Yo Campesino / ¿No pasa nada?
• Crimen es ya un factor determinante en inseguridad, inflación y… electoral
*Miguel A. Rocha Valencia*
Dice el ganso que “no pasa nada” si el crimen restringe la libre circulación de los mexicanos en el país, si se “porta bien” en tiempos electorales e impone a los candidatos de Morena mediante secuestro de urnas y personas, amenazas o si asesina a “unos cuantos”.
Para el profeta de la 4T, tampoco tendrá relevancia que los criminales graviten en la escasez y carestía de alimentos, transporte, combustibles. De la seguridad ya ni hablamos pues está en las manos de los propios delincuentes quienes incluso determinan si dejan a militares y policías circular por los territorios que ya les entregó con su inacción el propio gobierno federal.
Tan es así, que en distintas partes del país se reportan convoyes de gente armadas, incluso con vestimenta militar, desfilando ante la mirada complaciente de quienes deberían velar por la seguridad de los mexicanos, lo mismo en Sonora que Michoacán, Guerrero, Jalisco, Colima o Sinaloa que en Veracruz, Oaxaca o Chiapas, donde son los amos de los caminos.
Ellos determinan quien circula por “sus” rutas, incluyendo a militares o policías federales estatales.
Ahí, son los delincuentes quienes mandan, controlan cosechas como aguacate, verduras y granos. Los fertilizantes se distribuyen a quienes ellos ordenan y como sucede en Chilpancingo, capital guerrerense, “rentean” a los vendedores de pollo al detalle y lo encarecen.
Y si alguien intenta evitarlo, simple; secuestran a productores y comerciantes, bloquean los caminos, incendian tráileres y se presentan armados con todo cinismo y hasta graban ellos mismos cómo corren a policías y militares de sus puestos y rondines “no autorizados”. Lo más reciente, Uruapan y Parangaricutiro, Michoacán.
Igual sucede en sitios insospechados, ahí donde abiertamente se secuestró a la candidata aliancista para que llegara la de Morena, en Valle de Bravo donde toda la economía y “seguridad” está en manos de la empresa delincuencial, desde la comercialización de alimentos hasta la privación de la libertad, pago de piso y tránsito, venta de gas y autopartes y coches de “alta gama” robados.
Las noticias son públicas lo mismo que las fotos o videos, simplemente porque las víctimas, tienen miedo, no hay donde denunciar en un país donde quien debe garantizar la seguridad apapacha al crimen y dice que cuidará a sus personeros porque son seres humanos. Las víctimas, que se aguanten, más si además de sus bienes, les quitan la vida.
Pero esa connivencia criminal y cínica tendrá consecuencias mayores incluso para quien hoy es gobierno, ya que el poder que hoy cede a la delincuencia, lo va a convertir en rehén tarde o temprano.
¿O creen acaso en Morena que los criminales van a devolver territorios, posiciones políticas y privilegios “ganados” en campaña o que compraron con oro, asesinatos, secuestros y torturas?
El mismo mesías tropical al condolerse por los “pobrecitos” sembradores, procesadores y vendedores de drogas “tradicionales” como mariguana y derivados de amapola, que se ven desplazados por sustancias químicas como el fentanilo, debió darse la respuesta.
Desde luego, las empresas criminales NO van a vivir con becas para ninis o de sembrando vida, sino de las posiciones políticas que ya tienen y los negocios que de ahí se derivan con cargo a los presupuestos públicos.
Total, para las drogas “naturales” o sintéticas, ya cuentan con sucursales de sus empresas no sólo en Estados Unidos sino en Europa y ramificaciones en Asia y África, como lo revelan las propias autoridades de seguridad de esas regiones, lo cual habla del poder financiero de esas organizaciones criminales.
Ese si es un tema en lo que algunos llaman “narco estado mexicano” donde participan muchos funcionarios y militares. ¿Quién los va a detener cómo exige Porfirio Muñoz Ledo a la UIF y al INE?
Tarea sin duda muy difícil por los niveles que ya tiene el crimen en México, veremos que tanto gravitan en las elecciones del año próximo y desde luego en el 2024.