CIUDAD DE MÉXICO, 2 de octubre (AlMomentoMX).- Festivales, discotecas y salas de música han sido el blanco de ataques en varias ocasiones en el pasado. Tan solo recordemos el ataque al Bar Pulse en Orlando, o el atentado terrorista en la Manchester Arena. A esta lista, hay que sumar la reciente masacre en un hotel de Las Vegas, en el que murieron por lo menos 58 personas el domingo.
El 22 de mayo de 2017, un ataque suicida con bomba dejó 22 muertos y 116 heridos en el Manchester Arena, un estadio de Reino Unido con capacidad para 21 mil personas, después de un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande.
Meses antes, el 31 de diciembre de 2016 en Estambul, un hombre armado con un fusil disparó a la muchedumbre en la discoteca Reina, donde entre 700 y 800 personas celebraban la llegada del nuevo año, con saldo de 39 muertos y 65 heridos.
Otros de los ataques que más conmovieron fue el suscitado el 12 de junio de 2016, cuando un hombre armado abrió fuego en la discoteca Pulse en Orlando, Estados Unidos, causando 49 muertos y más de 50 heridos.
El 13 de noviembre de 2015 un comando yihadista de tres hombres con cinturones cargados de explosivos entró en la sala de conciertos Bataclan, en París, en pleno concierto del grupo estadounidense Eagles of Death Metal y mataron a 90 personas.
El mismo día se perpetraron otros varios ataques en la ciudad causando una cifra total de 130 muertos y 350 heridos. Los ataques fueron reivindicados por el Estado Islámico.
Otro de los ataques realizados en conciertos o en festivales se cuenta el del 5 de julio de 2003, cuando un doble atentado suicida en la entrada de un concierto de rock en el aeródromo de Tushino, Moscú, provocó 15 muertos y 50 heridos.
Mientras que entre el 23 y el 26 de octubre de 2002, 912 personas fueron retenidas como rehenes en el teatro moscovita de Doubrovka por rebeldes que reclamaban la retirada de las tropas rusas de Chechenia. El incidente se saldó con la muerte de 130 personas, la mayoría asfixiadas por el gas utilizado por los militares.
El 12 de octubre de 2002 un kamikaze hizo explotar un coche bomba delante de la discoteca Sari Club, en Bali, Indonesia. 20 segundos antes, otro kamikaze había hecho explotar su chaqueta llena de explosivos en un restaurante cercano, el Paddy’s Bar. Ambos atentados causaron 202 muertos y más de 300 heridos.
AM.MX/dsc
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