Viernes 13. Para los anglosajones y, ahora, para los usuarios del Metro de la ciudad de México, día de mala suerte.
Porque este próximo viernes, que será el decimotercer día de este diciembre, la tarifa del Sistema de Transporte Colectivose incrementará de 3 a 5 pesos, dizque para mejorar las ya muy lamentables condiciones en la prestación de este servicio de transporte colectivo.
Llegar a esa muy dolorosa decisión para los bolsillos de la mayoría de los usuarios fue, de acuerdo a las autoridades que encabeza Miguel Ángel Mancera Espinosa, consensuada con la mayoría de ellos quienes, consultados demoscópicamente, se pronunciaron a favor del aumento. Tres casas encuestadoras participaron en este ejercicio practicado hace dos fines de semana y estas fueron Parametría, Mitofsky y Covarrubias. Todas coincidieron que más del 50 por ciento de los usuarios estaban de acuerdo con el aumento.
Los resultados que presentaron fueron 53.3 por ciento a favor en la medición realizada por Parametría, 56.2 por ciento en la de Mitofsky y 57.6 por ciento en la de Covarrubias.
¡Increíble! Increíble sí que, sin tarjetas de Monex o Soriana por ejemplo, casi tres quintas partes de quienes se transportan en el Metro pidan que les aumenten las tarifas.
¿O será, acaso, que las encuestadoras presentaron resultados amañados, parciales, favorables al deseo de quienes las contrataron?
No sería esta la primera ocasión.
Ya en el más reciente proceso electoral federal, todas ellas –casi sin excepción– fracasaron estrepitosamente en la presentación de sus resultados. Tal, empero, no ha sido el único, aunque sí el más vistoso caso.
¿Será, entonces, que como dijo el último viernes un locutor, la ciudadanía ha madurado a tal grado que “por el bien de todos” demanda pagar más, aunque el valor adquisitivo de su salario –si es que acaso tiene la suerte de tener un empleo– ha caído estrellándose en el piso?
¡Pamplinas!, ¿no cree usted?
Y ahí están las muestras. Usuarios que se apoderan de los torqniquetes de acceso y permiten el paso libre al servicio, como una de las primeras muestras de protesta a esta bufonada organizada por el GDF.
DEMAGOGIA CLIENTELAR
Explicada la necesidad de incrementar la tarifa, ¿no hubiese resultado mejor un acto de autoridad –si es que aún la tienen los funcionarios del GDF–, antes que una mascarada disfrazada con encuestas?
No, responderían los (i)responsables del erario capitalino, pues tal afectaría su imagen, su popularidad, tan celosamente guardada para con ella poder aspirar a cargos electorales de mayor relevancia.
Y aumentará así la tarifa.
Pero, que nadie se alarme. Los pobres, quienes están en situación de vulnerabilidad –adultos mayores, madres solteras, discapacitados, embarazadas, desempleados, huérfanos, quienes viven en zonas marginales– pagarán menos. O seguirán pagando lo mismo que hasta ahora.
Una condición, eso sí: que sean capitalinos, que vivan en el DF. Los usuarios del Estado de México y de otras entidades ya se fregaron. Para ellos no habrá subsidio.
Todo ello me parece demagogia. Del señor Mancera Espinosa, por supuesto.
Porque esa demagogia –que no es privativa de MAME; que inició partir de que el PRD comenzó a gobernar en la capital nacional– explica en buena medida la caída en la prestación del servicio del Metro… pero también en el resto de los servicios que la administración del DF debe prestar a la sociedad: Hoy la ciudad está más sucia que nunca, el pavimento de las calles convertido en un pedregal lleno de baches y hoyancos, calles sin iluminación, hasta el ornato de camellones se ha espaciado.
¿Y sabe usted por qué?
Pues porque muchos de los recursos con los que “contribuimos voluntariamente a fuerza” quienes vivimos aquí van directo a la compra de voluntades políticas a través de los denominados programas sociales: dinero para los ciudadanos de la tercera edad, para madres solteras, para bachilleres, para…
Lo peor es que buena cantidad de esos recursos se pierden en los laberintos de la corrupción –¿me creería que casi la mitad?– y misteriosamente aparecen en las cuentas bancarias y bolsillos de los funcionarios del GDF que rodean a Mancera. Hablo con conocimiento de causa.
Para eso sirven esas “ayudas”. Para que los “ayudados” sean los dizque funcionarios públicos.
De no existir la corrupción no habría necesidad de subir tarifas ni impuesto prediales. Pero…
Viernes 13. Permanente mala suerte para los capitalinos…
Índice Flamígero: ¿Se acuerda usted del departamento de valor millonario en dólares que Luis Ernesto Serna –secretario particular de Miguel Ángel Mancera en la Jefatura de Gobierno del DF– “estrenó” en el puente de fiestas patrias? Pues la bonanza económica sigue de manifiesto. Vea usted si no, cuando en los pasillos del viejo Palacio del Ayuntamiento se habla en tono escandaalizado de los viajes que, por su recuperación de problemas alimenticios –tres veces hospitalizada–, ha disfrutado la señora esposa de Serna: Shopping en Nueva York y en Chicago, a donde viajó en avión privado, but of course; amén de las vacaciones de verano a Europa, mes y medio con sus vástagos, quienes “subieron” fotos a Facebook con jugadores del Real Madrid, mismos que los recibieron especialmente en las instalaciones del Bernabeu. Eso es poder… y dinero, ¿no cree usted?
–ayyyy don Paco, mientras tanto hago mias en toda su extension las palabras de la legisladora Layla Sansores, extensivas a otros tambien. lastima q no tienen.
Y SIGUE LA MATA DANDO FUNCIONARIOS CINICOS,CORRUPTOS E IRRESPONSABLES CUYOS CARGOS LOS OBTIENEN NO POR CAPACIDAD SINO POR AMIGUISMOS Y COMPADRAZGOS Y MIENTRAS EL PUEBLO AGUANTE…….
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Estimado Francisco. Tuve la oportunidad de estar sentado lado a lado a dos mujeres a las que les hicieron la encuesta sobre el servicio del metro (de lo que menos se hablaba era del precio). Una Funcionaria del Instituto Electoral del Distrito Federal supervisaba el evento. Una señora que empezó a contestar la encuesta de pronto dijo que siempre no porque se dio cuenta de la terrible manipulación ¿quién no iba a estar de acuerdo en que funcionaran los ventiladores, fuera gratuito el transborde de la línea A o se pusieran más trenes? Una pregunta relevante es quien va a adquirir los nuevos trenes, y si la respuesta es OHL, una nueva pregunta sería ¿que encanto tiene en coyotaje para los gobiernos de Peña Nieto, Marcelo Ebrard y Mancera? Si necesitamos trabajo y la planta de Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril en Irolo, Hidalgo lo hizo razonablemente bien. La legitimidad de la encuesta del Metro es la misma que tiene la representatividad de Enrique Peña Nieto sobre el parecer de los mexicanos en la Reforma Energética.
Saludos Paco:
De lo que nos vamos enterando….. En campaña nos presentan una careta pero ya en puesto se la quitan, algunos con descaro.