CIUDAD DE MÉXICO, 22 de noviembre (AlMomentoMX).- Hace años, cinco hermosas mujeres acapararon marquesinas, aplausos, halagos, envidias, lujos, excentricidades y también excesos, y todo esto se resume en el documental “Bellas de Noche”, que se estrenará el próximo viernes.
Lyn May, Rosy Mendoza, Olga Breeskin, la Princesa Yamal y Wanda Seux son las protagonistas del filme en el que la directora María José Cuevas, conjunta de manera interesante relatos sobre el pasado y el presente de estas mujeres.
En “Bellas de Noche” se narra la otra vida de las que fueron las grandes vedettes de México; se trata de un trabajo que se aleja del amarillismo del que estas mujeres han estado rodeadas por décadas, para enfocarse en las historias de cinco mujeres que con altibajos ofrecieron su vida al espectáculo.
“Bellas de noche no trata del pasado, trata del presente; el pasado ya todos lo conocemos, pero quise retratar el presente de estas mujeres que han sabido seguir adelante y reinventarse, como caer para después levantarse. No son mujeres que se la pasan en su cama llorando por lo que alguna vez fueron, sino que buscan seguir activas y eso es admirable”, comentó la directora en conferencia de prensa.
Una de estas mujeres es la violinista Olga Breeskin, quien detalló que aceptó participar en este proyecto con la condición de que la realizadora plasmara en el filme la vida de cristiana bajo la que ella se rige actualmente.
En el documental repasa desde aquellos anuncios televisivos de la década de los años 70 que coreaban el estribillo de ‘Todos queremos ver a Olga’, con el que la violinista anunciaba su show en el desaparecido hotel Continental, hasta cómo se convirtió en predicadora de la palabra de Cristo, su actividad actual.
María José Cuevas la filmó en su lugar de residencia en Las Vegas, cuando tuvo que pedir prestados casa, auto y hasta postizos, pues nada de eso le quedaba luego de haber tenido todo en abundancia.
A decir de la directora, la idea del largometraje le vino una vez que la Princesa Yamal la invitó a su casa en Acapulco, hace 10 años, y ahí ejecutó un baile ataviada con un traje de noche. Cuevas llevaba una camarita, la filmó y luego, por los contactos de su padre, José Luis, juntó las demás historias.
Yamal no sólo probó la fama, sino que en 1999 también cayeron los reflectores sobre ella: fue acusada de ser cómplice de los tipos que rompieron la seguridad del Museo Nacional de Antropología en Chapultepec y salieron cargados de valiosas reliquias que la argentina tuvo en resguardo en su casa, acción que niega en la película, pero que le costó poco más de dos años de encierro en el Reclusorio Femenil en Tepepan.
En el caso de Wanda, la lente de Cuevas pudo retratar la lucha que la artista de origen argentino tuvo hace unos años contra el cáncer, al cual venció.
“Este trabajo hace un recuento de nuestras vidas, pero también de demostrar que aún estamos aquí, que seguimos trabajando y estamos vigentes”, señaló Seux.
Para Rossy Mendoza, “Bellas de noche” es el documento fílmico de una época que entre risas y llantos refleja la vida de “unas mujeres que dedicamos los mejores años de nosotras al público que con sus aplausos nos nutrió”.
Mendoza, la de la cintura más breve del espectáculo, como era anunciada, muestra en lo que ha gastado sus esfuerzos para paliar el efecto del retiro: el manuscrito de un libro sobre metafísica.
Durante la conferencia de prensa, Lyn May, otras de las participantes, aseguró: Las vedettes estamos de regreso.
May es la única con actividad eventual en ferias y palenques; además, no esconde su libidinosa vitalidad sexual y asegura que es placentero trepar a un árbol y en lo alto practicar las artes amatorias.
A decir de Breeskin, las vidas del quinteto bajadas de los escenarios, despojadas ya del bikini: ahora proyectamos lo que es una mujer digna y verdadera.
AM.MX/dsc
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