Mientras el presidente Enrique Peña Nieto, señala que está decidido a domar la condición corrupta de la humanidad –quizá no logré ni la de los propios mexicanos–, ante el mundo nuestro país es uno de los más corruptos en donde el propio Gobierno es parte importante de tal cadena del “mal”.
La corrupción no se trata sólo de que alguien haga negocios para beneficio propio e individual; detrás de la misma hay todo un gran aparato beneficiándose.
El asunto por el que la corrupción mexicana es tema toral en todo el orbe es el del narcotráfico; mismo que no sólo se trata de inseguridad, violencia, extorsiones, secuestros, muerte, narcofosas, líderes del crimen organizado y detenciones televisadas de los líderes de los cárteles de la droga; hay mucho más.
La corrupción gubernamental que omite el gran golpe a la economía familiar que provocan las actividades de la delincuencia organizada es al parecer ilegítima, pero no ilegal, pues pese al sinfín de malestares que se causan, nadie es culpable de nada.
Es simple. Si a los ranchos productores de limones, la delincuencia pide cuota para permitirles seguir operando, el costo de la “renta” que se paga a los criminales, de alguna forma se aplica a los consumidores finales.
Es más, muchas veces se plantea la pregunta de cómo es que la delincuencia financia sus operaciones. Es fácil contestar la interrogante y sólo hay que señalar que muchas veces los mismos narcotraficantes son dueños de medios de producción, de medios de transporte y de comercios directos al cliente.
El narcotráfico en nuestro país, teje sus redes al amparo de la corrupción con policías, gobiernos locales, estatales y gubernamentales e incluso de la propia banca.
Inserta en esas redes criminales está la corrupción, que hasta ahora en nuestro país no se castiga, se ventila tal vez, pero son pocos los que por verdaderas pruebas de corrupción pagan una deuda con la justicia.
Aunque la corrupción no somos todos, al final, todos la pagamos. No es gratuita la discriminación que aún se nos profesa desde otras regiones del mundo; no es sólo por el color, la estatura o los rasgos. Para muchos somos o criminales en potencia o con experiencia.
Acta Divina… “Estamos domando la condición humana que propicia la corrupción” advierte Enrique Peña Nieto presidente de México.
Para advertir… Los bancos que blaquean dinero y siguen operando como si nada.