homopolíticus
- Debió Anaya dar las Gracias
Invitar pacíficamente a que el periodista Gerardo Suárez —que además es abogado por la Universidad estatal—, subdirector editorial y columnista del diario El Regional, presente las pruebas de la red de corrupción reveladas el viernes último, día 25, además de amenaza, desvela el manejo comunicacional errático de todo un aparato gubernativo que pervive.
Señalada —no acusada, no denunciada— en la investigación periodística Hubo atraco al Fideicomiso del Lago de Tequesquitengo, la diputada federal Sandra Anaya equivocó las formas: debió agradecer a reportero y medio la información que probablemente servirá como prueba gubernamental contra su actuación como secretaria de Administración, y preparar las pruebas administrativas ante la Secretaría de Desarrollo Sustentable y la Contraloría general, y pruebas judiciales si dan vista la CG y DS a la Fiscalía anticorrupción.
A la funcionaria cuauhtemista la han tratado bien todo este tiempo en el rotativo de Eolo Pacheco, y no por bonita, sino por rigor periodístico profesional. No hay registro de que Anaya haya agradecido ni una línea ágata a su favor. Negarse a hacerlo, además de acción narcisista, lleva a perder el derecho de reclamar una nota en contra. La congruencia política y personalísima es la mejor vacuna contra la megalomanía. Ojalá no haga un Tania Valentina y diga que apareció en papel periódico por ser mujer.
El problema de la comunicación —eres lo que comunicas, dice Manuel Campo Vidal— ha sido por falta de tiempo para pensar mejor. En todo un sexenio no supieron comunicar colectiva ni individualmente. Tanto, que nadie habla bien del gobierno anterior ni de sus empleados. No se puede tener pensamiento en piloto automático siendo funcionario público, pues el periodismo no es empleado de personas e instituciones. Quien sugirió a Anaya Villegas responder de esa forma, la metió en aprietos que confirman su imagen pública. Si fue motu proprio, peor.
Trabajar la comunicación política y social no es fácil. Aún quienes tienen o creen tener buena imagen, necesitan de platicar a solas con la almohada, como José José. En todos lados existen funcionarios que son criticados en un medio y se defienden en otro, lo que lleva a tener una imagen rancia. La escuela de aprendices ha elevado su matrícula los últimos dos sexenios en Morelos. No hablar de más —ni actuar de más—, recomienda Greene en Las 48 leyes del poder. La diputada federal no por méritos ni cualidades, sino por una negociación escura, una de las peores formas del reparto del poder, no debió amenazar ni declarar sin administrar sus pensamientos, sino esperar los tiempos mediáticos-jurídicos-políticos-gubernativos. El martes ha sido convocada a sesión ordinaria, a las 11:00 horas, magnífica ocasión para aplicar una pieza oratoria que distinga, no que la etiquete.
Si no existieran los políticos insensatos, no tendría caso que existieran los Códigos civil y penal. Las actuaciones, hasta en privado, deben ser como si estuvieran grabando: correctas. Un reglamento de urbanidad personificado. Con honestidad. Con vocación de servicio y voluntad política, principios que se están extinguiendo antepuesta la megalomanía, las ganar de sobresalir porque brilla su estrella y sin derecho ser criticados. Se llama libertad de prensa y libertad de expresión.
Los mencionados en la nota, si le da clic se entrera, utilizaron información privilegiada oficial para adquirir bienes públicos con dinero público, de una entidad pública a otra entidad pública, al amparo del poder público, siendo servidores públicos, no ciudadanos comunes. Para cobrar congruencia, de lo que careció todo el cuauhtemismo, incluso en materia comunicacional, debían separarse del cargo y atender el asunto con el poder de cinco años de aulas universitarias. Va a ser histórico: nadie ha denunciado a nadie por decir la verdad.
letraschiquitas
Domingo de guardar, sí, pero también de plaza, los secretarios Víctor Sánchez y Adolfo Barragán fueron vistos en el mercado central de Cuernavaca, y no comprando carnitas, barbacoa o chicharrón, ni haciendo fila por las tortillas o comprando tepache, sino trabajando***. Hace un año, cuando abandonó la cárcel, Raúl Tadeo dijo tener «un millón de amigos», como Roberto Carlos. El viernes, san Juditas —como le dicen de cariño, pero en secreto— se deshizo en elogios para Ulises Bravo***. Sin hipertensión ni hipotensión, el líder cameral Rafael Reyes quiere elección de dirigente de MORENA con votos de consejeros. En nueve años —Miguel Lucia fue legalmente elegido por mayoría en 2015—, la dirección estatal tuvo encargados y en funciones de, y hoy, un espurio.