DIARIO DE ANTHONY
1: 52p.m. …”Y mi palabra es la del buey. No tengo trono ni reina, ni nadie que me ofenda, ¡pero sigo siendo un gay!” “Yo sé bien que estoy afuera, pero el día en que yo me muera, sé que tendrás que cagar, ¡cagar y cagar! Dirás que no me jodiste, pero vas a estar muy triste, y así te vas a chingar…”
Canción culera y pretenciosa, ¡de MACHO MEXIC-ANO! ¡Odio el mariachi, las canciones de ese otro imbécil de Guadalajara…! Toda la música horrible mexicana, que, cuando la he escuchado, ¡solamente me ha remitido A CANTINAS, A HEDOR, A PORQUERÍA, A NIÑOS SUCIOS Y POBRES; A PERROS CALLEJEROS, A PODREDUMBRE Y; A MÉXICO EN CARNE VIVA!
Mujeres débiles e ignorantes, dejadas y ¿alejadas de la mano de Dios? Pueblitos feos, llenos de gente “fea”; aquí en Yucatán no era la excepción. Vegetación culera; selva y calor. Mayas y no mayas; blanquitos yucatecos y culeros, que ahora eran RICOS, porque en el pasado sus abuelos habían explotado a indios mayas y esclavos…
¡Juro que los odiaba por igual! Y, vivían en Mérida. Todos ellos se habían movido más para el norte, allí, dentro del puto monte, donde crecían hierbas malas y culeras y que ¡todo lo invadían con sus cuerpos!
¡Pobres estúpidos, que tampoco podían ESCAPAR de este clima tan culero y asqueroso! Y, aunque en sus casitas y cochecitos tuviesen, o sea, hello –ay sí- aire acondicionado; je je. Yucatán era EL INFIERNO.
Mérida ¡LA SUCIA!, y sus blanquitos que contrastaban “con la chusma”, los nacos, ¡los huiros!, que es como le llamaban a las personas “así”; you know.
Pieles oscuras y cuerpos chaparros. ¡Tampoco los blanquitos eran muy altos que digamos! ¡Ni qué decir de sus estúpidas figuras!, que al final no le pedían NADA a la figura DE UN HUIRO.
Toda la gente AQUÍ carecía de cuello. Tanto blanquitos como “huiros” o mestizos, ¡no tenían cuello! Cuando yo tenía 6 años, enseguida SUPE de que UN BLANQUITO ¡siempre sería alguien “privilegiado”!
Y yo, que solamente deseaba ser UN BLANCO pero con la piel morena. No ser un chingado mexic-ano, sino que UN ANGLO. ¡No, idiota!, ¡no un puto am-lo!, sino que UN ANGLO.
Vivir en California, o aquí mismo, y entonces “desdeñarlos” a todos. Oh, ¡puto destino! En cierta forma siempre INTUÍ LO QUE SERÍA DE MI EXISTIR.
Ser alto y delgado, con un cuerpo libre como el viento. ¡TENER ORGULLO! ¡Un orgullo Californiano! Ahora TODO ESTO YA NO ME PERTENECE. Porque entonces YA LO HE ESCRITO.
Y tú sabes que siempre fue así. Al instante que yo escribía ALGO, en ese mismo instante DEJABA DE SER MÍO. Y, el odio y repudio que SIEMPRE SENTÍ POR ESTE TERCER MUNDO… Ah. ¡Ahora ya tampoco me pertenecía! ¡No más! ¡Nunca más!
Tercer mundo terrorífico… Sobreviví a ti, y a mi dolor. ¡Sobreviví A LO IMPOSIBLE! Ahora, cada vez que YO VUELVA A MIRARTE, YA NO HE DE SENTIR: TERROR, ANGUSTIA, DESESPERACIÓN, PERDICIÓN, LOCURA, SOLEDAD, ABANDONO Y…
¡Comála! ¡Tú morirás! (Aquel Poema de John Donne ¡siempre fue mi poema favorito…!)
MÉXICO, TERCER MUNDO… ¡TÚ MORIRÁS! (2:14p.m.)
DEATH, BE NOT PROUD! …AND DEATH SHALL BE NO MORE; DEATH, THOU SHALT DIE!!! (Yell, YELL AND YELL!!!! DEATH, FUCK YOUUU!!!)
Anthony Smart
Octubre/29/2020
Thursday into the 3rd World.