El gobierno de la 4ª Transformación llegó a sus primeros cien días con una gran celebración, no sin excesos en el triunfalismo y con ausencia de autocritica en lo desarrollado por la administración que, ahora, encabeza Andrés Manuel López Obrador.
El tabasqueño goza, hasta estos más de tres meses, de una gran aceptación entre la población mexicana, que está de acuerdo con los propósitos y proyectos de su gobierno, aunque existan voces que los desaprueban porque se ven afectados en sus intereses, normal, sucede en cualquier país del mundo.
Al gobierno de Andrés Manuel lo aprueban 8 de cada diez mexicanos, según las mediciones realizadas por varias empresas con motivo de los cien días de gobierno, pero la pregunta es: ¿tiene el gabinete para llevar a buen puerto a la 4ª Transformación? En este lapso muchos, la mayoría de sus colaboradores han demostrados que no. Unos porque ya están muy cansados, otros porque no tienen ni idea de donde están parados.
Cien días son muy pocos para esperar excelentes resultados de un gobierno que llega en medio de una gran crisis causada, según el mismo presidente, por los gobiernos neoliberales o neoporfiristas. Pero son suficientes para darse cuenta si alguien funciona o no en el gabinete, que es el equipo de trabajo que le debe ayudar a sacar adelante al país.
En cien días ha quedado claro que algunos miembros de ese equipo de trabajo, no pueden con el paquete, que no dan el kilo para la responsabilidad que se les adjudicó, lo que ha dado lugar a versiones de que pronto habrá cambios, aunque sabemos que a López Obrador no le gustan los cuestionamientos.
Un ejemplo, el señor Alfonso Durazo encargado de la difícil tarea de la seguridad de los mexicanos, un experto en secretarías particulares que nada tiene que ver en las labores propias de la Secretaría a su cargo. Hace unos días el presidente lo comprometió a dar una conferencia de prensa para informar sobre la desaparición de 19 personas que viajaban en un autobús por el Estado de Tamaulipas y este señor salió con la puntada de que pudiera ser que se los llevaron los polleros, “pudiera ser”, por favor eso que lo deje para una declaración del comandante de la policía o el jefe de la zona militar, no para un funcionario que se supone tiene información sobre, valga la redundancia, las funciones que realiza.
Otro ejemplo, la señor Olga Sánchez Cordero, a quien nadie le regatea sus conocimientos del derecho, pero el manejo de la política interior es otra cosa, se tiene que lidiar con políticos, no con damas de la caridad. Hasta ahora, gracias a que tiene subsecretarios y un coordinador de asesores que le saben, ha salido medianamente adelante. Así les puedo mencionar otros casos y sí acaso, dos o tres secretarios que sí funcionan. El tiempo dará la razón.
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Sin mencionarlo, queda claro que la presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky se refiere a personajes como Alejandro Rojas Díaz Durán, el coordinador de asesores de Ricardo Monreal, cuando dice: “se nos han infiltrado muchos sabandijas”. Lázaro Moguel está fuera del Banco del Bienestar, el ex –colaborador de Luis Miranda no pasó la prueba anticorrupción.
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@HctorMoctezuma1