La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Unos hacen fraude con las actas de escrutinio, otros con las de defunción
México se convirtió en el cuarto país, a nivel global, con más muertes causadas por el COVID19, esta es la realidad, son datos duros proporcionados por cada gobierno nacional.
Desde luego, tal información es de interés para los medios, por lo tanto, cabecear las ocho columnas con un: “México supera a Italia en número de muertos por coronavirus”, no es amarillismo, sólo se aplica un criterio editorial, lo cual es profesionalmente válido.
Las más de 35 mil muertes ocurridas en México son (con sus excepciones), tragedias que lastiman el entorno del difunto, sobre todo, por las condiciones tan ignominiosas en que fallecen: falta de aire y aislado, por lo cual, se muere ahogado y en soledad.
Por donde se analice, la pandemia es un fenómeno nocivo y en este contexto, lo inmoral no es decir que el número de decesos nos ubica en tal o cual lugar del siniestro ranking, sino, hacer propaganda con el tema, v.g.: decir que todo está bajo control cuando no es así.
El problema de fondo, radica en revisar las causas de un índice de letalidad tan alto: si son las comorbilidades, la falta de pruebas, la crisis estructural del sistema de Salud Pública, la mala planeación o la suma de todos los factores.
Pero si en lugar de lo anterior, se quiere culpar de todo a la ‘prensa sensacionalista’, es otra muestra de que la gestión de la pandemia es un fracaso.