicó que eso no puede ser pues las universidades son autónomas y hacerlo sería violentarla.
Explicó que cada legislador tiene su opinión y que él no va a interferir, pero que tampoco coincide.
El líder del grupo parlamentario de Morena hizo un llamado: “hacemos un llamado a la moderación y a la prudencia porque son momentos muy complejos en la vida nacional. Pero que no quede ninguna duda”.
En la conferencia de prensa se le preguntó por la participación de una senadora del PAN, que habló en contra de las fuerzas armadas y de la Guardia Nacional, Monreal Ávila señaló que el parlamento es un cuerpo deliberativo plural: “creo que algunos senadores o senadoras se perdieron en la ofensa, frente al análisis juicioso que debimos hacer frente al Gabinete de Seguridad Pública. Se perdió la oportunidad para hacer una reflexión de alto nivel y se fue a la tarea fácil del agravio”.
Recordó que él fue un legislador de oposición muy combativo: “por eso no tengo autoridad para cuestionar a nadie: no lo voy a hacer, pero me hubiera gustado que se hubiera dado una reflexión de mayor nivel en la comparecencia y en el Gabinete de Seguridad”.
Afirmó que en el Senado hay un derecho que es sagrado: “nadie puede ser reconvenido en sus expresiones. Es un derecho constitucional y cada uno tiene que asumir su propia responsabilidad, de lo que dice y de lo que hace”.